lunes, agosto 21, 2006

Edición de Aniversario

Me parece extraño que para estas fechas se junten tanto ciclos aparentemente tan diferentes: Un nacimiento, una muerte y una evolución, o mejor: Un nacimiento, una evolución y una muerte; en este orden es como se dan las cosas en la vida, primero nacemos, luego crecemos, algunos inconcientes se reproducen como conejos y por último morimos. Cabe decir que el aniversario de mi evolución tiene que ver sólo con crecer y absolutamente nada que ver con reproducirse, espero que eso no se dé en esta década.
El aniversario del nacimiento es para mi muy importante, es la persona que más quiero en la vida, a quien llevo en mis pensamientos cada mañana al levantarme y cada noche al acostarme, es a quien confío mis dudas y mis temores, mis decisiones y mis desdichas, también creo que es la persona que más me quiere en la vida y eso la hace la más importante para mi, al parecer nuestro cordón umbilical nunca se cortó pero no llegamos al complejo de Edipo, el amor y la amistad son tan puros que la distancia solo ha servido para acercarnos más. Feliz Cumpleaños Mamá.
El aniversario de la evolución tiene que ver con un paso en la vida, con una decisión, con un cambio radical, con arriesgarse y perder, con las ganas de aprender, con tener un sueño y seguirlo, con actuar más y quejarse con menos, con dejar todo atrás para tener todo adelante. Se cumple un año de un viaje extraño, lleno de complicaciones divertidas, con golpes y caricias, con ausencias y sin amores; son 365 días intensos, tachados uno a uno en las hojas del calendario, pensando en qué estaba haciendo un año atrás y ahora resulta que a partir de éste aniversario tendré que recordar que ya estaba aquí.
El aniversario de la muerte tiene que ver con una vida bien vivida, con muchas imágenes, olores y sabores característicos, pero no de la muerte sino de la vida; para rememorar una muerte se debe hablar de la vida que uno vivió junto a esa persona porque no se puede hablar de los zapatos de los demás sin haberlos calzado. Entonces, este aniversario de la muerte me recuerda a mi infancia porque fue ahí donde lo conocí y así mismo como lo dejé lo encontré: sentando en la misma silla viendo pasar el tiempo de manera pausada, sin afanes, sin cansancios, sin quejas. Ojalá el arribo de la muerte a mi vida también llegue con esa calma aparente, como si fuera una cita con una vieja amiga, sin apuros, solo un encuentro silencioso y sin temores, dos conocidos que se van juntos para no volver.
No sé si estoy de plácemes, realmente es otro año que se fue entre horas de trabajo y momentos silenciosos, me imagino que celebramos el inicio y no el transcurso de las etapas, su finalización también, mientras tanto rindo un pequeño homenaje a estos tres aniversarios que de aquí en adelante se repetirán cada año. Salud!!!

martes, agosto 15, 2006

De las Vicisitudes y la Fé

Leyendo un libro que me prestaron recientemente, aparecía una definición de una palabra muy interesante: Crisis, y dice que las crisis acontecen cuando algo que está muriendo no termina de morir y algo que está naciendo en su lugar no termina de nacer.
Creo que es la mejor definición para esa palabra que a diario nos atormenta, y siguiendo sus lineamientos me declaro abiertamente en crisis; algo que está muriendo dentro de mi se niega a morir y eso que se levanta en su lugar aún no termina de erigirse.
Los periodos de crisis no comienzan y terminan en un momento determinado, generalmente cuando nos damos cuenta ya estamos metidos en ellas y solo nos queda tocar fondo para volver a impulsarnos, no se pueden encasillar las crisis dentro de una fecha de inicio y una de finalización, las crisis son aguas mansas que van subiendo de nivel casi imperceptiblemente.
Lo que vale la pena rescatar de las crisis es la manera en que las afrontamos, si nos sumergimos en ellas con esperanzas de morir o las encaramos como guerreros que a pesar de saberse vencidos dan la lucha hasta el final. En general en las crisis nunca ganamos directamente, siempre salimos lastimados y con más cicatrices, lo único que nos alienta a seguir es la esperanza de que todo pasará, que nada dura para siempre, que nadie es eterno en el mundo, en general, es cuestión de fé.
Para superar las crisis generalmente nos aferramos a algo por ínfimo que sea, lo importante es mantener la esperanza porque cuando se pierde ya no nos queda nada, creemos con fé ciega y apostamos a cualquier locura, nos lanzamos al vacío y esperamos caer de pie como los gatos; entonces nuestra fé es la única aliada ya que creyendo firmemente las cosas tienden a mejorar, todo da un vuelco positivo y así como llegamos salimos de la crisis, más sabios, más viejos, menos ingenuos.
Sí, hoy me declaro en crisis, hoy me aferro a mi fé, hoy reconozco que una etapa muere y otra nace, pero no me encuentro desesperado, el entender qué representa una crisis me ayuda a superarla con calma, sin afanes, sin prisas, me permite disfrutarla...

sábado, agosto 05, 2006

De Dios y los arqueros

Analizando los últimos hechos que acontecen en mi vida llegué a una conclusión que quiero compartir con ustedes, como siempre: El oficio de Dios es igualito al de un arquero de fútbol.
Un guardameta puede jugar muy bien durante 89 minutos del partido y atajar 20 opciones de gol, pero con solo una que deje pasar el juego se pierde, la gente no lo recuerda por todas las que atajó sino por esa única que dejó pasar, sin importar si era una jugada imposible o infantil, siempre será su responsabilidad.
Creo que igualito nos pasa con Dios y nuestras fé, Él puede estarnos favoreciendo durante todas las etapas de la vida, pero cuando nos sucede algo que no queríamos que pasara pues simplemente le preguntamos por qué, por qué lo permitió? por qué si uno no lo merece permite que le hagan esas cosas? Nuestra fé inquebrantable cuando todo va bien se desvanece en un instante y simplemente dudamos de la existencia de Dios por desviar el cauce de las cosas sin razón aparente.
Aunque a veces también creo que su oficio se parece más al de un juez central, donde debe impartir justicia a pesar de los intereses de las partes y simplemente ser objetivo, pero sería demasiado porque los árbitros son humanos y también se equivocan; mejor me quedo con la idea del guardameta donde su único interés es defender nuestra portería y también se le cuelan algunos balones que parecen inexplicables.
Esta vez siento que el gol fue estúpido, que se pudo hacer más pero ni modo, lo hecho hecho está, en los deportes como en la vida siempre existen revanchas pero nos gustaría mantener nuestro record invicto, no haber perdido ni una sola vez, salir victoriosos de cada encuentro, no solo ganar sino con el marco en cero, pero eso es otra historia, eso es ficción.