viernes, marzo 25, 2011

De Quién Depende La Felicidad?

Es evidente que la felicidad no proviene de un estado de paz interior, es decir, nadie se levanta un día cualquiera y dice hoy soy feliz, de ser así, también habría sido feliz el día anterior y lo sería el siguiente; la felicidad se encuentra más cuando se alcanza un logro, cuando se anota un gol, cuando se gana un partido, cuando te dan un trabajo, cuando recibes dinero, cuando encuentras la persona perfecta para amar y cuando te ama también, cuando nacen los hijos, cuando se cura un enfermo, en fin, al parecer la felicidad existe cuando algo que anhelas se vuelve realidad.

La felicidad, sea lo que sea para cada persona, está ligada únicamente al concepto personal, sea material o espiritual, lo que no me parece, es que esté atada a otra persona, mejor dicho, que alguien más te haga feliz, no estoy de acuerdo con eso, puede que ciertas actividades realizadas en su compañía te hagan sentir mejor, pero otra persona por sí sola no puede proveerte la felicidad porque trae graves consecuencias.

Veamos la más simple: Qué pasa si la causa de tu felicidad se va? Qué pasa si esa persona se aparta de tu camino? No me refiero solamente a alguien más como pareja, me refiero a la encarnación de la felicidad, obviamente te sientes morir y con ello tu felicidad deja de existir, se lleva todo consigo y sientes que tu mundo se demorona, todo simplemente por hacer responsable a alguien más de tu felicidad.

Entonces bajo éste concepto la felicidad solo puede depender de una persona: De ti mismo. Me imagino que la felicidad acompañada es más dichosa, más feliz, pero lo que se debe tener claro es que debe ser alcanzada a través de uno mismo y de nadie más, si ya en el camino alguien la comparte contigo pues bienvenido, pero si por algún motivo ya no está más no debe restarle valor al estado que lograste.

Muchas veces las personas nos acusan de hacerles daño, otras veces le hacemos daño a los demás sin quererlo, pero creo que todo esto tiene que ver con el hecho de considerarlos la esencia misma de la felicidad, y la felicidad no está en alguien, se comparte con ese alguien.

lunes, marzo 21, 2011

De Un Quinquenio

Escuchando la radio promocionaban un programa donde iban a hacer un viaje el pasado acerca del reaguetón, música diabólica que no nos abandona, y para la promo sonaban unos segundos de canciones que me hicieron regresar al pasado, a media década atrás cuando conocí a maravillosas personas que hoy llevo en mi corazón, aún me parece increíble que haya pasado tanto tiempo en un abrir y cerrar de ojos.

Pobre diabla, Entre tu y yo, Ella y yo, Rompe, Dile, Dale don dale, Don Omar, Daddy Yankee y demás me trasladaron automáticamente a Venezuela, a Goyo, Héctor, Xavier y demás, a las noches de rumba sin fin con Leidy, a la gente que me trató como un hermano y a la que no lo hizo tanto.

Me acuerdo mucho de esas canciones porque me tocaron en doble tandada, es decir, cuando estaba en Colombia y esa música recién surgía, y luego cuando llegué allá y recién surgía allá, entonces los temas son una banda sonora de un tiempo donde aprendí muchas cosas, donde endurecí mi carácter.

No es que sean los temas con los cuales me gustaría identificar esos tiempos, todos conocen mi aversión por ella, pero es indudable que marcaron esa época y no lo voy a negar por mucho que no me agrade, no sé cuál sería la banda sonora si todavía estuviera allá.

Lo cierto es que el tiempo ha pasado, muchos de ellos ya completaron sus familias, otros están en procesos, muchos están bien y algunos ya nos dejaron para siempre, a todos los recordaré, también recordaré muchas cosas que hicimos allá, y siempre los evocaré cada vez que esos temas vuelvan a sonar, eso si lo hacen.

sábado, marzo 05, 2011

De Una Santa Paloma

Debo aclarar que yo puedo ser cualquier cosa menos un alma de Dios, no es que sea lo más amable, o sociable, o agradable, o modesto, o sencillo, o desinteresado, o desprendido, o respetuoso del mundo; pero sea lo que sea, las personas a mi alrededor siempre sabrán a que atenerse conmigo, eso para mí es algo positivo.

Mi crudeza, que para mi es positiva, no parece ser vista de la misma manera por el resto del mundo, y de ahí parte que cuando hable de mi persona peque por creído, engreído, vanidoso o como usted lo quiera llamar.

La cuestión es que a pesar que estoy lleno de defectos, como usted, parezco una santa paloma al lado de otras joyitas que comparten el aire que respiramos. Y no me refiero al tipo que roba, mata o mete vicio, tampoco al que le pega a la mujer o es un depravado sexual, me refiero a aquel que logra sodomizar sicológicamente a otros sin inmutarse siquiera.

A esos que pueden poner el mundo de alguien más patas arriba con una facilidad envidiable, sobretodo a personas que uno nunca se imaginan puedan ceder de esa manera; no es que yo no pueda, no es que todos no podamos, es que yo no lo hago intencionalmente, no quiero, no debo.

Entonces por qué no apreciar mis virtudes en lugar de renegar de ellas? La respuesta es obvia: Porque siempre estamos insatisfechos, porque siempre queremos más, porque nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, porque nadie sabe lo que no tiene hasta que lo envidia, porque no hay que conformarse con lo menos peor simplemente porque es lo menos peor, hay que exigir, hay que pedir más como con los gobiernos.

Tengo lo mío, no soy una blanca paloma, no soy un alma de Dios, pero tampoco soy una oveja descarriada, no soy una monedita de oro ni tampoco soy un palito lleno de mierda, no todo el tiempo.