domingo, agosto 26, 2007

De la Propiedad de lo Ajeno

¿Cómo se pierde algo que nunca ha sido tuyo? ¿Cómo se deja ir algo que nunca tuviste? ¿Cómo se termina algo que nunca comenzó? ¿Cómo te derrotan antes de empezar la batalla? ¿Cómo se abdica a un reino ajeno? ¿Cómo se doma una bestia que ya no está? ¿Cómo te da la espalda algo que nunca te dio el frente?

¿Cómo te apoderas de algo ajeno? Esa sí es más fácil, trabajas fuerte por ello y lo consigues, o mejor, simplemente lo compras, tal vez hasta haces mérito para ello y te llega por orden divina, qué se yo, a veces parece más fácil obtener que no recibir nada, o en este caso es más simple ganar que perder.

¿Cómo te adueñas de algo que es completamente libre? Más fácil todavía, no lo haces!!! Simplemente lo dejas ser, compartes lo más que puedes y luego lo dejas ir sin resentimientos, sin culpas, sin pesares, solo con la sonrisa por lo vivido. Probablemente eso sea lo que más me gusta de los espíritus libres, los dejas ir y venir a su antojo y ellos simplemente regresan a ti porque los dejas ser lo que son, sin problemas, sin complicaciones.

Me dijiste que nuestra relación es rara, yo te respondí que si, pero que me gusta, tu afirmaste lo mismo y luego volviste a repetir que igual la relación es rara. Me imagino que es la única manera que tiene de ser, si fuera tan normal como las demás pues simplemente ya no estaríamos el uno para el otro, contigo soy libre y eso es lo que más me gusta, parafraseando a Arjona me enamoro de mi cuando estoy contigo.

Hoy no me siento derrotado, creo que las respuestas al primer párrafo son simples: No se puede, no puedes perder si no has jugado, entonces no existe derrota para mi; yo no lucho con fantasmas, yo no puedo poner a alguien donde no quiere estar y con estas palabras lapidarias te dejo todas las respuestas:
Ella: ¿Qué vas a hacer con lo que te dije?
Yo: Nada!!!

viernes, agosto 24, 2007

De las Cosas Para Hacer Antes de los Treinta

A mediados de los noventa, un afamado periódico de circulación nacional, publicó un artículo con un listado de las no sé cuántas cosas que se debían hacer antes de cumplir treinta años.

Aún recuerdo algunas de esas cosas como por ejemplo fumar marihuana, tener sexo oral, tener sexo en un carro y otras más; ahora que me acerco a éste límite pues repaso que me falta por hacer, tampoco es que esté tan cerca pero cuando uno se descuida el tiempo pasa volando.

La razón por la cual no he podido olvidar ese listado a pesar del tiempo es que una de las cosas a hacer era visitar un putiadero, o pagar por sexo, o estar con una piquirroja, o algo así, la cuestión era como por ese estilo y pues es una de las cosas que aún no hago.

Me perdonarán todos aquellos experimentados en estas lides, pero yo lo más cerca que he estado de un putiadero ha sido en el andén, eso fue en Venezuela, el primer fin de semana que salía con los compañeros, pasamos por un lugar que era manejado por un enano, ironías de la vida, y las niñas desfilaron por la puerta para que cada quien escogiera la suya, ese día nadie se llevó nada y hasta ahí llega mi experiencia.

Si hoy hablo de eso es porque ahora la situación vuelve a salir a flote ya que algunas de las personas que estoy frecuentando son de ese tipo de plan y con facilidad uno puede terminar en esos recorridos sin siquiera preguntar por sus deseos. No es que atenten contra mi moral o algo así, solo que a éstas alturas puedo hacer el ridículo con una facilidad bestial.

Hace unos días le pregunté a una amiga qué debía hacer, ir o no ir, su primera reacción fue decir que no, luego lo pensó y dijo que hiciera lo que quisiera, luego volvió y dijo que no, que asco, luego que solo a tomarme una cerveza, luego que no, luego que hiciera lo que quisiera y para resumir el cuento hoy escribo un post.

Me parece que uno debe experimentar muchas cosas en la vida para poder diferenciar entre lo bueno y malo, lo sabroso y lo feo, la cuestión es que la doble moral aquí pesa y que con ciertos actos ofendemos a las personas que queremos, como si se lo hiciéramos a ellas, total, no queda más que esperar, si algo les cuento.

miércoles, agosto 22, 2007

De Aprendiz a Maestro

Bueno pues acabo de regresar de mi viaje, apenas me bajé del avión y estoy actualizando el blog con una pequeña idea que traigo en la mente, antes de eso, haciendo un punto aparte, ya hablo de bajarme del avión como si fuera rutina, parezco ejecutivo joven pero la realidad es que esto es una excepción, generalmente nos toca gastarnos hasta 24 horas nalga en cualquier flota para llegar al punto de trabajo, pero por lo menos puedo regodearme diciendo que mis primeros viajes con la empresa fueron en avión. Ahora sí, a lo que vinimos.

Para este segundo viaje ya estaba más experimentado en las labores, con un poquito más de conocimiento en lo mío y en todo los procesos en general, la idea era que afianzara todo solo y me hiciera cargo de la situación, todo normal, es más, hasta me iban a enviar con otra persona nueva para que yo lo instruyera pero por la premura del tiempo volvimos a ir los mismo, digamos que mi instructor y yo.

Evidentemente yo iba a liderar la situación, pero como todavía estoy en etapa de aprendizaje pues esperaba una supervisión continua en todas las actividades, creo que ese es el consejo de la prudencia en estos casos, no sé ustedes qué pensarán, ahí me dirán; la cuestión es que en la llegada al trabajo mi instructor dijo algo así como que él solo iba a descansar, que no iba a mover un dedo porque yo tenía que encargarme de todo, a lo cual respondí que no se preocupara que yo montaba todo y luego él revisara la cuestión, también era mi deseo porque solo haciendo es que se aprende.

Hoy, ocho días después de iniciado el trabajo, todavía estoy esperando la supervisión, es cierto que uno debe hacer las cosas pero dejar que uno se mate solo no creo que sea la idea, tal vez así hacen con muchos pero creo que sería mejor si a uno lo van llevando de la manito, hay como que reformular eso del entrenamiento en campo, no me acuerdo el nombre.

Total, ya volví, todo salió a pedir de boca y si para ésta viaje estaba preparado pues qué decir para el próximo, la experiencia es una gran maestra y cada día aprendo más.

miércoles, agosto 15, 2007

De lo Último que Se Pierde

Para cuando Pandora pudo cerrar el cofre, lo único que quedaba dentro era la esperanza. Así se explica en la mitología que la esperanza sea lo último que se pierda, así nosotros justificamos aferrarnos a que algo pase a pesar que las probabilidades sean nulas y algunas veces, cuando la esperanza ya está por perderse, algo pasa.

Yo creo que la gran diferencia que tiene la esperanza con las otras virtudes, es que, mientras el resto de las virtudes se van perdiendo o van desapareciendo con el tiempo, sólo existe una manera de que se acabe la esperanza: Matándola. Uno puede guardar la esperanza toda la vida así lo que se desee sea de lo más absurdo, no importa, nadie puede quitarnos eso, solo nosotros mismos.

La esperanza permanece ahí, oculta en el fondo del corazón, solo dejándose ver cuando existe algún indicio de realización del asunto, luego vuelve y se guarda disimuladamente para no estorbar, así de simple es la esperanza. Pero, cuando nos decidimos a acabar la esperanza, lamentablemente es para siempre, llega un momento en que queremos aterrizar y decidimos cortarle alas a la esperanza, hacerle entender que no es posible y que mejor conservar sus energías para algo más viable, así de humilde es la esperanza.

A todos se nos han realizado cosas cuando solo nos quedaba la esperanza, en esos momentos reconocemos que nos aferramos a ella con todas nuestras fuerzas y parece increíble que todo se esté dando cuando ya lo dábamos por perdido; en esos instantes, disfrutamos tanto de esa victoria del destino como si el tiempo no hubiera pasado, como si las lágrimas no hubieran corrido, como si el dolor no nos hubiera abrazado, como si el mundo no fuera cruel.

¿En qué se convierte la esperanza cuando se da la realización? ¿En fé? ¿En felicidad? Creo que depende de lo prolongado de la emoción, en fin, creo que siempre son buenos sentimientos.

Aprovecho para contarles que viajo de nuevo, así que estaremos fuera de línea por algunos días, tomaré apuntes de mis ideas, eso por supuesto si a alguien le interesa.

domingo, agosto 12, 2007

De las Reflexiones Pasajeras

Bueno, tal como estaba presupuestado regresé del viaje que les había comentado, la experiencia fue más o menos lo esperado en los aspectos banales, es decir, en el clima, la comida, la gente y todas esas pequeñas delicias de este tipo de actividades; pero, en lo que respecta al trabajo, volví con un panorama más amplio de la situación, con mucha más experiencia, con muchas cosas aprendidas y muchas más por aprender, nada fácil pero con mucha voluntad se puede llevar de la mejor manera, con ganas de seguir en lo mismo.

Como fueron tantas cosas les dejo algunas reflexiones que hice durante mi estadía en el "exterior":
- Se me había olvidado esas cosquillas que se sienten cuando el avión acelera a fondo para despegar, luego cuando se inclina para virar y sobre todo el vacío en algunas turbulencias, ahí se le suben a uno los guevos hasta el cuello.
- Cuando se es nuevón, lo mejor es preguntar todo por ridículo que parezca, en ciertos casos un error puede producir graves consecuencias.
- No me imagino cómo sería la vida antes sin televisión, sin radio, sin computador, sin Internet, sin nada para leer, ocho días fueron suficientes.
- ¿A quién se extraña cuando no hay nadie para extrañar?
- La ingeniería en todos sus campos es sorprendente, el ser humano hace cosas más allá de lo creíble.
- Si va a decir alguna burrada dígala con credibilidad, la actitud vale más que el conocimiento.
- Los sapos son horribles, algunos parecen piedras móviles.
- Cada noche, antes de dormir, buscaba imágenes de mujeres en mi cabeza pero no me gustaba ninguna, ¿Así de mal estoy?
- En la soledad reconforta escuchar el timbre del teléfono.
- El cuerpo humano y mucho menos el cerebro están preparados para trabajar 26 horas de corrido.
- Da mucha felicidad poder regresar a la casa así sea a hacer nada.

domingo, agosto 05, 2007

De la Miseria del Ser Humano

Yo creo que una de las grandes maldiciones del ser humano es la de sentirse miserable a cada paso, quejarse y quejarse creyendo que su destino es el peor de todos en el mundo, sentirse inconforme porque nada bueno le pasa y cuando le pasa no es lo que esperaba, lamentablemente esto es inherente a todos nosotros y no conozco a alguien que no se haya quejado por su suerte en algún momento.

Esto lo escribo por un comentario que hicieron al post pasado acerca del viaje que se supone voy a hacer porque hasta el momento nada. Aprovecho para comentarles que hace dos post llegué a la mítica meta de la entrada número cien, algo que no todos consiguen y pues que mal que bien me hace sentir orgulloso. También de BlogJuan mandaron a preguntar que cuál es mi peor post, pero eso si es bien difícil de saber, deberían ser los lectores quienes decidieran eso y no el escritor, porque es muy difícil para un padre escoger entre sus hijos, aunque siempre tiene uno preferido.

Volviendo al tema, frases como: Esto solo me pasa a mí, también de un blog, esto solo le pasa la Chavo del Ocho y a mí o al Pato Lucas y a mí, son las frases que convierten las cosas de la vida en un momento miserable pero gracioso, así demostramos nuestra inconformidad pero dejamos claro que seguimos adelante a pesar de todo.

La tendencia a creer que el destino es cruel únicamente con uno es bastante generalizada, eso sí, hasta que uno se encuentra a alguien que está en peor posición que uno y ahí sí le entra el remordimiento, se siente mal por comportarse de esa manera y jura no volverlo a hacer, eso hasta que alguna pendejada sucede y comienza de nuevo el ciclo.

La vida sería mucho más sencilla si simplemente apreciáramos lo que tenemos, mucho o poco, pero apreciarlo, vivir cada instante con intensidad, dejáramos de desear la mujer del prójimo, su trabajo, su familia, su vida y su suerte; a la hora de la verdad el único que termina amargándose es el que vive discretamente en envidia.

¿Fácil? Para nada!!! Pero por lo menos intentarlo hace que muchas cosas cambien.

miércoles, agosto 01, 2007

De un Pequeño Viajecillo

Parece que abandono este sitio por unos días, ni idea cuántos, de una manera intempestiva tengo que viajar por motivos laborales y si a duras penas sé cuándo me voy pues más difícil es saber cuándo voy a volver.

En realidad no tengo muchas ganas de viajar, ya me había acostumbrado al ritmo de la oficina y lo tenía todo completamente dominado, o por lo menos eso creo, lo más probable es que consigan a alguien que me remplace y cuando vuelva ya no tenga las mismas obligaciones; o peor aún, no contratan a nadie y cuando llegue todo el trabajo estará acumulado y esperándome.

Desde que entré me dijeron que iba a viajar, pero más adelante, no tan pronto, me entusiasmaba la idea en su momento pero ahora no, no sé por qué, igual son los gajes del oficio y hay que hacerle, con tal que mi sueldito esté muy puntual pues se hace lo que haya que hacer.

Dicen que en la variedad está el placer y yo voy a variar en el clima, el trabajo, las personas, los horarios, las actividades, la comida, el sueñito y no sé cuántas cosas más, cuando pueda les cuento.