viernes, junio 22, 2012

De Los Efectos Del Alcohol

Definitivamente el alcohol siempre cumple con su función.

En dosis moderadas genera excitación, calor, alegría, desinhibe, logra que se puedan decir todas las cosas que se tienen guardadas, que uno sea capaz de declararle su amor a la vieja que le gusta, hasta me atrevería a decir que consigue cosas positivas.

En dosis extremas, y a veces no tanto, hace que la cabeza de vueltas sin parar, que uno se vuelva molesto para las personas que lo rodean, que hable en letra pegada, que se abran las piernas sin pensarlo, y también logra que se digan las cosas que se tienen guardadas...

Los niños y los borrachos siempre dicen la verdad, por eso la telefonía móvil es el peor enemigo del trago, y no al contrario, el trago ha existido desde siempre, los celulares nos hacen la vida más complicada.

Lo mejor para evitar errores, es mantenerse alejado de la tentación, pero es que las tentaciones siempre son tan ricas, además existe la presión social, la de encajar en el grupo, la de sentirse más hombre y la de las mujeres de ser más todoterreno, de esas viejas que siempre salen a cualquier plan y no se pierden la corrida de un catre.

Mientras ellas se consideran unas viejas de ambiente, nosotros las vemos como la última opción, las que se sabe nunca van a decir que no, las que siempre lo acompañan y se pasa bueno, pero nunca se les toma en serio, no serán la mujer para uno, porque en el fondo, nadie quiere una mujer así.

Si usted es un bebedor social, un alcohólico anónimo o uno reconocido, probablemente se justifique viendo las bondades del trago, lo bien que se pasa, lo bueno que se rumbea, es que rumba sin trago no es rumba, convenciéndose y tratando de convencer a los suyos que tiene todo bajo control, que puede parar cuando quiera, que el trago no afecta su vida, que simplemente está joven y debe vivir.

Si usted o alguno de los suyos ha sufrido un accidente por causa del alcohol, ha amanecido con un tipo que ni idea, se ha gastado toda la quincena en una noche de parranda, se ha rumbeado a una vieja que de buena no tiene ni el genio, ha dejado metidos a sus hijos y a su mujer por el guayabo, ha puesto en peligro su trabajo, entre otras, tal vez prefiera justificar el abandono total del licor o por lo menos un consumado moderado y acompañado de unas personas que puedan evitar que sufra otro impase.

Es que definitivamente, el alcohol cumple con su función.