lunes, octubre 29, 2007

De lo Que Me Gustaría Repetir

Tremenda pregunta, nunca antes formulada, fuera de concurso y lo peor: Sin respuesta. Todavía hoy me sigue dando vueltas por la cabeza y no consigo encontrar una situación que me gustaría repetir. Eso sí, hay que tener en cuenta que mi memoria es muy mala pero de todas maneras el cerebro se aferra a esas sensaciones extremas y no las deja escapar tan fácilmente como lo cotidiano.

Difiero de ustedes al querer repetir una situación donde se hace parte de algo colectivo, para ser más claro, no creo que El Campín lleno gritando por Millonarios sea la cúspide de mis sensaciones o el concierto de Miguel Bosé quién sabe en dónde, aclaro que Miguel Bosé es diferente a Alejandro Sanz y a Luis Miguel por si a alguno le quedaron dudas, y la letra de la canción es así: ... Si he sido lo que fui fue por tu cuerpo, si he sido noche fue tu noche quien lo quiso, si he sido beso es que mis labios aprendieron a ser beso para ti...

Evidentemente de repetir algo sería una sensación completamente individual, bueno, no necesariamente, si fuera una sesión de sexo cósmico pues sería acompañado pero la respuesta tampoco la encontré por ese lado. En cuanto a los logros, sinceramente las ceremonias de grado me parecen aburridoras y nunca he hecho nada extraordinario después de ellas, aún no consigo un reconocimiento de gran talla y como les comenté antes mis grandes sueños ya no se cumplieron.

Todavía no me lanzó de un paracaídas ni hago bungee, tampoco he buceado a grandes profundidades ni he escalado siquiera el Nevado del Ruiz, no he visitado los lugares que quiero conocer ni he tenido sexo con una supermodelo en un carro; no he tenido un hijo ni he comprado la casa de mis sueños, no he fundado mi empresa y ni siquiera he empezado a poner los cimientos para hacer realidad todo lo que me falta, pero aún así, no cambiaría nada de lo que he vivido hasta el momento.

Aún me falta mucho por vivir y en el futuro encontraré la respuesta, si hasta el momento no la consigo no es porque mi vida haya sido simple o aburrida, es que ha sido tan buena que ningún momento ha superado a otro.

Hablando de otras cosas les recomiendo la película Ghetto, una trágica historia como todas aquellas que tienen que ver con el holocausto, pero involucra unos elementos culturales y artísticos que pocas veces se tocan en estos films.

jueves, octubre 25, 2007

De los Problemas de la Sinceridad

¿Qué es mejor: La cruda verdad o una mentira piadosa? ¿Se convierte una verdad maquillada en una jodida mentira? Me refiero a que en ciertas situaciones tratamos de suavizar la verdad para que las otras personas no se sientan agredidas, entonces, me pregunto si simplemente estamos mintiendo o siendo considerados con los demás.

Muchas veces uno se acomoda a lo que uno cree que la otra persona quiere oír y termina diciendo una cosa completamente opuesta a lo que piensa, todo por evitar un malentendido, por ser agradable, diplomático, adaptable o tolerante.

Yo soy amante de la cruda verdad, de la verdad a secas, de esa que se dice sin rodeos, sin tapujos, de esa que duele cuando se oye y a veces también cuando se dice, creo firmemente que si dijéramos las cosas como son nos evitaríamos muchos problemas y, probablemente, tendríamos otros nuevos.

Odio la mentira porque el que miente sabe que hizo o dijo algo que no debía ser, además, porque implícitamente cree que uno es lo suficientemente estúpido como para no darse cuenta, y entre más tiempo pasa para que uno lo note más tiempo le vieron la cara de bolsa.

Hay momentos en los que se sabe que la respuesta a una pregunta no va a generar las mejores reacciones, es ahí cuando me planteo estas dudas y recuerdo que aquí el silencio no sirve de nada, tal vez exista algo más doloroso que la cruda verdad y que las malditas mentiras: El silencio sepulcral.

Lo que pasa es que no todos estamos preparados para hablar con la verdad, nos han enseñado que debemos evitar los enfrentamientos frontales, que la sinceridad debe ser con mucho tacto y que es más fácil tener contentos a los demás que nuestra conciencia tranquila.

En estos tiempos de cambios democráticos en mi país, causó revuelo la declaración de un político al afirmar que compraría unos votos, la sociedad lo acusa con severidad a pesar que reveló un secreto que todos conocemos; preferimos la mentira en la que todos estamos de acuerdo a la cruda verdad.

lunes, octubre 22, 2007

Del Regreso al Comienzo

La semana pasada estuve ausente porque, por motivos laborales, viajé a la capital de mi departamento natal, ciudad que no visitaba hace más de cinco años y que fue la primera parada en este viaje que una década después parece no terminar.

La noche anterior no pude dormir bien, pendiente del reloj para no perder el transporte que cinco horas después me tendría recordando un buen año de mi vida, un comienzo, una experiencia, un pasado.

Lo primero que busqué en la entrada a la ciudad fue el sitio donde invité a mis amigos a tomarnos un vodka en un viaje que realicé ya estando en Bogotá, lamentablemente el sitio ya no existe y en su lugar se construye un puente que lleva su nombre y descongestionará dicho paso.

Inmediatamente divisé el barrio donde viví, en medio de muchos árboles que no estaban pude ver la cancha y algunas casas, no entré porque sabía que tu no estabas y me preocupó el pensar que nadie se acordaría de mí. Con mis compañeros dimos muchas vueltas por la ciudad, recorrí calles que había olvidado y recordé situaciones como la ida al centro únicamente para comprar el periódico.

Me tomé unas cervezas a nombre de los recuerdos, incluso presencié una persecución a un ladrón con bala y todo; cómo ha cambiado el pueblito ese que llamaban ciudad por tener aeropuerto. Me hubiera gustado visitarte en tu casa, para verte y que me vieras, así fuera un instante para un hola y un adiós, no se pudo, de pronto para otra oportunidad.

lunes, octubre 15, 2007

De las Palabras Que Arden

Ya llevo más de quince días viviendo en mi nuevo hogar y todavía quedan cosas por revisar, clasificar, guardar o en su caso botar, parece un trabajo de nunca acabar aunque al ver ya todo casi listo me doy cuenta que tampoco es que tenga tanta cosa.

Entre todo ese revuelto existía una caja de regalo a la que le venía sacando el cuerpo desde hace días: Su contenido eran muchas cartas que me han enviado diferentes personas a lo largo de los años. Sí, ahí estaban tus cartas revueltas con muchas más y el motivo por el cual no quería revisarlas era porque ya tenían un destino fijo.

El proceso era simple, sacar hoja por hoja y leerlas por última vez, buscando una fecha o recordando el momento justo en que las recibí, volver a esos momentos para decirles adiós.

Varias de ellas eran pequeños pedazos de papel que decían dos o tres palabras muy lindas, las otras, como ya sabrás, eran muchas palabras juntas con un significado demasiado especial, varias estaban sin fechar pero fue fácil recordar cuando las leí por primera vez, como esa donde me escribiste un fragmento de una canción de Arjona y que coincidencialmente estaba sonando cuando la leí.

Este proceso ya lo había repetido en otras ocasiones, solo que sabía que podría hacerlo de nuevo cuando quisiera, entonces, ésta vez, hacerlo me volvió la cabeza un ocho porque sé que esas palabras ya no estarán más ahí para mi; si a eso le sumamos que muchas de esas cosas significaron y de pronto significan sentimientos profundos pues la situación se complica aún más.

Muchas de esas cartas ardieron en mi interior, esas palabras quemaron como el carbón y su justo destino es ser incineradas para inmortalizarlas; me recordaron épocas de mi vida, a personas de las que nunca volví a saber, a algunas con las que poco hablo y a otras con las que el contacto se mantiene vigente pero no creo que intacto.

Hoy ese pasado se convirtió en cenizas que se llevó el viento, hoy solo quedan los recuerdos en la memoria, hoy las pruebas de lo que fue se esfumaron pero no por ello se perdieron las enseñanzas, hoy lo escrito en el papel no existe pero sí lo que está en el corazón.

viernes, octubre 12, 2007

De lo Que Debemos Callar

¿Cómo es que dicen? "El silencio vale más que mil palabras". "El que calla otorga" También es otro adagio muy popular y además muy sabio, como todos esos refranes que condensan la sabiduría del pueblo que dicho sea de paso actúa como la voz de Dios.

Diría que las personas en general somos más charlatanas que calladas, o por lo menos, las que conozco poco hacen uso del silencio y mucho ejercitan los músculos maxilares; no sé si incluirme porque a veces mi timidez me hace pasar por prudente pero luego ya con confianza la lengua me traiciona y me mandan a callar por decir cosas de más.

Creo firmemente en que una relación se basa mucho en las palabras, y que éstas son las mejores armas para solucionar conflictos, pero a veces, cuando se dicen sin pensar sirven para todo lo contrario: Arman problemas de grandes proporciones y ofenden a las personas dejando una huella imborrable.

El otro día tuve un lapsus donde intenté decir algo, pero, ese mismo lapsus me permitió reflexionar y callé al comenzar la frase. Hoy todavía me preguntó por qué hice ambas cosas, por qué traté de mascullar eso y por qué al mismo tiempo preferí guardarlo para una posterior reflexión. Evidentemente iba a materializar lo que venía pensando pero esa idea traía la otra de la mano que pudo más y detuvo.

El silencio es bueno, muy bueno, te permite pensar, reflexionar, recapacitar, dilucidar, inclusive actuar, el problema es que el que piensa pierde y ese pequeño instante que pudo cambiarlo todo no fue y por esa decisión el futuro acaba de cambiar, todos sabemos que ciertas cosas solo tienen ese momento indicado para existir y a veces el silencio no las deja nacer.

"Es mejor pedir perdón que pedir permiso" No sé si aplica a todas las situaciones, pero lo cierto es que a uno nadie le quita lo bailado y por muchas consecuencias que se paguen siempre queda el sabor de la victoria en los labios.

martes, octubre 09, 2007

Del Vuelo de Icaro

En muchas situaciones de la vida nos ilusionamos con una facilidad asombrosa, creemos de una manera tan ciega que a veces la palabra féd no es suficiente, simplemente nos dejamos llevar por el momento y no nos aterrizamos de ninguna manera, sufriendo entonces graves consecuencias que dejan cicatricez imborrables.

Se da con tantas cosas que la lista es interminable, evidentemente pasa en el amor cuando nos hacemos una imagen de una persona que resulta ser completamente errónea, pasa cuando nos llaman para una entrevista de trabajo, pasa cuando juega la Selección, pasa cuando nos invita a una rumba y pasa, creo yo, con cada posibilidad.

Entiendo que la palabra ilusión se refiere a algo que queremos que sea y que en realidad no lo es, osea, nosotros deseamos que algo pase cuando existe la mínima posibilidad y al final de cuentas nos estrellamos contra la cruda realidad.

No es culpa del mundo ni del destino, solo somos nosotros que volamos tal Icaro rumbo al sol y esperamos no derretirnos, nos maravillamos con la luz abrazadora y brillante sin pensar en que tanta cercanía puede perjudicarnos de una manera inimaginable.

Existen muchas cosas en la vida que solo son para contemplar, con esto no digo que no debamos esforzarnos por ellas o que no las merezcamos, pero a veces, son inalcanzables, por ejemplo el sol y las estrellas, no puedo mencionar personas o lugares porque simplemente alguien dirá que siempre existe un dueño, lo que pasa es que generalmente no somos nosotros.

No digo que ilusionarse sea malo, es mas, yo lo hago muy a menudo, me elevo con una facilidad sorprendente y luego caigo con una velocidad inigualable; lo que si creo está mal es dejar de hacerlo cuando nos hemos herido, el perder los sueños y acostumbrarnos a fracasar; creo mucho en entregarse el 100% sin mirar atrás, en levantarse con ánimos de seguir adelante y triunfar, creo en las ilusiones, en los prestidigitadores y el sol.

jueves, octubre 04, 2007

De los Casamientos y Otras Instituciones

Cerró el diálogo diciendo: "No se casen" Luego corrigió: "No se casen jóvenes" Yo debí haberla corregido diciendo que nadie se debe casar si es una brincona que quiere seguir viviendo como cuando tenía veinte o si no ha logrado cerrar esa etapa donde se le echa muela a todo lo que tenga sangre, pero preferí no entrar en polémicas y guardarlo para el blog, evidentemente todo esto aplica tanto para el género masculino como para el femenino.

Es tan fácil culpar a las situaciones o a las instituciones cuando el culpable es únicamente uno, cuando se toma una decisión que repercute en muchos campos y no sale como se espera pues simplemente se recurre al facilismo de señalar a los demás como causantes de la desdicha, así uno siempre sale ganando.

Es el conocimiento personal el que permite dar o no el siguiente paso, si yo soy un borracho empedernido debo entender las consecuencias que ésta condición genera en mi vida, si soy un perro sinvergüenza no puedo estar prometiendo amor eterno a diestra y siniestra porque evidentemente no lo voy a cumplir.

Ojo que con esto no trato de decir que no se pueda cambiar, el amor es una fuerza tan poderosa que puede generar estos cambios, dejar la pernicia como dice mi abuelita o adorar solo a una mujer porque es la indicada son cosas que suceden muy a menudo, todo depende de la voluntad de cada quien y el deseo de estar siempre mejor.

Para otros, el estar siempre mejor es estar como están, y eso está bien, cada quien puede hacer de su vida un rosario si le apetece, pero el toro siempre habla según como le haya ido en la corrida y es aquí donde se engañan y dan malos consejos porque tratan de vivir una vida que les han señalado y no la que les gusta, craso error.

Para concluir creo que uno debe casarse únicamente cuando está enamorado, no porque se le acaba el tiempo o porque consiguió un buen partido, la edad puede ser un factor influyente pero muchas personas maduran con mucha anticipación y no debe ser determinante; si éste gran paso se hace sin convicción más adelante le será cobrado con altos intereses, dando malos consejos y sintiéndose obligado y perdido.

martes, octubre 02, 2007

De las Salas de Cine

Pasó mucho tiempo para que volviera a visitar una sala de cine, no recuerdo cuál fue la última película que vi, tal vez algo de la saga de Matrix o de Star Wars, con eso les digo todo; este fin de semana, después de mucho tiempo regresé y recordé también porque no soy asiduo visitante de estos lugares de entretenimiento.

En Venezuela nunca fui porque me parece que éste es un plan para dos, no necesariamente para una pareja, pero si es bueno tener con quien comentar algo acerca del film, eso sí, siempre después de la proyección, nunca durante, creo que las salas de cine son como un templo oscuro donde sólo se deben escuchar los sonidos de la proyección.

Yo creo que ése es el motivo principal por el cual casi no voy a cine, porque uno se rodeo de desconocidos con los cuales debe compartir el descansa brazos de la silla, igual es en los aviones pero la diferencia es que hay la luz suficiente para que no sea incómodo, mientras que en el cine el que llega primero tiene el control.

Porque esos mismos desconocidos no respetan el deseo de silencio de los demás y hacen estúpidos comentarios durante la película que los honorables vecinos no queremos escuchar, siempre existe un vivo que se anticipa a los acontecimientos si es una película de acción o aventura, o la vieja bruta que le dice a la protagonista que no vaya por ahí porque está el malo si la cinta es de terror, también está la que no entendió y solo al final comprende la función de cada personaje en la trama.

El lado positivo radica en una imagen impecable, en un sonido espectacular y ver las cintas de estreno, eso es innegable, las sillas pues tampoco son de lo mejor, prefiero estar echado en mi cama pero esa comodidad no se consigue en las salas; también las palomitas y la gaseosa son más baratas en la tienda de la esquina y siempre existe la opción de una pausa para ir al baño o si suena el teléfono.

En fin volví después de mucho tiempo, la compañía fue buena y respetó mis gustos para disfrutar del cine, les recomiendo la cinta: Premoniciones.