viernes, noviembre 30, 2007

De lo Que Debe Preocupar

"...Él me dijo que es que cuando usted va a resolver los problemas no se ve preocupado, igual yo le dije que qué saca con preocuparse, de todas maneras la próxima vez que lo llamen ponga cara de angustia y que el mundo se va a acabar y listo, se acaba el problema..."

No sé cuánto tiempo de terapia hice para poder dejar las preocupaciones innecesarias a un lado, corrijo, dejar las preocupaciones a un lado porque ninguna preocupación es necesario, todo para que ahora me pidan que me desgarre las vestiduras cada vez que en el trabajo alguien necesita de mi colaboración.

Es obvio que no lo voy a hacer, no voy a retroceder en mi forma de ser solo para darles gusto, lo que me incomoda es como la gente nos juzga simplemente por nuestra expresión facial, por nuestro afán y por la disposición a compartir su problema, haciéndolo de los dos como si en verdad compartiéramos su pena.

Está escrito que cuando algo nos duele debemos llorar, cuando estamos felices debemos reír, cuando nos preocupamos debemos poner cara seria y mantener silencio; salirse de esos cánones atenta contra los demás y se sienten desprotegidos porque no colindamos con sus emociones, llega al punto de sentirse ofendidos y quejarse con el jefe como en este caso.

No importa la prontitud en la respuesta, ni la efectividad en la misma, tampoco que se les escuche con atención y se haga un seguimiento del caso; lo que importa es que uno se tome los cabellos y niegue con la cabeza, que le implore a Dios por un solución y que ataje las lágrimas antes que rueden por las mejillas, había olvidado que tanto molesta a los demás que uno se salga del molde.

Ay cosas o situaciones, como ésta que nos atañe, en las que no se puede hacer nada, simplemente esperar con calma, en muchas oportunidades la solución no depende de nosotros y matarnos pensando no lleva a nada, solo queda proyectarse al futuro y considerar acciones a tomar en caso de uno u otro resultado, solo que parece que nadie entiende eso, que los poderes mágicos están en nuestras manos y es deber hacerlos felices; espero que nosotros no tengamos que tomar ninguna decisión porque todo está bien.

miércoles, noviembre 28, 2007

De un Sueño Extraño

Anoche tuve un sueño bastante extraño, tanto así que merece ser comentado, tiene mucho que ver con una historia que todavía no tiene final y pues por eso se me hace más particular aún, además, si le sumamos el sueño que tuviste conmigo pues parece ser que la semana será nombrada onírica por derecho propio.

Como en la mayoría de los sueños, no me acuerdo de muchas de las cosas que suceden, algunos detalles se quedan fijos en la mente y son los que hacen que uno piense mucho tiempo al respecto, pero otros son solo vagos e irreales como el sueño mismo; todo esto para decir que no me acuerdo del principio del sueño, ni de la mitad, ni del final, pero si me acuerdo de lo relevante que es lo que les voy a mencionar aquí.

De un momento a otro aparecí con ella, estábamos tomando y bailando como la vez que nos conocimos, me reclamaba por no haberla llamado y yo trataba de dar explicaciones que me hicieran parecer maduro y no un niño con medio que no sabe cómo actuar en ésta situación particular, bueno, está bien, en ninguna situación, pero eso no viene al caso, todo iba de maravilla como la misma madrugada hasta que pasó lo que tenía que pasar: La propuesta.

Me dijo que teníamos que ir a un lugar más privado, algo solo para los dos, ahí respondí que en mi casa no se podía porque había alguien, cosa que es cierto pero en realidad solo una excusa más para no enfrentarme a la decisión que no quiero tomar. Entonces tomó la batuta y dijo que nos íbamos para su lugar de descanso, por no decirle hogar o casa o no sé qué tienen o no tienen, total no me quedó más remedio que aceptar y dirigirme cual borrego al matadero, con los sentimientos revueltos entre lo que quería y lo que debía hacer.

Cuando llegamos al sitio, resultó ser el parque central del pueblo donde nací y vive parte de mi familia, extraña coincidencia, la diferencia era que estaba más cubierto de pasto verde de lo normal, además, la puerta era sobre la tierra, es decir, parecía un cementerio donde se entraba por la lápida a una especie de sótano que podía ser cualquier cosa en el fondo, ¿Sería que mi subconciente trataba de decirme algo? Otras personas trataban de entrar y había un charco de agua sobre la puerta, se metían ahí y no los volvía a ver, evidentemente iban por otras compañeras de mi compañía porque solo yo estaba con ella.

Todo esto me generó más desconfianza de lo normal y de nuevo encontré otra excusa para escurrir el bulto y hacer lo que debía por encima de lo que quería, pero su insistencia fue fuerte y pudo más que mi conciencia, así que sin meditarlo de una para el hueco a enfrentar la cruda realidad; ya adentro, una habitación con dos camas y mucha gente entrando a los cuartos contiguos, más desconfianza aún y un pensamiento que me decía que de ahí no iba a salir como había entrado.

Charla y cigarrillos, besos van y vienen y la cosa sube de tono, los roces son más atrevidos y parece que el final es solo uno, sigo con mucho miedo y me cohibo pero ella no para, no dejo de preguntarme que debo hacer y recuerdo que la vida es una, que nadie me quita lo bailado y que después tendré tiempo de arrepentirme; ya decidido le pido que cierre la puerta pero responde que nunca se cierra porque ahí todo el mundo va a lo mismo, más desconfianza pero ya entrado en gastos no me voy a fijar en eso.

Con mis manos en su cintura y movimientos cadenciosos, siento una presencia extraña en la habitación, efectivamente entras dos tipos pidiendo cigarrillos de canela y otros normales, ella con toda la tranquilidad del caso se levanta y les da lo que piden, ellos se dan la vuelta y se van mientras yo me pregunto que pasa y decido dar por terminado el asunto, ya no es solo una excusa sino la realidad, nada va a pasar y ella entiendo que no valen las lamentaciones, me deja ir con calma y espero volverla a ver pero ya con la seguridad que todo terminó.

La rareza del sueño radica en lo semejante con la realidad, en traerla de nuevo a la memoria después de la discusión que precedió mi dormir, el que aún en sueños siga luchando con mi conciencia y no sepa que hacer, ni siquiera dormido puedo ser infiel y eso me molesta.

sábado, noviembre 24, 2007

De Vine, vidi, vinci

Una semana completa sin producción blogguera porque me enviaron de viaje de nuevo, estuve toda la semana bajo un intenso sol, sudando a más no poder y con ganas de darle más forma al post pasado, que valga la pena decirlo, nadie comentó ni hizo ninguna solicitud al respecto, excepto, eso sí, los directamente implicados a los cuales se les dará gusto en cuanto sea posible.

Como siempre, muchas reflexiones durante la ausencia, pero todas se me confunden y no dan para un escrito coherente, ojalá tuviera más acceso a estos medios por allá para poder plasmar todo lo que me pasa por la cabeza, se vio el partido en una sala de televisión comunal lo cual me hizo recordar por qué prefiero hacer estas actividades en el silencio de mi sala o habitación; no importa si se ganó legal o no, lo importante es el triunfo desde el punto de vista moral y por los punticos que siempre contamos con los dedos.

Con respecto al trabajo me mandaron con una mano adelante y otra atrás, pero aún así, se logró el cometido, echando a perder se aprende y estuve bien cerquita de hacerlo por esa vía, me metí un corrientazo por la lengua que aún me la tiene con picazón, errores de principiantes que espero no se vuelvan a repetir, lo importante no es tener las respuestas sino saber a quién preguntarle.

Me leí el comienzo del libro "El Evangelio Según Jesucristo" del novel José Saramago, tremendo escritor del cual no he estudiado ninguna obra, me gustó su narrativa y sobre todo el tema picante del libro, no apto para creyentes apasionados y sí para personas de mente abierta, eso que solo fueron unos poquitos capítulos, tremenda la descripción que hace del cuadro en el capítulo uno.

A la hora de la verdad uno solo no es nadie, sino fuera por las personas que lo acompañan y le colaboran jamás se conseguiría nada en la vida, a ellos mi gratitud, a esos ángeles ocultos que están ahí en el momento justo de miles maneras, me imagino que uno también cumple esa función para alguien solo que no se da cuenta, o más bien lo ignoramos así como ignoramos a quienes nos tienden la mano, de nuevo gracias.

sábado, noviembre 17, 2007

De las Cosas Para Hacer Antes de los Treinta (II)

Antes que nada, para leer este post que espero se vuelva crónica para enviar a Soho o al periódico o a dónde sea, usted debe tener en cuenta dos cosas: Primero, haber leído esto, y segundo, armarse de mucha paciencia porque va a ser bastante largo y seguro va a tener tercer parte.

Reconsideré la publicación del post debido a que se pueden herir ciertas susceptibilidades, mejor, si le interesa o quiere saber de que se trata me escribe al correo y me deja un comentario y con mucho gusto le hago llegar el escrito. Gracias.

jueves, noviembre 15, 2007

De Vuelta por Smallville

Hace varios años no visitaba este sitio, considerado el hogar del mismísimo Superman por sus habitantes, con un clima agradable, unas mujeres hermosas, buena comida y una de las mujeres rumbas del país, aclaro que todo eso bajo el concepto de los locales.

Tal vez son pocas pistas para descubrir el nombre del lugar, pero si usted lo ha visitado poco a poco se irá dando cuenta y es probable que hasta se sienta identificado con mi descripción.

En primer lugar hablemos de la rumba ya que llegué directamente de la capital a su tan afamada discoteca que hizo parte de una selección a nivel nacional. Aquí cabe decir que se ajustó completamente a la idea mental que me había hecho de ella, la música, el ambiente, los precios, la atención, los ambientes, porque es de múltiples ambientes y de una vez entrando en materia: Las mujeres.

Como el clima es cálido, las señoritas hacen gala de sus mejores minifaldas con blusas escotadas que solo sirven para imaginarse cosas buenas, las bellezas son múltiples y vienen en todos los colores y sabores, por edades y tallas, tanto así que el más recatado de los personajes se queda con la boca abierta. Aquí hay que anotar una cosa, ¿Son todas locales o hay un grueso grupo de extranjeras? A mi parecer la vaina es bien proporcionada porque se ve mucho niño bien que a veranear por el weekend.

El clima, buen viento y buena mar, comparado con el resto del país donde las lluvias son pan de cada día, dijeron que nosotros habíamos corrido con suerte porque en general llovía como en todas partes, pero no tengo de que quejarme, además así había sido en la visita anterior.

Las personas como siempre muy amables y alegronas, siempre con sus historias de llano donde el rolo no puede más que asombrarse, o por lo menos eso esperan aunque olvidan que uno también viene de pueblo, de jornaleros, de caballos, de campo y de cosechas. Si con esto no logró dar con el lugar pues quiere decir que me estoy quedando en la descripción de tan bellos paisajes, de unas de las mejores puestas de sol del mundo, de un tierra de hombres recios y corajudos, de historias antiguas de espantos, del hogar de uno de los famosos héroes de las caricaturas, del mismísimo Villavicencio.

jueves, noviembre 08, 2007

De la Impotencia y la Impaciencia

En estos días volví a sufrir de un mal que hace mucho tiempo no me aquejaba, caí de nuevo en la misma trampa por diferentes situaciones que ocurrieron en mi hogar y en mi segundo hogar: En mi trabajo. En estos días volví a sentirme impotente ante el mundo y caí de nuevo en la desesperación del que se ve atado de manos ante las cosas.

En otros tiempos yo era de esas personas impacientes, que se enojan por todo y no toleran a nadie, era prepotente y altanero, ahora no es que no lo sea, en realidad lo soy pero en menor medida; las cosas que viví, la gente que conocí y lo que aprendí de ellas me tiene en una faceta de mi mismo que nunca pensé encontrar, ahora mi aura está fortalecida y nada de los males que los demás crean a mi alrededor me perturban, excepto por lo que pasó en estos días.

Cuando uno se compromete con algo de manera desmedida tiende a salir defraudado, mejor dicho, quiero hacer algo en la empresa que va a mejorar los procedimientos y todo se viene al piso simplemente porque al jefe no le parece, no entiende razones ni escucha otras opciones viables, es algo que debe ser hecho y éste es el momento preciso pero no se le da la gana trabajar por su propio bienestar, ahí me siento impotente e impaciente y me frustro completamente porque no comprendo a las personas que se cierran a entender.

Había jurado que eso no me iba a volver a pasar, cuando se presentara una situación de éste estilo solo iba a continuar mi camino y ajustarme a los extraños deseos de los demás, pero por alguna razón esta vez no pude, no me contuve lo suficiente y odié al mundo por ser más egoísta que yo, me molesté de sobremanera y lo único que conseguí fue agriarme el rato como si a alguien eso le importara.

Lo mismo pasó contigo, con esas lágrimas inmensas que son como sacadas del mar por lo azules y lo grandes, pasa que sufres por lo que no debes y te tomas a pecho las cosas que no son contigo, pasa que no dejas pasar las cosas y las sientes como tuyas, sufres de pena ajena y cargas cosas que no te corresponde.

No te imaginas lo que daría porque dejaras pasar todo como pasan tus lágrimas, porque te liberaras de un peso que tu misma elegiste cargar, porque entendieras las cosas como hace un tiempo yo las empecé a entender, porque lograras hacerte responsable solo de lo tuyo y no de lo ajeno, porque te protegieras con mi manto y me permitieras ser tu guardián en estas noches de frío.

lunes, noviembre 05, 2007

Del Tamaño de los Problemas

Aún no conozco una persona que no tenga problemas en su vida, tampoco es que conozca a muchas personas pero diría que la tendencia generalizada es encontrar grandes y pequeños obstáculos durante nuestro camino que solo sirven para amargarnos y distraernos de las cosas buenas de la existencia.

Esto no quiere decir, como ya lo he comentado en otros post, que la felicidad no exista; el tener problemas es parte del ser humano y quiéranlo o no le dan sabor a las cosas que nos pasan, creo yo que si todo fuera color de rosa también habrían suicidios porque es natural en nosotros el vivir inconformes.

Lo que si diferencia nuestro grado de no felicidad es la dimensión de nuestros problemas y el rasero que utilicemos para medir los mismos, una persona que se echa a morir con el primer obstáculo evidentemente no vivirá jamás feliz porque de pequeños baches está llena la vida, mientras que aquellos que ven los problemas como muros a derrumbar viven su existencia a plenitud porque disfrutan de cada reto.

En estos tiempos de vanidad y hambruna, es problema para alguien el comer de más, mientras en otras partes del mundo es problema conseguir que comer, evidentemente ambos tienen la razón pero si el primero se fijará con más detenimiento en las dificultades del segundo posiblemente renegaría menos de sus desdichas.

Muchas veces sentimos que tenemos la mayor desgracia en nuestras manos, eso hasta cuando llega nuestro vecino y habla de su vida, ahí, si somos conscientes de la fortuna que nos toca vivir pues paramos de quejarnos, aunque debo admitir que pocas veces veo que eso suceda, de todas maneras hago el ejercicio y los invito a practicarlo igual.

Siempre existen más motivos para estar felices, lo que pasa es que le damos mayor importancia a los problemas porque nos sacan de nuestra rutina y nos ponen en situaciones que pocas veces volvemos a repetir, siempre magnificamos los problemas porque somos el eje del mundo, de nuestro mundo; me parece que el único problema sin solución en la vida es la muerte y como no tiene solución pues no es problema porque el problema y la solución son la misma cosa.

jueves, noviembre 01, 2007

De los Lugares Comunes II

Cuando me dijeron el nombre del lugar al que me dirigía busqué en mi mente y me pareció familiar, cuando al fin llegué y los lugares se hicieron comunes con tu historia todo encajó perfectamente, fue allí cuando empecé a redactar este post que tiene todo que ver contigo.

Fue hace ya algún tiempo, no recuerdo por qué nos vimos de nuevo, visitamos los lugares que te gustaban y nos tomamos un café diciéndonos cosas que jamás habíamos dicho; nunca podré olvidar cuando dijiste que habías cometido un error y las cosas no salieron como esperabas, nunca olvidaré ese secreto que a nadie le has contado y que fue para mí en medio de lágrimas.

Te aclaré que yo en tu lugar habría tomado la misma decisión y que a pesar que los resultados no fueron los mejores, era la mejor y única opción que tenías en ese momento, comprendí tu dolor con tu secreto y te abracé entre lágrimas para que a pesar del tiempo y la distancia entendieras que estaba contigo.

Visité tu hogar luego de mucho tiempo y salí de allí a una hora en que jamás lo había hecho, recordamos muchas tardes en la sala frente al televisor y prometimos frecuentarnos a pesar que ya habías decidido tu viaje a ese lugar, hablamos de llamadas y de visitas los fines de semana, hablamos del pasado, del presente y nos esperanzamos en el futuro.

Lo único que no me atreví a decirte fue que yo también había tomado decisiones, que igual viajaba y que lo que tu esperabas que fuera no podría ser, no quería derrumbar tus esperanzas y me fui sin despedirme como debía, con la duda de lo que no pudo ser y la esperanza que todo fuera mejor para los dos.

Hoy por hoy ya nada podrá ser, eso está claro para ambos, tu tomaste de nuevo decisiones que estoy seguro serían otras de yo haber estado aquí, hoy pienso en todo lo que pudo ser cada vez que veo tu casa y cómo serían nuestras vidas, hoy sé lo que es mi vida y conozco un poco de la tuya, esperando que el futuro nos siga deparando mejores cosas, eso sí, por caminos distintos.