lunes, octubre 25, 2010

De La Fecha De Caducidad

Me imagino que para éste viaje comprará muchas cajas de condones y las utilizará todas por allá. Me dijo con tono serio.

Le voy a decir la verdad: Siempre en la maleta cargo dos condones, uno nunca sabe cuándo pueden ser necesarios, pero honestamente, es más probable que los tenga que desechar porque alcancen la fecha de vencimiento a que sean usados. Esa es mi triste realidad.

Todavía tengo en mi memoria la situación exacta en que los adquirí. Fue una noche de tragos en un pueblo al que no he vuelto. Estábamos los amigos bebiendo desde hacía rato cuando de pronto apareció una vieja con la que bromeábamos. Aladino le decían porque aparecía cada vez que se frotaba una botella.

Como siempre me comporto cada vez que estoy entrado en tragos, fui muy galante y atento, qué quieres tomar, siéntate a mi lado, conversemos, vamos a bailar; ella no oponía nada de resistencia y parecía agradarle la situación. Tanto así que mis compañeros, también bajo efectos del alcohol, me alentaron a que comprara los preservativos porque algo iba a pasar esa noche. No quedaba duda. Ya la tenía donde quería.

Definitivamente el ego masculino en lo que tiene que ver con las mujeres siempre vive demasiado inflado.

Total que cerraron el antro y cuando llegó la hora de para dónde vamos, dijo que se iba para su casa porque su hijo estaba solo y ya era tare. Sin comentarios.

Entonces desde ese día viajo con condones en mi maleta, porque de algo sí estoy muy seguro, o alguien que no sea yo algún día los va a necesitar, o el día que yo no los cargue los voy a necesitar. Ley de Murphy.