jueves, diciembre 14, 2006

Adios, bye, au revoir, arriverderchi, auf wiedersehen

Bueno bueno, se terminó este ciclo, este viaje, esta etapa, este mes, este año, todo lo que empieza tiene que terminar, todo tiene su final, nada dura para siempre y así mismo, ésta sección de mi vida se da por terminada.
Mal que bien han pasado muchos meses y no sé si hacer un balance, no lo creo necesario, sé que adquirí más sabiduría, que me equivoqué muchas veces, que hices muchas cosas mal y otras tantas bien, pero lo importa es que viví, y la vida no es una apuesta, no se gana ni se pierde en la vida, solo se vive y ya, o por lo menos es lo que quiero creer.
Lo importante es que si algo termina quiere decir que también algo comienza e independientemente de lo que inicie pues ya sé que no va a ser lo mismo que se terminó, por lo menos voy a tratar de evitarlo si es tan cierto que me volví más sabio, dicen que al perro solo lo capan una vez pero yo parezco un gato, no con siete vidas sino con siete pares de...
No me llevo nada de acá ni me quedó con algo, los recuerdos van a mi memoria y no sé si los comparta con las personas que me esperan con ansias, cuando pienso en esto me siento como un preso que acaba de salir de la cárcel y quiere dejar eso atrás, yo ni estaba preso ni quiero dejarlo atrás pero tampoco quiero divulgarlo, es bastante extraño. No llevo un camión de regalos ni mucha música que me haga recordar este lugar, pero lo que llevo en el corazón es lo suficientemente fuerte para hacerme regresar con las personas que dejo aquí.
En este momento estoy bastante contrariado, me voy con el corazón afligido por lo bueno pero al mismo tiempo feliz porque dejo lo malo y regreso a los viejos buenos, es igualito a lo que sentí en la peregrinación inicial, si así va a ser todas las veces voy a considerar muy bien mis viajes porque el corazón se vuelve trizas en cada despedida y eso que no soy tan sentimental que digamos, el problema es que lo que me llega al corazón se adhiere de una manera tal que está conmigo para siempre.
Este post también es el último del año, me voy a descansar de todo esto de lo que hablo, voy a estar alejado por un tiempo, tengo fé que alguien me lee con regularidad así que le aseguro que regresaré pronto y con más constancia, con un desocupe mayor y lo que es mejor: Desde otro lugar del mundo!!!

viernes, diciembre 08, 2006

Crónica de un Contenedor

A los pocos días de comenzar este viaje me enfrenté a uno de los mayores retos a nivel físico y profesional de mi vida: Descargar un contenedor de 40 pies; digo a nivel físico porque entre la cerveza, el cigarrillo, la falta de sexo y una vida sedentaria pues cualquier cosa que me haga sudar es un reto, y a nivel profesional, porque estaba frente al dilema de mover más de 700 cajas como un peón cualquiera luego de haber recibido un título profesional de ingeniero, el trabajo no es deshonra pero que los caleteros (léase coteros, bulteros o como le digan en su región) pregunten su profesión y comenten qué hace uno en medio de ellos pues no es muy alentador que digamos.

Total, luego de un tiempito y muchas decisiones finalizo este viaje en la misma situación, claro que ya no es el mismo reto de hace varios meses, a nivel físico sí se mantiene, es más, ha aumentado ya que los kilos de más son notorios pero a nivel profesional no es nada nuevo ya que hago parte del clan, ya nadie se asombra de verme en cortos cual juego de fútbol y además por la plata baila el perro. Entonces, para cerrar el ciclo realicé esta crónica entre chiste y chanza para mostrarle al mundo el submundo que le permite disfrutar de televisores, neveras, aires acondicionados, aspiradoras, zapatos, ropa, accesorios, en general de todo, a menos que usted mismo cultive y confeccione sus cosas.

1. La Espera
La llegada de un contenedor (container para los extranjeros) es como el éxtasis de las ansias, todo el ambiente es tenso y los rumores corren por los pasillos, todo el mundo piensa durante todo el día cómo le va a sacar el cuerpo, que si las clases, que si está enfermo, que si yo salgo de mi horario, en fin, lo cierto es que el enlatado aquel se hace esperar como buena novia y pues mientras nos llega la hora final nos reunimos a liberar la tensión de mil maneras.
2. La Llegada
Cuando el bichito llega y si es el nuestro, porque eso sí, pasan contenedores por montones y puede ser cualquiera, todos parecemos borregos al matadero, se hace un mapa mental de su contenido y también la asignación dentro de la cadena de descarga ya que existen varias estaciones para el proceso.

3. La Apertura
Los contenedores que nosotros descargábamos siempre venían asegurados con unos precintos que son unos seguros metálicos que solo pueden ser abiertos con cizallas que son unas pinzas grandotas exclusivamente para cortar los precintos. También vi unos contenedores que venían asegurados con candados comunes y corrientes y no necesitaban del aparato aquel, pero cada quien tiene sus gustos. La puerta se abre girando una barra que la cruza de arriba a abajo y ¡Voila! Cajas por montones, la mercancía dentro de un contenedor debe venir muy bien organizada, como comida de gato en un lata, porque si uno abriera las puertas y se cayeran las cajas pues podrían matar a alguien, digo, es lo lógico, vaya uno a saber las verdaderas razones.
4. El Comienzo

Lo primero es bajar las cajas del contenedor, ese es el primer oficio, no me gustaba porque en esas latas hace mucho calor y además ese trabajo se hace máximo entre tres personas lo que representa mover casi un tercio de las cajas. Luego las cajas van siendo llevadas directamente al ascensor de carga hasta que se llena, en el ascensor hay una o dos personas que se encargan de acomodar las cajas para que quepan la mayor cantidad posible y así rendir la capacidad del mismo ya que es bien lento para subir.
5. El Ascensor
Cuando el ascensor se llena se siguen descargando cajas y se acomodan junto a su entrada para que cuando baje ya los acomodadores tengan la mercancía a la mano y así se agilice el proceso. En este punto ya hemos hablado de tres estaciones de trabajo: dentro del contenedor, en el piso y acomodando dentro del ascensor.
6. El Apilamiento
Cuando el ascensor llega a su destino también hay dos o tres personas que se encargan de desocuparlo para hacerlo bajar, ahí se tiran las cajas al pasillo donde se montan en las palletas para ser trasteadas vía tracción animal hasta el sitio de ubicación final, ahí están los otros acomodadores, también dos o tres, que hacen la pila final de la mercancía. La tracción animal son dos personas que con carruchas o montacargas manuales van llevando las cajas hasta la pila final, aquí puede existir una variación, se puede hacer directamente desde el ascensor o lanzarlo al pasillo y ahí si cargarlo haciendo más corto el trayecto.
7. El Final
No hay nada más gratificante en este tipo de jornadas que terminar, más si se han descargado cuatro durante toda la noche y ya son las cinco de la mañana y se debe volver al trabajo a las ocho, o también cuando se gana el dinero relativamente suave como con éste último. Lo cierto es que éste, como todos los trabajos es un desagradecido, uno monta y monta bultos y nunca ve el final, le duele la espalda, los brazos, las piernas, hay sed, el polvo, la otra vez me broté cual adolescente en celo; pero aún así, es una experiencia que guardaré en mi memoria y espero que se quede ahí para siempre.

lunes, diciembre 04, 2006

De las Palabras y Sus Significados

Ella: Pero es que no te entiendo!!!
Yo: Qué es lo que no entiendes?
Ella: Bueno, pues lo que dices!!!
Yo: Pues eso, que me hubiera gustado salir contigo, que nuestra historia se hubiera escrito de otra manera
Ella: Ok. Pero si no se pudo pues no se pudo, yo no me voy a mortificar por eso
Yo: (Con un nudo en la garganta, con ganas de meterme por la bocina y agarrarla del cuello) Ahora yo no te entiendo. Así de simple, no se pudo y ya!!! Te conformas con eso?
Ella: Si no se dio es porque Dios así lo quiso, no hay nada que se pueda hacer ni que cambie las cosas. Tu ya te vas y no hay nada que yo diga que cambie esa decisión
Yo: (Algo duditativo) Dios no tiene nada que ver con esto, cuando uno quiere debe tratar de hacer que las cosas pasen a si Dios opine lo contrario, además, Dios no me da razones del por qué de sus cosas, entonces yo te las pregunto a ti, yo sé que me está pasando por la cabeza y te lo he dicho, yo he sido claro contigo o no?
Ella: Sip, tu has sido claro, y yo sé lo que me está pasando por la cabeza
Yo: Ese es el problema, yo pongo toda la carne en el asador, digo lo que pienso y siento pero no sé si a ti te pasa lo mismo, tu no me dices nada...
Ella: Bueno, pues somos amigos y ahora tu te vas y eso no va a cambiar, qué quieres que haga?
Yo: Pues que vivas!!! Que nos veamos!!! Que hablemos y nos demos cuenta si hay feeling, tal vez no y eso me dejaría tranquilo porque ya no tendría duda, tal vez si y eso me dejaría tranquilo porque podría disfrutar contigo estos últimos días y llevarme ese sabor en la boca, la vida es para vivirla y no para escudarse en dolores futuros, prefiero perder por cinco minuto de felicidad a nunca perder y estar siempre infeliz
Ella: Pero todavía hay tiempo, yo puedo pasar por tu trabajo o vienes a mi casa o lo que sea, no te vas mañana
Yo: La tendencia dice que tampoco va a pasar, si no pasó en un año mucho menos va a pasar en quince días, yo siempre te he dicho que eres una asignatura pendiente en este viaje, no te imaginas cuánto me hubiera gustado salir contigo
Ella: Pero te estoy diciendo que nos vamos a ver y podemos salir y eso, qué más quieres que diga?

Silencio incómodo qué me hace reflexionar por un instante: Yo paso por tu trabajo? Vienes a mi casa? Nos podemos ver y salir? JODER!!!

Yo: Estamos hablando de lo mismo?
Ella: Si claro!!! Que somos amigos y nos queremos ver para despedirnos y eso

Aquí ella usó mi cabeza como un revólver, me dieron ganas de meterle un grito para que dejara de ser o de hacerse la ingenua, ahí pensé en la cuenta de teléfono que iba a pagar por rogarle como quince minutos para que se arriesgara por mi si le interesaba tanto.

Yo: (Con risa nerviosa) Con razón no me entendías, evidentemente no estamos hablando de lo mismo
Ella: (Con tono ingenuo) No??? Como qué no? Entonces de qué estamos hablando?
Yo: Estamos hablando que desde que te conocí me hubiera gustado salir contigo pero no solo como amigo si no como algo más, ver si podíamos estar juntos de manera permanente
Ella: Aaaahhhhh!!!! Ok!!! Como tu decías salir pues yo entendía salir salir, a comer, a bailar, hacer cosas juntos pero como amigos, es que aquí salir significa eso
Yo: Pero yo ya te había explicado varias veces lo que para mi significa salir, como tu y yo, como juntos los dos
Ella: Tu no me habías explicado eso!!!
Yo: Claro que si!!!
Ella: Bueno, varias veces no!!! Una sola vez
Yo: Bueno, pero te había explicado o no? Pensé que me entendías bien desde esa vez, realmente es que nunca supe cual es la palabra que utilizan aquí
Ella: Ok, ok, no importa, ahora sí estamos hablando de lo mismo
Yo: No, no, ahora sí importa y mucho... Yo te escribí anoche algo que le dije a una amiga con la que no hablaba hace tiempo: Me volví viejo y no aprendí a callarme a tiempo, a decir las cosas en el momento preciso, a leer entre líneas, a entender los silencios. Generalmente eso me pasa con todas las personas, o no, más bien, me pasa casi con todas las mujeres...

viernes, diciembre 01, 2006

Versos chuecos para saludar a Sabina

Bienvenido, Joaquín: ¡santas y buenas!
Bienvenidas tu chispa y tu chivera,
bienvenida tu rubia compañera
que nuestro himno nombra entre cadenas.

Véngase a nos tu corazón erecto,
vengan también tus músicos, tu agente...
Bienvenidos, que toda nuestra gente
quiere escucharte en vivo y en directo.

Cuántas veces, si piensas lo sabrías,
yo te invité a cantar en la sabana.
"Cantaremos mañana", respondías,
para lo mismo responder mañana.

Y le dieron las diez por esperarte
a este pueblo sin mar y con desgracias.
La capital, por fin, te da mil gracias:
cántale mil de nadas de tu parte.

Te lo tengo advertido y sentenciado
que si mezclas amores y trasnocho
te verás en la cama vuelto un ocho.
Polvo serás: mal polvo enamorado.

Ya lo dijo el doctor que tus dislates
moderarás con dieta y ejercicio;
poco alcohol y tabaco, menos vicio;
pongamos que hablo, amigo, de Pilates.

Si el gatillazo das, ilustre artista,
igual lo aplaudiremos con barullo,
pues canta más un gatillazo tuyo
que el concierto de ciertos baladistas.

Con la llave en la mano --la maestra¿
me he quedado cuidando de Madrid
ya que, al saber que tú no estás aquí,
podría venderlo la siniestra diestra.

No iré, pues, al concierto de esta tarde
ni te veré cantar enronquecido
todo de cuero hasta los pies vestido
y de los ojos el marrón, cobarde.

Con tu bombín, tu aspecto de Mefisto,
tu cuerpo escultural de Giacometti
esta noche te bañan en confeti
todos mis coterráneos, por lo visto.

Disfruta a Bogotá, por Dios, Sabina;
desoye las alarmas de las ratas.
Prueba ajiaco y obleas, postre de natas
y un canelazo, que es canela fina.

Date con la Jimena un septimazo,
come empanadas en Las Margaritas,
busca a la Chiva, que él quizá te invita
a un cuchuco de trigo y espinazo.

Pero hasta el parque, en la noventa y tres,
ve con Berry y sin Jime, buen Sabina,
y organiza un safari de sardinas,
que aportan Viagra 2 y Omega 3.

A Monserrate sube, a Fusa baja;
come en Cota cotudos, bebe guaro,
pescuezo en Doña Elvira, que no es caro,
hasta sentir que el cinturón se raja.

Anda a El Campín y ríndete ante el gol,
que juega Santa Fe, y es una ganga;
a la salida ataca una fritanga
y tratarás de tú al colesterol.

Cata las almojábanas de Chía,
bájalas con masato y con refajo;
toma ostras en la calle, qué carajo:
refuerzan por do más pecado había.

Compra en Sanandresito y en la T
y compara los precios y los clientes.
Te juzgo más de aquellos, y de ambientes
como el viernes de salsa en Salomé.

Ve a Palacio y corrompe al puritano,
ve al Congreso y apura al corrompido;
vete a la Catedral y, arrepentido,
bríndale chicha al Dios de los cristianos.

Sal a la ciclovía, trota en los parques,
recita a Silva, silba un vallenato:
no seas hongo de hotel, deja tu cuarto,
pregunta si ha venido García Márquez.

En el Museo del Oro ve sumiso
cómo moldeaban ídem los de aquí.
El Tesoro Quimbaya no está allí.
Pregunta qué fue de este, qué se fizo.

Al salir del concierto, a un taxi trepa,
que es hora de volarse a Chapinero
y coronar en desayunadero
un refrescante caldo con arepa.

Ni cacos con puñal, ni carteristas:
nadie te atracará en la calle oscura.
Verás que Bogotá es lo más segura.
Esas son pendejadas de turistas.

Conquistarás a todas las mujeres,
ganarás mil compadres de postín...
Y serás de este modo, gran Joaquín,
un cachaco canalla: ¿qué más quieres?
Daniel Samper Pizano