miércoles, diciembre 08, 2010

De Montreal (Día 1)

Me levanto temprano con una sensación diferente: Estoy con mi familia. El sol entra radiante por la ventana y hay toda una ciudad por visitar.

Desayunamos con calma y nos vestimos para salir, tomamos el automóvil hacia la estación de buses llamada Panamá, aunque como me dice mi prima no tiene nada de tropical, cruzamos el puente y llegamos a la ciudad, ahora el metro para ir a no sé qué estación y conocer algo.

Caminamos un poco pero el estado es diferente al resto del viaje, vamos con su hija menor y pues no colabora con la caminada, se quiere quitar la chaqueta por la agitación pero el viento es mortal, hace berrinche y tiene hambre a cada paso.

Visitamos una muy pequeña parte de la ciudad subterránea, entramos al museo de historia natural de la universidad y listo, ese ha sido todo el paseo, bastante corto a decir verdad pero lo entiendo, la familia trae consigo ciertos compromisos que no se tienen bajo la soltería, los hijos son otro cuento y no hay nada que hacer, de regreso a casa.

Ella me dice que las impresiones de la ciudad las tendré cuando llegue su marido que está en Quebec, que él conoce mejor todo y podemos caminar los dos sin apuros, como en los viejos tiempos; ahora es momento de alistarse porque mañana me encontraré con él allá y retomaré el ritmo de viaje.

martes, noviembre 30, 2010

De Toronto - Montreal

Me levanto temprano aunque todo el equipaje listo, voy a caminar la ciudad hasta la estación del tren buscando un lugar para cambiar unos dólares y así pagar la cuenta en el hostal. Llego a la estación y veo un local de cambio de moneda, me siento a esperar que lo abran pero parece que nadie va a llegar, empiezo a desesperarme mientras el tiempo corre así que me devuelvo por mi maleta usando una ruta diferente buscando otro sitio de cambio de divisas, lo encuentro pero también está cerrado. De qué sirve que cambien la hora si todo el mundo entra a trabajar cuando se le da la gana?

Llego al hostal y bajo todo junto a la puerta, me siento a esperar y a decidir qué hacer, será que dejo un billete americano y que se cobre como pueda? O mejor dejo una nota y que me descuenten de la tarjeta de crédito? Ellos tienen el número de la reserva, pero qué tal que eso sea mal visto? Dejaría por el piso el nombre del país así que no es bueno.

Opto por armar una nota explicando la situación y dejando en ella el billete americano cuando llega la mujer de la noche anterior. Le pregunto por Danny y me dice que no va a llegar que ella me puede ayudar, le explico que debo pagar y pasamos la tarjeta de crédito sin problemas, hubiera hecho eso anoche y no tendría que andar a las carreras!!! Me pide que baje mis sábanas y lo hago de afán, salgo corriendo a la estación aparentemente con tiempo, así que camino rápido pero no me estreso, no es la primera vez que voy sobre el tiempo para alcanzar algún transporte, nunca me he quedado así que no hay de qué preocuparme, además ayer nos demoramos en salir así que no hay problema.

Cuando llego a la estación trato de reclamar mi tiquete en la máquina pero me dice que la reserva no existe, no veo a nadie haciendo fila así que me imagino que ya abordaron, me acerco a un stand y le digo a la empleada que creo que mi tren ya partió, que si le puede pedir que me esperen que estoy en el filo de la hora, o en el peor de los casos que me cambie el tiquete para el siguiente tren, tendría que esperar dos horas y no me molesta.

Ella se da cuenta que mi tiquete no tiene ni cambio ni reembolso después del horario, quiero comprar un tiquete nuevo en el siguiente tren pero me dice que valdría tres veces lo que me costó el que ya no es útil, le hago cara de querer llorar y me pregunta el por qué de mi retraso, le comento la situación con mi tarjeta de crédito y el hostal y me pregunta que si hubo un retraso en el metro, le digo que si y me hace el cambio sin problema, me dice que no fue mi culpa que el metro se hubiera retrasado pero que nunca jamás vuelva a llegar sobre la hora para abordar el tren, le digo que aprendí la lección y que le deseo lo mejor.

Nunca entendí por qué me dijo lo del metro, tal vez fue que mi parco inglés no dio para que entendiera otra cosa, o tal vez quería ayudarme y sabía que eso era lo que tenía que decir, fuere cual fuere el motivo me ahorró un montón de dinero.

Espero en las salas y luego hago la fila, hay muchas más personas en el viaje que ayer y lamentablemente no me puede ir solo en mi silla, se sienta junto a mi un muchacho joven, yo sigo pegado a mis audífonos y me quedo dormido pronto. Me despierta luego de un rato el carrito de la comida, el tipo ordena un sandwich y yo también, pero veo que no intenta comérselo mientras yo tengo un hambre bárbara es mi primera comida del día y no voy a resistir más, a medida que voy destapando todo me doy cuento que el tipo repite mis movimientos, de no ser porque veo que lee un libro inglés diría que es igual de turista que yo, en fin.

Llego a mi destino y llamo a mi prima, me contesta una de sus hijas y me dice que están perdidas pero ya casi llegan, sigo caminando por la estación de Montreal para desaburrirme hasta que al fin las veo, un abrazo grande para todas y para el carreo, estoy mal parqueada. Las preguntas triviales y de una para la casa, ya todo está muy oscuro. Llegamos al apartamento que es muy bonito, como buenos colombianos nos sentamos en la cocina a desatrasar el cuaderno, hace un tiempo que no nos hablamos y hay mucho que decir, las horas pasan y parecemos no aburrirnos, ya es hora de ir a la cama, mañana será otro día, otro tipo de viaje.

lunes, noviembre 29, 2010

De Niagara Falls

Un sol encantador me despierta, ojalá se mantenga así todo el día. Me dirijo a la estación del tren que queda muy cerca al hostal, reclamo mi tiquete en la máquina automática y hago la fila que todo el mundo hace.

Subo al tren y me encuentro con unas instalaciones verdaderamente acogedoras y limpias, parece que será un bien viaje, ojalá, porque de eso depende el ahorrarme muchos pesos en el regreso de Montreal a New York. En la banca que queda a mis nueve se sientan una pareja de asiáticos muy jóvenes, con pintas corridas como las que muestran en las películas, pelo de colores y pantalones raídos, toman muchas fotografías como los de las películas y los envidio por un momento.

El aparato se mueve a paso lento pero seguro, con un ritmo interesante, además me encuentro con mis audífonos en la maleta y mucha música en el celular, no se imaginarán lo bien que se siente andar en tren, ver el paisaje y escuchar a Sui Generis de fondo, para subirle el ritmo también suenan U2 y Orishas que hacen lo propio.

Llegamos a Niagara Falls y salgo de la estación caminando hacia donde me imagino deben estar las cataratas, el pueblo se ve bastante tranquilo, caminar la avenida me sienta bastante bien, muchas fotografías porque cada rama llama mucho la atención hasta que por fin me encuentro con el Velo de Novia, es muy bonita, pero no tanto como la herradura, y dicen, los que conocen, que no tanto como Iguazú o El Salto del Ángel, tocará ir para comparar de primera mano.

Entro hasta los túneles detrás de las cataratas, también a una función interactiva y sigo tomando muchos retratos, todo es muy limpio, seguro y bonito, me llama mucho la atención como han comercializado el pueblo para que la belleza no sea simplemente de la naturaleza, para que el turista se quede y gaste mucho dinero, el casino, las atracciones; de todas maneras pienso en que el pueblo es como el oropel, muy bonito a primera vista pero me parece que luego de unos días debe ser aburridor, no parece haber mucha actividad aparte de lo turístico que se recorre con tranquilidad durante las horas del día que hay entre las reservas del tren.

Camino de nuevo hacia la estación al filo de la tarde, no alcanzo a ver la iluminación que ya está instalada, me queda faltando eso, pero éste día se apunta de lejos entre los mejores del paseo, se lo recomiendo de veras, es algo nostálgico y bohemia, definitivamente la naturaleza consigue llevarnos a un nivel que no muy seguido logramos alcanzar.

Llego de noche a la hostal y no está Danny, hay otra vieja en la recepción y decido que mañana pagaré, tengo tiempo de sobra...

miércoles, noviembre 24, 2010

De Toronto

No pasé una de las mejores noches puesto que el man de la cama de abajo llegó no sé a qué horas y hacía mucho ruido, parecía que amarraba cosas y les ponía cinta, en medio de mis sueños me dijo que no había nada de qué preocuparse porque estaría empacando su maleta para irse y la siguiente noche sería mejor.

Vaya sorpresa al despertarme y ver que el tipo tenía una careta al estilo de piloto de avión, pero su respiración se escuchaba como la de Darth Vader. Me pareció que era como un purificador de aire porque estaba conectado a una caja transparente y además a la corriente. En fin, nadie más se había levantando, me imaginé que por ser domingo, bajé y me encontré de frente con Danny quien me preguntó que si sabía qué hora, porque durante la noche se había efectuado el cambio de horario.

Es decir que mientras yo pensaba que eran las 8:30 resultó que apenas eran las 7:30 y pues quería aprovechar el día pero no tanto, me senté a navegar y a esperar que fuera la hora para poder visitar el Rogers Centre. Subí a la CN Tower que da una vista magnífica a toda la ciudad y el lago, desde ahí fijo mi otro punto de llegada que será Casa Loma, una especie de museo, aunque ya estoy algo cansado de tanto arte y cosas antiguas, pero hasta allá iré a dar.

Bajo para recorrer la ciudad con calma, los mismos lugares que visité la noche anterior y muchos más, camino y camino por una de las calles más larga del mundo hasta que me doy cuenta que estoy en ella y decido cambiar de rumbo, ya empieza a verse el movimiento a pesar del viento que cala los huesos, definitivamente la ciudad es muy bonita pero venir a verla luego de conocer New York le resta mucho a su encanto, de todas maneras hay que mirarla como un ente único y pues se ve muy bien.

Llego a Casa Loma y tengo otra vista diferente de la ciudad, no pude conocer Chinatown ni Little Italy en New York así que me voy a acercar a Koreatown. Me doy cuenta que estoy en la vecindad no por la gente sino por la cantidad de locales de comida oriental que se encuentran, además de negocios particulares que no dejan duda. Aparentemente ya vi todo lo interesante de la ciudad, que no es mucho, y pues será regresar al hostal, decido mejor caminar hacia el centro comercial para sentarme y apreciar el panorama, de camino paro en un sitio de burritos ubicado en un sótano y atendido por jóvenes no mayores de 18, como con calma y no me parece malo.

Llego al centro comercial y me siento frente a Victoria's Secret. Miro a muchas mujeres pasar, definitivamente se ven muchas bellezas, para todos los gustos, me impresionan mucho los rasgos asiáticos, es sorprendente ver tanto oriental que habla únicamente inglés y tanto inmigrante que solo habla su idioma. Aunque debo aclarar algo, me parece que en mi país se ve más belleza por metro cuadrado que allá, de pronto es que extraño la patria, vaya, analiza y me cuenta.

Regreso al hostal y hay mucha gente en la sala, van a ver el fútbol americano, me siento allí a esperar un computador mientras comparto con ellos, los escucho hablar en sus diferentes acentos y veo el partido como si me gustara. Hago lo que tengo que hacer y me voy a descansar porque mañana visito Niagara Falls.

lunes, noviembre 22, 2010

De New York - Toronto

De nuevo hace un sol muy agradable, compro un café en una tienda frente al Central Park y camino en busca del edificio Dakota. Cuando estoy frente a él no me atrevo a tomar ninguna foto de cerca porque parezco el único turista del momento, camino un poco hacia el oeste cuando noto un bus de esos que pasean a la gente por los lugares más representativos de la ciudad, parquea justo en la acera del frente y se bajan como cincuenta europeos que toman fotos como si el mundo se fuera a acabar.

Es mi oportunidad, además desalojan la acera porque van hacia el memorial que hay en el parque así que puedo seguirlos y no bregar tratando de encontrarlo. Cuando llego a la placa una señora les relata cosas en francés y espero mi turno para tomar la deseada fotografía. Ya solo me quedan tres horas para salir hacia el aeropuerto así que debo seguir caminando.

Bajo hasta Broadway donde la gente hace fila para hacer parte de la audiencia de un programa, por la hora y el clima puedo apreciar el sector con tranquilidad, decido seguir caminando hasta el sur y sin querer queriendo llego hasta Chelsea, allí una señora ciega me pedí que la ayude a cruzar la calle. Por fuera del itinerario se quedaron Soho, Tribeca, la Zona Cera, el ferry y demás, todo por tiempo, plata y desconocimiento, será en otra oportunidad, ahora debo buscar las tiendas de souvenirs que ya tenía vistas para comprar algo peculiar a toda la gente que está enterada del viaje.

Camino hacia el norte buscando las tiendas pero voy por la vía incorrecta, cuando me doy cuenta ya estoy casi sobre el parque y tendría que devolverme, el reloj apura así que será comprar todo en el aeropuerto de regreso, saco mis cosas del hotel y tomo un taxi. Llego con tiempo suficiente así que me chequeo y voy por una hamburguesa y una cerveza, escucho a la gente del bar hablando en español así que no tengo que esforzarme, atiende una dominicana que se nota disfruta su tiempo en New York, habla de su último novio colombiano y que sabía dar masajes, si supiera cuánto me acerco a esa descripción.

Es el momento de hacer el balance y dar los consejos para aquellos que quieran visitar la gran manzana:
1. Se necesita mucho dinero, la ciudad no es económica, hay muchas cosas para hacer, menos mal yo no iba en plan de compras porque hay muchas tiendas que podrían dejarlo a uno en la ruina.
2. Se necesita mucho tiempo, tantos planes, tantas cosas para disfrutar, lugares para visitar, no vaya con afanes y tenga mucha paciencia.
3. Se necesita mucho estado físico, hay que caminar y caminar para poder disfrutar, los medios de transporte son buenos, pero un lugar se conoce caminándolo, encontrando pequeñas cosas que no nos muestra la televisión.
4. El New York Pass fue una muy buena elección, existe otro que se llama City Pass y trae entradas a muchas más cosas, famosas y no tan famosas, pero con más tiempo las habría visitado todas.
5. No deje de ir, vale mucho la pena, no se arrepentirá, sencillamente la ciudad es maravillosa.

El vuelo a Toronto es corto y tranquilo, además somos pocos pasajeros, la vista del lago es muy bonita y la ciudad se ve muy bien desde el cielo, paso sin problemas por inmigración y cambio unos dólares aunque recibo menos de lo esperado, tomo el bus hacia downtown siguiendo las recomendaciones y me bajo en la parada respectiva. Me doy cuenta que preparé con detalle mis días en New York pero nada de la parte canadiense, necesito un mapa porque trato de seguir las indicaciones y fallo en tres intentos de cuatro posibles.

Llego al hostal donde Danny me recibe de manera muy cordial, no puedo pagar porque la máquina de la tarjeta de crédito no está funcionando, que no me preocupe que después le pago, me enseña como abrir la puerta principal y me lleva a mi dormitorio; es en último piso y solo hay una persona, el desorden es monumental pero por lo menos no huele mal, me toca la cama superior del camarote donde no hay ni una repisa para ubicar mis cosas, converso con el tipo que es francés, tomo una ducha y salgo a recorrer la ciudad.

Doy una vuelta por el Entertainment District, me topo con los headquarters de Much Music, se ve mucha gente caminando y lugares para ver con calma, parece que será un buen día mañana para caminar, trato de comprar un mapa pero vale cuatro dólares lo que era gratuito en New York, como nota particular veo más vagos en Toronto en dos horas que en todo el tiempo que estuve en New York, regreso al hotel y para variar estoy tan cansado que solo puedo dormir.

sábado, noviembre 20, 2010

De New York (Día 2)

Me levanto un poco más tarde de lo esperado, salgo a la calle y el sol está radiante, no calienta nada pero por lo menos no cae la lluvia mamona del día anterior. Mientras camino bajo el sol veo que frente a mi viene una madre con sus dos hijos, un niño de unos 8 y la niña de 6. La señora viene jugando con el chico a empujarse mientras caminan, pero en un descuido de ella cruza su pierna por delante de la de él, lo pisa y además lo empuja haciendo que se caiga; el niño cae sobre su brazo y por un instante solo hay silencio, luego empieza a llorar pero no por su golpe al ego sino por físico dolor, se nota en su cara. Sigo caminando mientras aguanta la risa y pienso que hay cosas que pasan en cualquier lugar del mundo.

Rockefeller Center el primero destino del día. Desde el mirador la ciudad de ve majestuosa, tomo muchas fotografías mientras aprecio el Central Park y el río Hudson, me imagino que la vista habría sido mejor desde el Empire State pero no importa, estoy aquí apreciando la gran manzana y eso no tiene precio.

Salgo con el tiempo preciso para llegar al puerto y tomar el barco que recorrerá el cono sur de la isla, tenía la opción de tomar otro tour diferente que me llevaría a tocar tierra en Ellis Island y la Estatua de la Libertad pero preferí tomar éste y así ver, aunque sea de lejos, el sector de la isla que no voy a recorrer.

Soy de los últimos en embarcar así que empezamos el recorrido, estoy en la primera planta del barco que tiene calefacción, compro algo de café y lo disfruto con calma mientras salimos del puerto y llegamos a los edificios interesantes. A medida que vamos avanzando el guía va narrando todo con lujo de detalles, el barco se mueve rápido y es difícil mantener el pulso firme para tomar las fotografías.

Cuando llegamos a la Estatua de la Libertad desaceleran y tomamos muchas fotos, es algo complicado porque todo el mundo se agolpa para tomar fotos y además hay que tratar de no estorbar en las tomas de los demás. Continuamos el recorrido por el lado este de la isla apreciando Brooklyn y demás. El barco gira para regresar al puerto y me parece que ha sido otra excelente elección, muy recomendable.

Camino hacia el Central Park y almuerzo un hot dog de carrito como en las películas, he llegado al Museo de Arte Moderno donde hay mucha gente, tal vez por la hora, ingreso un poco perdido y me topo con el arte sumerio, los griegos, arte medieval, los óleos son tantos y hay tan poco tiempo, muchos artistas famosos y obras representativas, hay una exposición especial de Miró pero no se pueden tomar fotos, me siento agotado pero quiero ascender a otras salas y no encuentro la manera, no me he perdido en la ciudad pero sí dentro del museo, vaya ironía, cuando me voy a dar por vencido me doy cuenta que he estado sentado muy cerca al elevador, sigamos con la ruta.

Recorro el museo al derecho y al revés, ojalá tuviera más tiempo para volver a verlo, duraría días enteros tratando de apreciar todo el arte con detenimiento pero no se puede, cuando salgo ya ha oscurecido y si pudiera atravesar el Central Park estaría en cinco minutos en el hotel pero leí que no era lo más recomendable del mundo aunque voy pendiente de alguna calle iluminada para tratar de cruzar.

Hay gente trotando, mañana es la maratón, sigo sus pasos pero a mi ritmo y cuando me doy cuenta me encuentro en lo que será la línea de meta de la carrera. Malditos los aficionados que corrieron la carrera: Uno porque corren, dos porque tienen el dinero para ir hasta allá simplemente a correr. Cuando estoy en el lado oeste del parque me doy cuenta que sigo bastante al sur, como si lo hubiera rodeado en lugar de atravesarlo, camino hacia el hotel y me digo que definitivamente no habrá salida nocturna en New York, tal vez si estuviera acompañado...

jueves, noviembre 18, 2010

De New York (Día 1)

Amanezco en LaGuardia, paso a acicalarme un poco, desayuno en una panadería que permanece abierta 24 horas, bajo de nuevo esperando que aclare un poco y también que deje de llover, cosa que nunca sucede, así que decido tomar el taxi que me llevará al lugar donde voy a almacenar la maleta mientras me chequeo en el hotel.

El taxi me lleva sin contratiempos a la dirección, primer golpe al bolsillo 44 dolaretes del alma con propina incluida, puedo pagar con la tarjeta de crédito y con eso mantengo conmigo el poco efectivo que llevo y me servirá para pagar pequeñas cosas, como por ejemplo el almacenamiento de la maleta que cuesta 10 dólares el día. Saco las cosas que necesito para el día, me cuelgo mi cámara al cuello, reviso el mapa trazado y salgo como todo un turista.

Camino bajo la llovizna hacia el Empire State, sé que perderé la subida por el clima, pero el itinerario está trazado de esa manera así que ni modo, no puedo perder otras dos horas esperando ya que las demás atracciones del New York Pass abren a eso de las diez, así que continúo pegado al plan y camino decidido, eso sí, no dejo de apreciar los edificios a mi alrededor, es como estar en las películas.

Llego al edificio y recibo mi talonario de entradas, esa platica no se perdió, me dice el conserje que la visibilidad es reducida, ni modo, me toman la foto sobre la tela verde para el montaje y asciendo, fotos van y vienen, todo es muy bonito y muy limpio, pero cuando salgo al mirador la realidad es otra, la visibilidad pasó de reducida a nula, solo veo neblina y el viento congela mis huesos, igual rodeo el edificio y tomo las fotos de rigor, por lo menos puedo decir que estuve.

Camino por la quinta avenida en busca se Saint Patrick y el Museo de Arte Moderno, no para de llover así que acelero y tomo solo unas pocas imágenes de los edificios, me detengo frente a la catedral y saco las fotos, aprovecho para tratar de comunicarme a la casa porque buena parte de Manhattan tiene wifi, no lo consigo pero igual respiro un poco, maldigo el día en que decidí dejar de fumar porque todo el mundo lo hace, además ese frío y la lluvia solo invitan a un tabaco, pero nada, hay que aguantar.

Llego al Museo de Arte Moderno que todavía no ha abierto al público general y me encuentro con una larga fila de gente bajo la lluvia, es el momento de aprovechar el New York Pass, así que se lo muestro al portero que me deja ingresar y me indica el mostrador al que debo acercarme para que me validen la entrada. Me detengo en la fila para ingresar a las salas y ya puedo informar a mi familia que todo va de maravilla, hay mucha gente y escucho muchos idiomas y diferentes acentos.

En el museo me topo de entrada con Frida lo cual me parece una bienvenida acogedora, me deleito con Warhol y Pollock, con los abstraccionistas recuerdo mi clase de historia del arte, aprecio las instalaciones y descanso otro poco. Muchas fotografías que luego harán parte de un concurso: Cuál es el nombre del cuadro y su autor?

Hora de buscar algo de comer, recoger la maleta y chequearme en el hotel para la última parada del día: El Museo de Historia Natural. Camino por la séptima avenida hasta Broadway, las fotos de rigor, no para de llover y almuerzo junto al museo de cera, cosa que me servirá para decidirme a entra ahí después. Recojo la maleta y a caminar de nuevo hacia el hotel, el camino es largo aunque ya casi no llueve, no dejo de apreciar la arquitectura y todavía como que no me lo creo: Estoy en la Gran Manzana.

Me registro en el hotel y de nuevo me duele el bolsillo, son casi 300 dólares por solo dos noches, y eso que es uno de los más baratos del sector. La habitación me desilusiona, me parece que no voy a caber en la cama y no puedo dejar caer el jabón en la ducha porque es tan pequeña que no podría agacharme a recogerlo, en fin ahí solo voy a dormir y ya, espero poder dormir en paz.

Salgo de una al Museo de Historia Natural, el mismo de las películas, cierran algo temprano así que debo recorrerlo con agilidad, las salas son inmensas y las representaciones muy reales, lo único latinoamericano que encuentro es acerca de los mayas y algo de la amazonía, los dinosaurios son inmensos, hay tanto para ver. Permanezco hasta que empiezan a desalojar las salas, cuando salgo ya ha oscurecido aunque aún es temprano, camino con ganas de entrar a un bar pero estoy rendido, no resisto las plantas de los pies y necesito un baño reparador, mañana será otro día en New York.

martes, noviembre 16, 2010

De La Crónica De Un Viaje: Epílogo

He tenido ésta vaina muy abandonada, todo por causa del trabajo, me siento mal por eso pero siempre ando tan cansado que ya no me da la nota para escribir. Lo que necesitaba eran unas vacaciones, y sí que me las he dado, es tanto que a partir de ahora tengo mucho que contar a raíz de ellas, por eso mismo esta entrada es un epílogo: Porque hay mucho para narrar.

Luego de muchas deliberaciones y con la ayuda de Javier se definió la ruta: New York, Toronto y Montreal, intermedias y alrededores; la idea es aprovechar lo más que se pueda el tiempo ya que falta otro año para las próximas vacaciones y no todas las veces me puedo dar el lujo de hacer un tour de este tamaño.

Como nada es gratis en la vida hay que encontrar la manera para ahorrar mis centavos, empezamos por lo básico: El pasaje. Definitivamente la mejor opción es Spirit. Resaltan unas fechas cercanas a su fecha de viaje donde se consigue más barato el tiquete, así que esa es mi primera modificación al itinerario, más días de tour. Sale de Bogotá en la tarde y existe la opción de llegar a New York a media noche o a la madrugada, todo depende de la hora a la que se quiera tomar la conexión en Fort Lauderdale. Como igual voy a amanecer en un aeropuerto prefiero hacerlo en LaGuardia, tiene más nombre y pues es New York, pero ya les contaré por qué no fue la mejor opción.

El día del viaje ha llegado y me presento en ventanilla a la hora más o menos normal, cosa que tampoco es la mejor idea puesto que como colombianos no obedecemos mucho las reglas así que mientras espero en la fila veo gente que saca libras de café, papas fritas, galletas y múltiples comestibles de la maleta que van a chequear para pasarlos a su maleta de mano, así que ambas terminan pensando como dos arrobas; imagínense esa escena con casi todas las personas en la fila, retrasa la hora de abordaje considerablemente, así que si usted no es uno de esos, o si lo es, mejor llegue temprano para que ande relajado.

En cabeza de pista un retraso de casi media hora que disfruto durmiendo y luego de casi cuatro horas en Miami. El viaje sin contratiempos, pero el avión es mochilero y me raspo las rodillas con la silla de adelante, definitivamente se recibe lo que se paga, además la emoción de llegar hace todo más digerible. En Fort Lauderdale corra para inmigración, a recoger las maletas, qué es la comida que lleva, póngalas en la banda y de una para el otro avión porque los están esperando; como dijo la pereirana que iba a mi lado: Ni tiempo me dieron de ir al baño y no he ido desde esta mañana.

Tres horas después se ven las luces de Manhattan, busco la estatua de la libertad pero no la logro ver y ahora solo queda aterrizar. Breve la vuelta en el aeropuerto pero todo el mundo tiene o quién lo recoja, o se va en un taxi, mientras yo me quedo absolutamente solo y esperando que en algún momento la gente de seguridad me diga que no puedo dormitar ahí.

Por eso me parece mejor la otra opción, la de tomar la conexión a la madrugada, porque le reciben la maleta, probablemente haya más gente esperando con usted, nadie lo puede echar porque así es el itinerario que propone la aerolínea, no importa si llega tarde porque tiene tiempo de sobra, lo único que tiene que hacer es buscar su lugar para dormir y esperar su vuelo, al fin y al cabo va a llegar madrugado a New York que fue lo mismo que yo hice.

lunes, octubre 25, 2010

De La Fecha De Caducidad

Me imagino que para éste viaje comprará muchas cajas de condones y las utilizará todas por allá. Me dijo con tono serio.

Le voy a decir la verdad: Siempre en la maleta cargo dos condones, uno nunca sabe cuándo pueden ser necesarios, pero honestamente, es más probable que los tenga que desechar porque alcancen la fecha de vencimiento a que sean usados. Esa es mi triste realidad.

Todavía tengo en mi memoria la situación exacta en que los adquirí. Fue una noche de tragos en un pueblo al que no he vuelto. Estábamos los amigos bebiendo desde hacía rato cuando de pronto apareció una vieja con la que bromeábamos. Aladino le decían porque aparecía cada vez que se frotaba una botella.

Como siempre me comporto cada vez que estoy entrado en tragos, fui muy galante y atento, qué quieres tomar, siéntate a mi lado, conversemos, vamos a bailar; ella no oponía nada de resistencia y parecía agradarle la situación. Tanto así que mis compañeros, también bajo efectos del alcohol, me alentaron a que comprara los preservativos porque algo iba a pasar esa noche. No quedaba duda. Ya la tenía donde quería.

Definitivamente el ego masculino en lo que tiene que ver con las mujeres siempre vive demasiado inflado.

Total que cerraron el antro y cuando llegó la hora de para dónde vamos, dijo que se iba para su casa porque su hijo estaba solo y ya era tare. Sin comentarios.

Entonces desde ese día viajo con condones en mi maleta, porque de algo sí estoy muy seguro, o alguien que no sea yo algún día los va a necesitar, o el día que yo no los cargue los voy a necesitar. Ley de Murphy.

martes, septiembre 21, 2010

De Tengo Un Sentimiento

Regina posteó ésto en su Facebook y no lo podía dejar pasar, con ustedes "Tengo un sentimiento" por Calor Norteño.

viernes, septiembre 17, 2010

De Una Suposición

Hagamos una suposición por un momento, reflexionemos acerca de una situación específica, pensemos y respondamos éstas preguntas.

Supongamos que por alguna razón sabemos cuándo, cómo y dónde vamos a morir; así como en la India donde los niños desde antes de nacer ya tienen asignada la persona con la cual se van a casar, solo que en ésta situación nuestra pareja es la muerte, entonces escoja la fecha que más le agrade y piense que ese día va a morir.

No importa lo que haga durante el tiempo que le resta, no importa cómo trate de evitar la situación, es más, no sabe nada de su futuro, solo sabe cuándo, cómo y dónde va a morir, es inevitable. Ahora que lo ha pensado vamos con las preguntas y la reflexión.

Cómo llevaría su vida? Se daría al hedonismo puro, lleno de licor, putas y drogas o por el contrario disfrutaría cada momento con su familia? Para aquellos no tan extremos existe la posibilidad de continuar la vida como si nada, pero no me gusta esa opción. Viajaría por todo el mundo y gastaría el poco dinero que tiene o por el contrario buscaría tratar de ganar más para los que se quedan?

Se reconciliarían con todos a quienes ha hecho mal o trataría de refugiarse en la soledad maldiciendo su destino? Mejor aún, se lo diría a alguien y hablaría de ello como algo natural o lo soportaría solo esperando que el silencio no le carcomiera el alma. Aclaro que el único que sabe cómo, cuándo y dónde se va a morir es usted, no es una catástrofe mundial o algo así, simplemente por cosas del azar usted tiene esa información pero el mundo sigue girando como si nada.

Trataría de suicidarse? Si va a morir en esa fecha exacta pues no importa que lo intente antes ya que no puede cambiar el destino, eso sí, tenga cuidado con el método porque igual podría quedar en silla de ruedas o pasar un penoso tiempo en el hospital, recuperarse y morir, no creo que esa sea una buena decisión pero para eso son las preguntas: Para reflexionar.

Si por ejemplo está solo como yo, trataría de buscar el amor de su vida? alguien con quien compartir en pareja aunque el tiempo que le queda sea corto y probablemente su partida le haga mucho daño a la otra persona? Asumamos que la encuentra, porque como lo he explicado la vida continúa sin mayores cambios.

Culparía a Dios? Debe existir una fuerza superior que decida cuándo, cómo y dónde va a morir. Creería en la información acerca de su cita con la parca? Siempre hay excépticos. Haría todas las cosas que siempre ha querido hacer y ha pospuesto por miles de razones?

Yo todavía no tengo respuestas, pero estoy lleno de preguntas.

sábado, septiembre 11, 2010

De La Caja De Rosas

Con motivo de la celebración del mes del amor y la amistad y con una actitud de empresario muy loable, me ofrece una caja de rosas para aquella persona que merezca de mí tal inversión.

Yo, con muchas ganas de colaborar, le pregunto si la caja de rosas viene también con un destinatario; me explica la configuración y la figura del negocio pero yo insisto en lo del destinatario, tanto así que ofrezco comprarle diez cajas de rosas si tiene para mi una persona que pueda recibirlas de mi parte y con agrado.

Evidentemente nos reímos pero ambos sabemos que nos mofamos de nuestra realidad, que ésta celebración como la de muchos otros años será en absoluta soledad, la única que nos acompaña de manera firme. Trágico y triste pero cierto.

Lamentablemente el negocio no se puede concluir, la soltería tiene sus desventajas, éste es un claro ejemplo, otro es la imposibilidad de viajar en un crucero puesto que son más económicos los planes con habitaciones dobles entonces las vacaciones se complican un poquito, eso como por citar dos situaciones recientes.

Por lo menos me queda escribir aquí, para eso no necesito compañía, y quejarme sin quejarme, o hacerlo de frente si me da gana, al fin y al cabo nadie está a mi lado como para hacerme reclamos.

martes, septiembre 07, 2010

De Perro Desde Chiquito, Perro Toda La Vida

Por cosas del azar, del destino, de bromas de Dios, regresé a un lugar que había visitado hace algún tiempo y como con muchas cosas me había prometido no volver a visitar, fue tan gracioso el encuentro que me imaginé escribiendo ésto; fue tan particular el retomar esos pasos, tanto tanto, que me quedé en el mismo hotel y frente a la habitación donde me había quedado la vez anterior.

Para darle un toque más surreal me encontré un amigo de hace más de una década, realmente ya no sé si es mi amigo, más bien un conocido de una etapa de crecimiento que dejé de ver por el mismo destino y terminó haciéndome un favor muy grande.

El cuento es que estábamos almorzando y me preguntó que si no había conseguido novia en ese sitio, tema que me sorprendió, dijo que ese pueblo era un paraíso y yo solo pude decir que él que había sido un perro desde que lo conocí no iba a dejar de serlo jamás, no ahora a pesar que ya está casado y con un hijo, porque definitivamente el que es no deja de ser.

Me dijo que hacía un tiempo "molestaba" bastante por ahí, no lo dudo, pero ahora los compromisos laborales habían aumentado, como también lo estricto del mismo, así que mantenía todo con más calma, debo decir que lo entiendo, simplemente envejecimos.

Yo nunca he tenido la facilidad que me sorprende en los demás cuando vamos a un sitio. Desde que llegan sacan todo su arsenal tratando de charlar con cualquier lugareña. Quiero creer que mi falencia no es tal, es más bien como una elección, que si lo intentara lo lograría, pero es que simplemente no me interesa, me parece una idiotez creerse el chacho porque se viene de afuera, me parece que ellos creen que se las levantan pero en realidad son ellas las que juegan con uno, no solo con uno, también con el próximo que llegue y con los que han pasado antes, cosa que nunca me ha gustado.

Si simplemente conociera una pelada que realmente me llamara la atención haría muchas cosas para conquistarla, por lo menos eso creo aunque no estoy seguro, hace tanto tiempo que alguien no me interesa de verdad que no puedo afirmar algo acerca de cuál sería mi comportamiento, más ahora que llevo tiempo diciendo que cambiaría mis malos hábitos en lo que respecta a las relaciones, cosa que no he puesto en práctica, no porque no haya querido, sólo porque no se ha dado la ocasión.

Entonces critico desde lejos, sonrío como con rabia y envidia, recuerdo viejas conversaciones, escribo para compartir los pensamientos y rezo cada noche para que ella llegue.

martes, agosto 31, 2010

De Lo Que Dirías De Mi

Si alguien te preguntara por mi qué responderías, dirías que soy sólo un amigo, o a lo mejor tan solo un conocido. De pronto que soy alguien del pasado, alguien sin importancia, o tal vez una persona que significó mucho antes pero ahora es un extraño.

Y si te preguntaran cómo soy dirías que soy alguien especial o tal vez diferente, que soy una cajita de sorpresas o una persona particular. Dirías que mis silencios son tan expresivos como muchas de mis frases, o que mi ceño fruncido no deja dudas en cuanto a mi estado de ánimo.

Cuando te preguntaran si vale la pena salir conmigo dirías que es una pregunta difícil de contestar, que siempre es un aspecto positivo poder tener esas conversaciones serias conmigo pero que a veces muchas de mis conversaciones son demasiado serias. Que estoy lleno de sueños pero pesan casi lo mismo que mi negativismo. Dirías que soy efervescente en singular pero monótono en plural.

Si te preguntaran si te molesta el interés en mi obviamente dirías que no, pero tendrías ese sinsabor en la boca puesto que quisieras que yo estuviera contigo, no necesariamente por mi, por quien soy para ti, por como soy, por si vale la pena salir conmigo, lo harías porque nos parecemos a los hoyos negros tratando de absorver todo a nuestro alrededor.

Ahora bien, te has preguntado lo que yo respondería si me preguntaran por ti?

martes, agosto 24, 2010

De Otra Comprometida

Una de las grandes personalidades de mi vida ha decidido hacer público su compromiso de matrimonio. En primer lugar quiero felicitarte como ya lo había hecho antes pero ahora que tu lo publicas pues yo también.

Es una de las grandes personalidades para mí puesto que nos conocemos hace más de una década, hablamos ocasionalmente y a veces, cuando lo hacemos, tenemos profundas conversaciones acerca de la vida, del amor y otros demonios.

Lo es también porque en esas cosas de adolescentes nos prometimos estar juntos en un futuro no muy lejano, cosa que no se dió y ya no podrá ser. Decidió comprometerse con un españolete lo cual sesgó nuestro futuro, aunque parte de eso ya estaba escrito cuando decidió irse a vivir a la madre patria.

Con ella y su compromiso se cierra la última puerta que quedaba entreabierta, la otra lo hizo hace casi un año y aunque suene conchudo de mi parte la esperanza es lo último que se pierde, sé que nunca hice nada por ninguna de las dos, pero ahora, cuando veo que siguieron sus caminos y al parecer yo me quedo atrás, siento que no hice las cosas bien.

Cada vez que hablamos acerca de mi soledad, ella siempre dice que el amor es un golpe que noquea, fulminante y atroz, no con esas palabras pero algo así le entiendo; yo siempre dudo de sus afirmaciones porque es muy fácil hablar de toros desde la barrera, más ahora que para ella no hay vuelta atrás, se va a casar y espero que sea muy feliz.

El mundo gira y gira y todos siguen su camino, unos llegan y otros se van, otros permanecen y parece que nos vamos a quedar, todo tiene su momento, su tiempo, que al parecer para ellos ya llegó, pero no para mí, la cuestión es que aunque quiero que llegue no lo quiero del todo, no quiero darme cuenta que aún no estoy preparado.

sábado, agosto 21, 2010

De La Vara De Medir

Últimamente en el trabajo he cometido ciertas cagadas de gran magnitud, bastante grandes, tan grandes que cuando me las dicen ya no logro conciliar el sueño.

Resulta que en el medio eso es pan de cada día, todos cometemos errores, en general en la vida, pero la gran diferencia es que aquí la manera de ascender es subrayando los fallos de los demás con todo el bombo posible, como si el que denuncia fuera perfecto y pudiera lanzar la primera piedra impunemente; pero yo no puedo ser así.

Mi filosofía de vida siempre ha sido no hacer a los demás lo que no me gustaría que me hicieran a mí, independientemente que la mayoría de las veces no aplique, creo que ya lo he repetido muchas veces acá, entonces, cuando por casualidad descubro un error ajeno trato de hablar con el implicado y dejar que el mismo solucione su problema, no es que trate de taparle, pero armar una tormenta en un vaso de agua nunca ha sido mi estilo, yo prefiero las cosas calmadas y en paz, nada es lo suficientemente importante como para pisar a los demás en la carrera.

He seguido fiel a mi manera de pensar, el problema es que los demás también, entonces, cuando mis errores han salido a la luz han recibido una gran difusión por parte del que ha querido aprovechar, nada raro, lo extraño aquí es que lo que he recibido como retribución por no pasar al lado oscuro de la fuerza y señalar a los demás ha sido el salir absolutamente bien librado de cada situación, nada de muela ni de regaños, los comentarios respectivos y nada más, eso sí, hay que tener en cuenta que ha pesar de la gravedad de los errores he logrado repararlos de manera inmediata y prácticamente sin daño alguno, pero aún así, a papaya puesta...

Entonces me puse a pensar que con la vara que midas serás medido, tanto así que a ratos trato de no medir, recuerdo que también meto la pata y lo hago en grande, a veces me recrimino más de la cuenta, pero eso también me sirve para ser más consciente de mi humanidad y la de los demás, para tener en cuenta que un poco de poder también puede envilecer y que no puedo convertirme en lo que tanto odio, que aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla.

domingo, agosto 15, 2010

De Una Jungla De Cemento

Tengo recuerdos vagos acerca de cómo la conocí. Me parece que fue mi jefe quien me la presentó diciendo que era una cliente muy especial y quería que yo la atendiera en su nombre como era debido. O tal vez fue que ella tenía algún reclamo que hacer y él la llevó ante mi para que yo resolviera el asunto. Yo estaba ahí con otro de mis compañeros que no dejaba de galantear con ella mientras yo me dedicaba a hacer el trabajo, lo cierto es que ella no paraba de fijarse en mi a pesar de los esfuerzos de mi amigo, eso no se me olvida.

Era una flaca con curvas, trigueña y rubia oxigenada, atractiva en términos generales, aunque su sonrisa no era muy bonita que digamos. Me preguntó por mi procedencia ya que allá mi acento siempre resaltaba, resultamos siendo compatriotas y durante las horas que hicimos negocios me contó algo de su vida. Particularmente me dijo que estaba con su esposo porque tenían un pequeño negocio y nosotros éramos sus proveedores, razón suficiente para que yo no intentara nada a pesar de su coquetería.

Con todo concluido se despidió diciendo que ojalá nos viéramos algún día, cosa que yo consideraba imposible por su estado civil y también porque vivía en otra ciudad algo lejana. Me parece también que en el ir y venir se hizo amiga de una vendedora a la cual le preguntaba por mi ya que después de su partida, la vendedora me contó que la chica parecía interesada en mi, que le había dejado su número telefónico para estar en contacto y de paso averiguar por mi.

Pasaron los meses y un día cualquiera se paró frente a mi. Pasé por la pena de no reconocerla a pesar de su familiaridad pero a ella no le importó, me contó que estaba de paso en la ciudad y que se encontraba sola, me preguntó por mi disponibilidad de esa noche pero yo estaba saliendo con una madre soltera que se preocupaba mucho por mi y el remordimiento no me dejó decir mentiras, le dije que iba a estar ocupado pero que la llamaría en cuanto fuera posible.

Igual me esperó hasta la hora de salida y fuimos a un local comercial cerca de mi trabajo que yo no conocía, fuimos los tres con la vendedora y parecía una salida de tres niños muy normal, excepto cuando ella lanzaba algún dardo certero que desentonaba con la situación, era un cazador furtivo acechando una presa, y yo no sabía si correr o dejarme atrapar. Como ya comenté salía con una madre soltera que demostraba su afecto como pocas mujeres lo hicieron conmigo, lamentablemente el sentimiento no era tan intenso de mi parte, pero aún así mi conciencia me obligaba a no jugar con ella, en fin.

Me despedí sin darle muchas explicaciones, me iba a ver con mi amiguita y pues primero mi primaria, ella notó mis evasivas y mi partida fugaz, le hizo el comentario respectivo a su amiga vendedora y ella no le mintió, no iba a traicionar a su amiga, pero sí me llamó para decirme que si estaba interesado en la visitante lo único que tenía que hacer era levantar el teléfono. Un dato interesante para un verdadero depredador, cosa que nunca he sido, pero el diablo es puerco.

También dejé a mi amiga con prontitud, solo tenía que decidirme y actuar, una situación sin complicaciones ni enredos, a lo que vinimos vamos y nada de explicaciones, eso sin tener en cuenta lo físico que de por sí era interesante. Los minutos pasaban y la impaciencia me carcomía, mi conciencia siempre ha sido un lastre pesado de cargar, algo que no he deseado pero influye demasiado en mis decisiones.

Para resumirles el cuento, nada pasó, como siempre, absolutamente nada, nadie tomó la iniciativa, a decir verdad ella hizo lo que pudo pero yo no fui capaz de concluir el trato, ahora que lo recordé ni siquiera sé bien por qué. Lo cierto es que fue una de esas oportunidades en la vida que nunca se iba a repetir, nunca más la volví a ver y ella jamás se comunicó de nuevo con la vendedora, me imagino que regresó a su casa decepcionada por no encontrar lo que buscaba.

A veces hasta al mejor cazador se le escapa una presa, aclaro que a mi nunca me han gustado las armas de fuego.

sábado, julio 31, 2010

De Los Motivos

Luego de no sé cuántos años leyendo mi blog te das cuenta que algunos de los post tienen mucho que ver contigo, por no decir todo, me lo preguntas con timidez, esperando en el fondo que no sea como lo supones, deseando que el ego no se te suba a las nubes, como quien quiere y no quiere la cosa y mientras tanto yo pienso en lo que voy a escribir a raíz de la situación.

No es por restarte importancia pero muchas cosas originan estos escritos, la cuestión es compartir pensamientos sueltos y que algunas personas estén de acuerdo y otras en desacuerdo, como todo en la vida, una frase que nunca me ha gustado pero valedera en todo momento.

Así como tú, que eres muy importante en mi vida a pesar del tiempo y la distancia, eres motivo y razón de mis frases, también lo son otras personas que hicieron o dijeron algo en mi presencia, lo han sido desconocidos en la calle y también personas de la farándula con sus aciertos y sus desatinos. En general, para escribir, sobran los motivos como dice Sabina.

A veces paso por temporadas de abundacia literaria, tengo muchas ideas sueltas sobre las cuales escribir pero no lo hago por falta de tiempo o de recursos; otras veces, mi mente está estéril pero como un rayo de luz algo acontece y todo fluye con naturalidad, la naturalidad que siempre me ha atraído de este proyecto, ayer fuiste tú, mañana será cualquier otra cosa.

Entonces no es cuestión de sentirse halagado, de nuevo repito que no es para restarte importancia ni para restársela a todos aquellos que hacen parte de las historias aquí contadas o que han tenido la valentía de preguntar sin son personajes, a decir verdad, si alguien también escribiera acerca de mi me sentiría en las nubes, más si me gustara esa persona como persona y como escritor.

jueves, julio 15, 2010

De Qué Es El Amor?

Pues esto me lo mostraron en alguna parte y me pareció que valía la pena plagiarlo, algunas respuestas son muy interesantes.

Aclaro que no se me están acabando las ideas propias, simplemente me parece que algunas cosas deben ser compartidas por encima de la opinión personal. Aquí se las dejo.

Esta fue una investigación muy seria, hecha por profesionales de la educación y psicología, con un grupo de niños de 4 a 8 años
Respuestas:

Amor es cuando alguien te incomoda, y tu, aunque estás muy enojado, no gritas, porque sabes que hieres sus sentimientos. Mateo, 6 años.

Cuando mi abuela se enfermó de atritis, ella no se podía agachar para pintarse las uñas de los pies, mi abuelo, desde entonces, pinta las uñas de ella aunque él tambien tiene artritis. Rebeca, 8 años.

Amor es cuando una niña se coloca perfume y el niño se coloca loción para después de afeitarse, ellos salen juntos y se huelen. Carlitos, 5 años.

Yo sé que mi hermana mayor me ama porque ella me dió todas sus ropas viejas y tuvo que salir a comprar ropas nuevas. Lorena, 4 años.

Amor es como una viejita y un viejito que son muy amigos todavía, aunque se conocen hace mucho tiempo. Tomasito, 6 años.

Cuando alguien te ama, la forma de decir tu nombre es diferente. Patricio, 4 años.

Amor es cuando tu sales a comer y ofreces tus papas fritas, sin esperar que la otra persona te ofrezca las papas fritas de ella. Cristinita, 6 años.

Amor es lo que sentimos en navidad, cuando tu paras de abrir los regalos y los escuchas. Roberto, 5 años.

Si tu quieres aprender a amar mejor, debes comenzar con un amigo que no te guste. Maggie, 6 años.

Cuando tu hablas con alguien de ti, sobre alguna cosa mala, aunque sientas miedo de que esta persona no te ame más por este motivo, ah161 tu te sorprendes, ya que no solamente te continúa amando como ahora si no que te ama todavía más.

Hay dos tipos de amor, nuestro amor y el amor de Dios, mas el amor de Dios junta los dos. Jaimito, 4 años.

Amor es cuando la mamá ve al papá hediondo y de mal olor y dice que es más bonito que Robert Redford. Cristina, 8 años. (Un poquito vieja la historia).

Durante mi presentación de piano, yo ví a mi papá en la platea levantando la mano y sonriendo. Era la única persona haciendo eso y yo no sentí miedo. Marcela, 8 años.

Amor es cuando tu le dices a un chico que el está vistiendo una camisa linda y él se la pone todos los días. Noelia, 7 años.

No deberíamos decir te amo sino cuando realmente lo sentimos, y si lo sentimos, deberíamos decirlo muchas veces. Las personas se olvidan de decirlo. Jessica, 8 años.

Amor es abrazarse y besarse, amor es decir no. Paty, 8 años.

Cuando tu amas a alguien, sus ojos suben y bajan y pequeñas estrellitas salen de ti. Karina, 7 años.

Dios debería haber dicho algunas palabras mágicas para que los clavos se cayeran de la cruz, mas él no lo hizo. Esto es amor. Max, 5 años.

Amor es cuando tu perro te lame la cara, aunque tu lo dejas solo el día entero. Anita, 4 años.

sábado, julio 10, 2010

De Mucho Más Grave

Revisando cosas viejas, revolviendo los recuerdos, preparando la maleta para el viaje y dejando lo más que puedo listo para un nuevo cambio, me encontré con una versión adaptada de este poema de Benedetti que me dedicaron ya hace una década:

Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo
y eso en verdad no es nada extraordinario
vos lo sabés tan objetivamente como yo
sin embargo hay algo que quisiera aclararte
cuando digo todas las parcelas
no me refiero sólo a esto de ahora
a esto de esperarte y aleluya encontrarte
y carajo perderte
y volverte a encontrar
y ojalá nada más
no me refiero sólo a que de pronto digas
voy a llorar
y yo con un discreto nudo en la gargata
bueno llorá
y que un lindo aguacero invisible nos ampare
y quizá por eso salga enseguida el sol
ni me refiero sólo a que día tras día
aumente el stock de nuestras pequeñas
y decisivas complicidades
o que yo pueda o creerme que puedo
convertir mis reveses en victorias
o me hagas el tierno regalo
de tu más reciente desesperación
no
la cosa es muchisimo más grave
cuando digo todas la parcelas
quiero decir que además de ese dulce cataclismo
también estas reescribiendo mi infancia
esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes
y los solemnes adultos las celebran
y vos en cambio sabés que eso no sirve
quiero decir que estás rearmando mi adolescencia
ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos
y vos sabés en cambio extraer de ese páramo
mi germen de alegría y regarlo mirándolo
quiero decir que estás sucumbiendo mi juventud
ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos
esa sombra que nadie arrimó a su sombra
y vos en cambio sabés estremecerla
hasta que empiecen a caer las hojas secas
y quede la armazón de mi verdad sin proezas
quiero decir que estás abrazando mi madurez
esta mezcla de estupor y experiencia
este extraño confin de angustia y nieve
esta bujia que ilumina la muerte
este precipicio de la pobre vida
como ves es más grave
muchísimo más grave
porque con éstas o con otras palabras
quiero decir que no sos tan sólo
la querida muchacha que sos
sino también las espléndidas
o cautelosas mujeres
que quise o quiero
porque gracias a vos he descubierto
(dirás ya era hora
y con razón)
que el amor es una bahía linda y generosa
que se ilumina y se oscurece
según venga la vida
una bahía donde los barcos
llegan y se van
llegan con pájaros y augurios
y se van con sirenas y nubarrones
una bahía linda y generosa
donde los barcos llegan
y se van
pero vos
por favor
no te vayas.

martes, julio 06, 2010

De Lo Que Nunca Cambia

Generalmente, cuando nuestra alrededor cambia nosotros también cambiamos, es obvio, porque nuestro ambiente es nuestra vida misma, lo que pasa es que la mayoría de las veces es casi imperceptible, entonces, las variaciones son mínimas y para nosotros, que estamos evolucionando, no existe mayor diferencia; tal vez para alguien de afuera es más notorio, para otra persona que lleva tiempo sin vernos y aparece de repente todas esas pequeñas arrugas causadas por el trajín son completamente evidentes, pero no para nosotros.

Otros cambios son hitos que cambian nuestra historia, parten nuestra existencia en un antes y un después, renuevan amistades, energías, idiomas, costumbres, personalidades, abren caminos y cierran puertas; pero a pesar de ésto hay cosas que simplemente nunca cambian, muy a mi pesar llevándole la contraria a la canción de Mercedes.

Para mi la constante ha sido la soledad, cada cambio radical ha generado muchas expectativas para modificar mi situación pero las esperanzas mueren rápidamente a medida que pasa el tiempo. No han sido pocas las renovaciones que he tenido, geográficamente hablando, pero soy muy conciente que la soledad es igual no importa dónde me encuentre, parece que la pasa muy bien conmigo y decidió permanecer a mi lado por largo tiempo.

Que por ahí hay alguien esperando por mí, que hay que darle tiempo al tiempo, que no hay que desesperar, he escuchado esas frases cientos de veces, tantas que ya suenan vacías, lo más gracioso es que siempre las dicen gente que está en el lado opuesto del espectro, nadie siquiera que conozca superficialmente mi estado o por lo menos el motivo de mis fracasos en las relaciones.

Entonces siguiendo la tendencia de las estadísticas diría que me quedan otros treinta años de soledad, no cien como el libro, pero como la esperanza es lo último que se pierde pues cada día me levanto diciendo que ésta vez si me va a suceder algo como en las películas, pero con un resultado diferente a la última vez, aunque lleve ya mucho tiempo pensando en lo mismo.

domingo, junio 27, 2010

De Los Malditos Celos

Primero me persigues como loca averiguando si vamos a salir a alguna parte porque tu quieres venir con nosotros, es nuestra última noche en la ciudad y pues sería bueno que compartiéramos; luego que todo está casi preparado pero aún no tengo una respuesta exacta acerca de nuestros planes me preguntas que si quiero que te unas al grupo, te respondo que quiero que hagas lo que te haga feliz, me dices que eso no fue lo que me preguntaste y yo, para evitar caer en un círculo vicioso, te respondo que sí, que quiero que vengas.

Decidimos visitar un sitio donde sé que no te vas a sentir cómoda pero realmente no es tu noche, es nuestra noche, la de mis amigos y mía, así que hacemos lo que se nos da la gana. Trato de tenerte cerca y explicarte qué es lo que está pasando, me pides que baile, pero yo sé que no es tu tipo de movimiento aunque me dices que lo haga con otras niñas que están peligrosamente cerca nuestro porque quieres verme haciéndolo, me quedo pensando y decido darte gusto, uno por darte gusto y dos porque mis amigos no son capaces de hacer nada y me mandan como carne de cañón, así que manos a la obra.

Bailo, converso, me comporto encantador, sudo, me canso y decido volver al grupo, la música que ahora suena invita a unos movimientos más sensuales, movimientos que mis amigos ya conocen y reclaman de mi, qué más da, aquí nadie me conoce y aunque lo hicieran no me importaría, es cuestión de sentirse cómodo, de sentirse feliz. Las señoritas siguen peligrosamente cerca y yo despliego mi rutina para que los demás rían, pero resulta que ellas también se convierten en los demás y cuando me doy vuelta les estoy bailando y me siguen el juego, me dan unas cuantas ideas, yo me aburro y decido descansar e ir a buscarte.

Cuando te encuentro noto en tu cara un desagrado general, me imagino que puede ser por mi, por mi comportamiento, pero existe la posibilidad que sea por el ambiente, estás fuera del tuyo, aún así, en mi facilidad de ver la vida decido preguntarte y respondes de manera poco convincente que todo está bien, insisto de nuevo subrayando que tus gestos denotan enojo así que decides llevarme aparte para decirme lo que pasa.

Me preguntas que si quiero darte celos, te digo que no, que por qué te he ignorado toda la noche, te digo que no lo he hecho, que es más, estoy hablando contigo ahora, eso significa no ignorarte. Que me pediste que te enseñara a bailar y en lugar de eso estoy bailando con todas las demás mujeres del sitio menos contigo, que la chica que llegó y yo salí a saludar delante de todos está ahí sólo por mi, que el único motivo para estar ahí era para que estuviéramos juntos y yo no estoy contigo. Que fue tanta tu incomodidad que tus amigos te preguntaban que pasaba y tu ante tanto cuestionamiento decidiste irte a buscar a otra gente al otro lado del bar donode no pudieras verme.

Repites las mismas preguntas una y otra vez y mis respuestas son las mismas, solo sonrío y digo pocas palabras, te escucho con mucha atención mientras me repito que ésto no puede estar pasando, que tienes que estar bromeando, que la mujer más fresca sobre la faz de la tierra no puede sentir celos, me dices que para ti eso no existía hasta ésta noche y ahí creo en lo imposible. Me recuerdas que una vez me llamaste player y ésta noche te estoy dando la razón, me niego rotundamente mientras me río con fuerza, nada está más lejos de la verdad.

Arreglamos el problema decidiendo ir a bailar juntos, yo enseñándote y prometiéndote estar pendiente de ti lo que resta de la noche, bailamos algunas canciones muy lentas, me preguntas que por qué no te había enseñado antes y te digo que te vi bailando con alguien más y pues decidí seguir con lo mío, me dices, sin preguntarte que lo hiciste por ignorarte, que es mi culpa y veo que vamos a seguir con lo mismo así que decido callarte y acercarte mucho ante la mirada de los demás.

Luego suena una canción que me encanta y que los dos no vamos a disfrutar, además quiero bailarla con la chica que fui a recibir porque me encanta bailar con ella, entonces, en mi inútil racionamiento con las mujeres te pregunto que si ahora sí puedo ir a bailar con alguien, que en un minuto estoy contigo, me dices que sí y yo no reparo en nada más. Bailo un poco, bueno no solo un poco, lo suficiente como para salir empapado de la pista y deseando un trago que me calme la sed, te busco entre la gente y me acerco para darle inicio a Troya.

Que soy un idiota, que como me atrevo a hacerte ésto, que pensabas que me gustabas, que así no se trata a una mujer, que me dijiste muy claro que no hiciera eso, que no bailara con ellas y fue lo primero que hice, respondo que te pedí permiso y aceptaste, me dices que no tenías opción, que no podías decir que no, que cuando pregunté te hice enojar y no ibas a responder otra cosa, que simplemente te dejé ahí mientras me fui caminando por alguien más, que no quieres tenerme cerca, que te deje ir, que ya te vas, que nunca más quieres estar cerca mío. Me pides que te deje sola, que me vaya a bailar con todas las mujeres del bar, que tu ya te vas y no quieres dañarme la noche. Te pido una segunda oportunidad, aunque no sé para qué, me dices que ya me la diste, me niego porque la primera vez que bailé no sabía que te molestaba, tal vez la segunda aunque no entiendo por qué tanta molestia si no estamos haciendo nada malo, solo bailamos y conversamos, nada más.

En fin decides irte y te pido un beso de despedida, me insultas y te vas. Sigo bailando como si nada hasta que nos sacan del sitio como lo teníamos planeado. Llego a casa y te llamo, me tienes una sorpresa que jamás me imaginé, conversamos de nuevo acerca de lo sucedido y me preguntas por un motivo para hacer lo que hice, la verdad no lo tengo, me preguntas que si era porque ellas eran mejores bailarinas que tu, reflexiono y estoy seguro que algo tiene que ver, lo que no te preguntas es si tiene que ver con que te embriagas todos los días hasta perder el conocimiento, que la noche anterior te acostaste con otro tipo y según las malas lenguas ya van como cinco en lo que va corrido del viaje, que siempre te fuiste con tus amigos cuando te parecía más divertido mientras yo me quedaba ahí, mientras yo no te celaba porque conocía el tipo de mujer que eres, porque no existe una mujer en el universo que merezca que yo corra detrás de ella.

jueves, junio 17, 2010

Del Facebook Y Otras Idioteces

Luego de no sé cuántos años abrí una cuenta en Facebook. Primero voy a comentar por qué no lo había echo antes, eso es bien fácil, me parece bastante idiota tratar de estar en contacto con personas que simplemente se quedaron en el camino, si realmente me interesara estar con alguien no lo habría dejado perder, pero ahora, a través de ésta estúpida red algunos idiotas, con los que tenemos unos conocidos en común, me envían invitaciones de amistad como si fuéramos viejos compadres, para mi la amistad nunca puede ser virtual.

Entonces en menos de una semana tengo más de 40 amigos, me han etiquetado en no sé cuántas fotos, pero sobre todo, he recibido mensajes de felicitación por integrarme al mundo virtual. Pendejada!!! El mundo virtual ha existido y existirá mucho más allá de esa aplicación. Recuerdo que para cuando inicié este blog, mi hermana ya llevaba varios meses con el suyo y éramos muchos los bloggers en la red, ahora la cantidad ha mermado considerablemente y la gente escribe y lee menos, pero los que lo hacemos por el gusto de escribir y compartir seguimos constantes, para aquellos que era una moda, como el facebook, los blogs simplemente desaparecieron.

Entonces si pienso así acerca de la aplicación, por qué abrí la cuenta? Fácil, por la incompetencia de los demás, dicen que es una manera fácil de estar en contacto con las personas. Acasó antes no lo era? Yo tengo messenger, no se cuántas cuentas de correo, es más, hace como 15 años tuve amigos del exterior por medio del correo convencional, ese de sobres con rayas rojas y azules en los bordes, el del cartero, el que viajaba por barco y duraba meses en llegar, pero resulta que ahora si no es por facebook simplemente se pierde el contacto. Pendejada!!!

Podrían decir que al final, luego de renegar tanto, sigo el ritmo de la marea y hago lo mismo que los demás, pero me cuesta creer eso, primero para comprobarlo deberían ver mi perfil y mis fotos, segundo, estoy seguro que el experimento no durará mucho, porque las personas con las que quiero estar en contacto ya lo están, las otras, las nuevas, las de éste viaje, tienen mucho que caminar, pero si quieren hacerlo conmigo, se encontrarán con mis sorpresas tradicionales de comunicación, ahí ellas harán algo nuevo.

sábado, junio 12, 2010

De Lo Que Hay Que Esperar De Los Demás

Andrés me dijo algo muy cierto: Hay que hacer las cosas sin esperar nada a cambio. Yo le añado algo que aprendí de la vida hace mucho tiempo pero por mi forma de ser casi no practico: No hay que esperar nada de las personas porque entre más esperas más rápido y desde más alto te dejan caer.

Admito que no lo practico porque si hay algo que me gusta decir acerca de mi es que soy una persona leal, me gusta responder con creces la confianza que las demás personas depositan en mi, no importa cual sea la situación, me gusta creer que soy como un marine que no deja a nadie atrás.

Entonces, con esa tendencia que tengo a juzgar a las personas desde mi condición, como el ladrón, espero mucho y con mucha facilidad de los demás, entonces caigo rápido y desde muy alto, el golpe me destroza, pero como ya conozco la rutina simplemente me levanto, me lamo las heridas, de pronto escribo un post para desahogarme y continuo el camino, con más errores encima, con más cicatrices, pero dispuesto a seguirlos cometiendo a pesar de los resultados porque no puedo traicionar mi esencia, no quiero.

El dilema es si esperar o no de los demás, pero realmente ese no es el problema, como siempre es de tolerancia, es tolerar a los demás como son, entender que cada persona es un mundo y juzgarlos por lo que son y no por como somos nosotros, por lo que queramos que sean, el error no es del resto por ser como son, el error es nuestro por querer que el resto del mundo se nos parezca.

domingo, junio 06, 2010

De Táctica Y Estrategia

Tu misteriosa manera de ser fue lo que más me atrajo, mientras yo estaba ahí, tomando el sol en la piscina en mi bikini y todo el mundo me miraba tu no lo hacías, simplemente eras como indiferente, tenías puestos tus lentes y hablabas con tus amigos y me ignorabas. Eso me causó mucha curiosidad, tenía que saber que había detrás de esa misteriosa actitud.

La afirmación me produjo un gozo interno que hizo que se dibujara una leve sonrisa en mis labios, pensaba que al fin la táctica había dado resultado, luego de cientos de fallos al fin tenía una victoria, y ésta victoria valía todas las derrotas anteriores, al fin la reina de la fiesta a la que todos cortejaban había bajado de su pedestal para verificar por qué yo no le hacía la reverencia, y lo mejor, se había quedado prendada de mi indiferencia hacia ella.

Las mujeres siempre quieren ser atendidas, que uno las llene de presentes y halagos, quieren ser reinas y tenernos comiendo de la palma de su mano, yo también lo puedo hacer, pero lo que me diferencia del montón es el momento para hacerlo, cuando todos están arrodillados yo me mantengo de pie, no porque no me interese, simplemente porque me parece que los demás ya lo están haciendo, así que otra persona en lo mismo no tiene valor añadido, mi plus radica en darme la vuelta y caminar, si quieren saber por qué tendrán que averiguarlo.

Admito sin pena que nadie nunca antes se había detenido a pensar en eso, todas las veces me daba la vuelta y caminaba pero en solitario, no voy a decir que es la mejor estrategia pero realmente es lo que hago, bien o mal, pero lo hago y probablemente no lo voy a dejar de hacer, menos ahora que tengo una victoria, una victoria sólida, la saqué del estadio, eso sí, aún no mido las consecuencias del triunfo, porque la situación es bastante complicada, pero no importa, hay que vivir un día a la vez.

martes, mayo 25, 2010

Del Centro Del Mundo

Si existe una verdad absoluta es que somos el centro de nuestro mundo, completamente válido porque al fin y al cabo es nuestro mundo, lo que no logramos comprender es que el nuestro termina justo donde comienza el de los demás, al igual que los derechos, es nuestro derecho.

Entonces, cuando nuestros mundos se entremezclan esos límites se cruzan, probablemente desaparecen, algunos de mejor manera que otros, el problema radica cuando de nuevo debemos separarlos, ahí olvidamos por completo como estaba conformado nuestro mundo antes de y ya cualquier acción del otro se convierte en una transgresión.

Los silencios, las palabras, los ademanes, los gestos, las presencias, las ausencias, las miradas, todo tiene una explicación, todo tiene que ver con nosotros, con nuestro mundo; la otra persona pierde completamente su individualidad y ahora su único motivo para existir tiene que ver con nosotros, bueno o malo, ni siquiera nos detenemos a pensar en ello, solo consideramos que cada paso es una reacción a nuestras acciones.

Yo pensé, yo creí, pero tu dijiste, es que me pareció, yo te vi, tu hiciste, tu no hiciste, miles de suposiciones basadas en un solo argumento: Yo soy el centro de su mundo. Todas son evitables con una pregunta llana y directa, pero es más fácil argumentar en la cabeza, es lo convencional, es lo que nos programaron que hiciéramos en esas situaciones.

Un ejemplo simple para validar mi teoría es la típica situación donde te encuentras al otro y lo saludas como siempre pero te responde de una manera agria, parece preocupado o triste o malgeniado y entonces le preguntas si todo está bien, aunque evidentemente no lo está, y lo más probable el que te diga que sí, que todo está bien, y como no estás convencido preguntas de nuevo más de una vez, hasta que el cuestionado termina por hartarse.

Entonces te vas con una sola pregunta en la cabeza: Será que hice algo para que esté enojado? Así no hayas hecho nada diferente a lo que haces todos los días, simplemente crees que su reacción tiene que ver contigo, debe serlo puesto que te contestó mal y además no te lo quiso decir, sólo existe una explicación y es que una acción tuya causó su enfado, es la única lógica y posible.

Comprendo que es difícil pensar diferente, nos programaron y ya, no culpo a nadie, lo que me produce escozor es que a estas alturas del partido todavía creas que ese razonamiento común aplica conmigo, ahí pienso si me equivoqué, ahí perdimos el poco tiempo que no tenemos, ahí tu caíste en los convencionalismos, también, en el de ser mujer.

sábado, mayo 15, 2010

De Volver Al Colegio (II)

Recuerdan cómo es sentirse de quince años? Las mariposas en el estómago y esperar que todo salga como lo están pensando? De rodar un video en su cabeza y desear que todo el mundo siga su libreto? Aunque todo el mundo solamente es ella y evidentemente nunca le entregaron las líneas, pero aún así esperar que sus ademanes signifiquen una entrada, la puerta que se abre como tanto lo anhelan y rezan para que no se cierre nunca.

Yo si me acuerdo, es más, creo que tengo el recuerdo vivido, mejor aún, estoy seguro que tu también te acuerdas. Lo interesante del asunto es que las mariposas fueron divertidas, esa corriente que camina entre el pecho y la espalda, esa ansiedad que no se puede ocultar y a medida que pasa el tiempo y se conoce el desenlace no se puede manejar, lo más gracioso es que puedo apostar que tu también las disfrutaste, que te hicieron sentir diferente, como hace tiempo no te sentías; pero también sabemos que lo cómico del asunto no fue la sensación sino tu reacción, tu comportamiento después y no durante, porque durante fue igual de intenso para los dos.

La diferencia a sentirse de quince, quince años después, es que ya no tienes miedo, ya no le huyes a la negativa, ya no te sientes un fracasado, ahora sabes que la vida está llena de victorias y derrotas y que perder no es ganar un poco, solo es mejor que quedarse con la duda, entonces, ahora apuestas más y evidentemente pierdes más, simplemente porque arriesgas más, pero cuando ganas vale todas las otras pérdidas anteriores, porque cada medalla de oro es un premio a la constancia y si además te sientes de nuevo de quince te genera un sabor en la boca que no puedes igualar, te dan ganas de escribir, pero sobre todo, de desear que la otra persona se sienta como tu.

Pero en algún momento tu contraparte regresa a la realidad y dice cosas extrañas, te hace sentir como un adulto, así recuerdas por qué odias ser un adulto, pero entre el deseo que no fuera de esa manera y las ganas de saber cómo podría haber sido todo te mantienes en el podio, la llevaste a un lugar donde había olvidado estar, la pusiste donde nadie había logrado ponerla y encima puedes escribir un post.

sábado, mayo 08, 2010

De Ver Los Toros Desde La Barrera

Definitivamente hay química entre ellos, se nota a simple vista, pero nunca se ponen en situaciones donde pudieran dejarse llevar por la atracción, definitivamente no es por ella, es por él, y realmente no sé por qué no hace nada, debería hacerlo, arriesgarse y ver qué pasa, pareciera que él teme malograr la amistad si hace algún movimiento aunque ella está dispuesta a todo.

Es que simplemente ver los toros desde la barrera es tan fácil, no tiene ningún riesgo concluir como deben actuar los demás, al fin y al cabo no es nuestra vida, no es por inmiscuirse o algo por el estilo, es armar un rompecabezas con los otros, pero evidentemente no con nosotros, es sencillo predicar lo difícil es aplicar.

Entonces te gustaría poder devolver el tiempo y no haber dicho nada pero es imposible, ya es tarde, ya predicaste y no aplicaste, ya alguien te lo señaló y también predicó, pero sí aplicó.

Ahí recuerdo por qué cuando los sueños se hacen realidad no son lo que esperamos, pero no es culpa de los sueños ni de la realidad, es nuestra culpa por crear un espejismo que es una idea vaga, dejamos que la vida ultime esos detalles y pues cuando ella nos da lo que esperábamos lo hace a su antojo y no al nuestro, ahí se rompen los sueños.

Dicen por ahí que somos esclavos de nuestras palabras pero olvidan que somos caprichosos con nuestros actos; cuando lo simple es caminar nos quedamos estancados, cuando lo más fácil es detenerse seguimos empujando, cuando nos dicen que no actuamos como si hubiéramos recibido un sí, cuando no nos dicen nada queremos creer que es un sí, cuando lo más lógico es decir que sí callamos para no ser esclavos de nuestras palabras pero somos necios con nuestros actos y todo se convierte en una gran confusión para el personaje y quienes lo rodean.

La consistencia es la clave para hacer las cosas simples, entre lo que se dice y lo que se hace, entre lo que se hizo y lo que se hace, entre lo que se hace y se va a hacer, entre el lenguaje corporal y el verbal, esa es bien complicada, entre lo que quieres y lo que no quieres, entre lo sembrado y lo recogido, entre criticar desde los tendidos y el trabajar con la muleta, al momento de las banderillas, pero sobre todo, en la estocada final.

martes, mayo 04, 2010

De Morir Y Renacer

Firmemente creo que la única obligación que se tiene en la vida, la única de la cual es imposible escapar, la única que realmente tengo que hacer, como dice la gente, y la que uso para aclarar mi desentendimiento con la vida es la muerte, la obligación de morir; de resto, todos los demás lastres que cargamos pueden quedar en el camino porque creo que el único deber que tenemos que cumplir es el de morir.

Ahora bien, el renacer, el reencarnar es una idea que siempre me ha llamado la atención pues considero que la vida es demasiado corta y deliciosa para ser una sola, así que anhelaba que al morir pudiera renacer con conciencia de mi vida pasada tal vez para cometer más errores, para arriesgarme más, definitivamente para gozar más.

Pero resulta que en la última actividad extrema realizada conocí esa experiencia de la que hablan las personas que son declaradas clínicamente muertas y luego vuelven a la vida, sencillamente vi mi existencia pasar sin aviso delante de mis ojos, para luego despertar de ese trance al escuchar el sonido de la red que me atrapaba, ni siquiera el golpe con la misma fue lo que me hizo regresar en mi, fue ese sonido tan particular que espero no olvidar.

Es imposible explicar lo que se siente, hay que hacerlo para conocerlo, cualquier intento es una pérdida de tiempo, es como la escena de La Esfera donde Jodie Foster es lanzada a través de ella y habla con su padre muerto que le dice una infinidad de cosas, eso es lo que ella piensa mientras que las personas a su alrededor solo ven su cuerpo caer por unos segundos y nada más, yo creo que es la manera más simple de verlo, aún no me he visto cayendo al vacío pero si vi a otras personas hacerlo, con la diferencia de que ya sabía qué se sentía.

Me dijeron durante las entrevistas que me veía tan blanco como un papel, no lo dudo, en las mismas digo que independientemente de la atracción mecánica a la cuál uno se suba la sensación de vacío sigue siendo la misma, la diferencia aquí radica en que solo eres tu contra el mundo, como en la vida la real, pero el golpe es mucho más suave.

Judas tiene razón en una cosa: Tengo la valentía para hacer una cantidad de cosas que no todo el mundo hace, pero no soy capaz de hablarle a una mujer.

sábado, mayo 01, 2010

De Los Ambientes Particulares

A mi me han pasado cosas extrañas en la vida, bueno, no tantas, me estoy volviendo viejo pero no adulto así que esas cosas que considero bizarras ya como que son lo más de normales, en fin.

Esa lista se ha engrosado con dos salidas muy particulares, una de ellas con el rechazo más rebuscado con el que me han rebotado y la otra incluye a un japonés vestido con una camiseta de un equipo de baloncesto, una bandana en la cabeza y bailando salsa al estilo de Chayanne y Vanessa Williams o al de Antonio Banderas en cualquiera de esas películas que conozca.

Y si eso no le parece bizarro pues debería tratar de estar allí, pensando en como todo el tiempo nosotros deseamos salir de allá mientras ellos quieren parecerse a nosotros lo más que pueden, eso si, sin lograrlo. Si no estoy mal en la película de Chayanne hay una escena donde ve bailando a Vanessa Williams sin música y completamente sola, él le dice que ya entiende lo cuadriculado de su baile, no gozan la música, simplemente siguen una coreografía que todos sabemos no se parece a nuestro baile de la vida real, tal cual fue mi situación, yo solo los veía y trataba de seguir el ritmo de las canciones con sus movimientos y concluí que las notas simplemente sobraban, que todo era igual, muy bonito pero sin sabor.

Entonces toda la noche pensé en este post y también en ti mientras te tenía a mi lado, también deseé más de la cuenta una jornada tranquila donde la música fuera solo para mi, sin importar la gente ni el lugar, solo mi pareja y yo, porque bailar cuadriculado es lo mismo que bailar solo, porque bailar contando es como tener sexo mirando el reloj, porque me gusta como bailas y más cuando lo haces conmigo.

miércoles, abril 28, 2010

De Al Pan, Pan Y Al Vino, Vino

Como consolándome me dices que te gustaría ser así de frentera como yo y desde el corazón respondo que no sería tan bueno, que todo el tiempo decimos que nos gustaría que todas las personas llamaran a sus cosas por su nombre pero cuando pasa, cuando conocemos ese tipo de personas, cuando llaman a las cosas por su nombre nos asombramos y parecemos un carro a punto de apagarse.

No sería nada positivo para ti, ni por ti ni por las personas que te rodean, no es que no lo haya sido para mi, es que ya quienes me conocen me conocieron así, de manera que no se asombran; pero las otras personas, las que viven felices en el establecimiento solo pueden tartamudear y criticar desde el charco de su envidia.

Entonces al pan, pan y al vino, vino, no hay problema, nada va a cambiar, me sorprendería si algo cambiara, eso si, no te tomes todos mis comportamientos a pecho, simplemente no todos los días estamos para fiestas, algunos momentos me doy cuenta que tus actividades van primero y simplemente me mantengo al margen, otras veces son las mías las que me tienen concentrado entonces parezco distante, pero no te imagines las pocas veces que estemos tan cerca y tan lejos que tiene que ver con lo que no pasó, lo aclaro porque sé que es muy fácil confundirse, uno siempre piensa que el mundo gira a su alrededor y más cuando pasan cosas como estas, la diferencia es que no te pasó conmigo, eso ya da cabida a un mundo de probabilidades.

Y será extraño cuando nos encontremos después de ésto, pero seré lo único que soy, eso si, tu pensarás que cualquier movimiento tiene que ver con lo que no pasó, lo sé, yo también he pasado por ahí, pero como te dije solo bórralo de tu mente, yo ya lo borré, excepto las veces que te lance algún veneno sutil que no sabrás si era o no era, mientras lo descubres yo ya lo habré olvidado.

lunes, abril 26, 2010

De La Probabilidad De Lo Improbable

Te digo el comentario que me rondaba en la cabeza, se nota tu gusto por el mismo, cosa que siempre me ha parecido atractiva de tu parte, pero de la nada me botas semejante bomba que me deja sin palabras, cosa que pocas veces sucede.

Te recuerdo que la última vez que te toqué el tema me sacaste de taquito, con mucha sutileza pero con los argumentos suficientes para dejarme con la palabra en la boca, a decir verdad no lo dije de esa manera pero sí lo creo. Pienso, sin decírtelo, que casi siempre que no nos podemos ver pasa algo parecido, solo que ahora, que es más tiempo separados y a una mayor distancia, me dices lo que jamás me imaginé que fueras a decir.

Te pregunté por lo repentino de la decisión y me dices que te parece que ya es tiempo, definitivamente concluiste eso sola porque yo había optado por nunca hablar al respecto, te digo que me tomas por sorpresa y me respondes que si simplemente no me interesa pues no pasa nada, entiendo tu reacción, tu sabes que yo también me comporto de esa manera.

Comentas que tengo aún unas semanas para considerarlo, te digo que probablemente sea cierto, pero que igual no tengo mucho que pensar, en ese preciso momento me es imposible seguir hablando y dejamos todo ahí, por el momento, estoy seguro. No puedo sacarte de la mente y para analizarlo con calma escribo este post esperando que no lo leas y que si lo haces hayas visto todo de una manera similar, de no ser así tendré mucho que explicar.

Hay algo que me carcome el cerebro, cuando lo improbable me sucede lo hace en grandes cantidades, así que probablemente reciba más noticias del mismo corte y todo se complique en un torbellino de erradas decisiones. Realmente no me importa, ojalá pase de todo.

domingo, abril 18, 2010

De Ojos De Perro Azul

Para aquellos que se preguntan el por qué de mi nick he aquí el motivo:

Gabriel García Márquez
(Aracata, Colombia 1928—)


Ojos de perro azul
(1950)


Entonces me miró. Yo creía que me miraba por primera vez. Pero luego, cuando dio la vuelta por detrás del velador y yo seguía sintiendo sobre el hombro, a mis espaldas, su resbaladiza y oleosa mirada, comprendí que era yo quien la miraba por primera vez. Encendí un cigarrillo. Tragué el humo áspero y fuerte, antes de hacer girar el asiento, equilibrándolo sobre una de las patas posteriores. Después de eso la vi ahí, como había estado todas las noches, parada junto al velador, mirándome. Durante breves minutos estuvimos haciendo nada más que eso: mirarnos. Yo mirándola desde el asiento, haciendo equilibrio en una de sus patas posteriores. Ella de pie, con una mano larga y quieta sobre el velador, mirándome. Le veía los párpados iluminados como todas las noches. Fue entonces cuando recordé lo de siempre, cuando le dije: «Ojos de perro azul». Ella me dijo, sin retirar la mano del velador: «Eso. Ya no lo olvidaremos nunca». Salió de la órbita suspirando: «Ojos de perro azul. He escrito eso por todas partes».
La vi caminar hacia el tocador. La vi aparecer en la luna circular del espejo mirándome ahora al final de una ida y vuelta de luz matemática. La vi seguir mirándome con sus grandes ojos de ceniza encendida: mirándome mientras abría la cajita enchapada de nácar rosado. La vi empolvarse la nariz. Cuando acabó de hacerlo, cerró la cajita y volvió a ponerse en pie y caminó de nuevo hacia el velador, diciendo: «Temo que alguien sueñe con esta habitación y me revuelva mis cosas»; y tendió sobre la llama la misma mano larga y trémula que había estado calentado antes de sentarse al espejo. Y dijo: «No sientes el frío». Y yo le dije: «A veces». Y ella me dijo: «Debes sentirlo ahora». Y entonces comprendí por qué no había podido estar solo en el asiento. Era el frío lo que me daba la certeza de mi soledad. «Ahora lo siento ―dije―. Y es raro, porque la noche está quieta. Tal vez se me ha rodado la sábana». Ella no respondió. Empezó otra vez a moverse hacia el espejo y volví a girar sobre el asiento para quedar de espaldas a ella. Sin verla sabía lo que estaba haciendo. Sabía que estaba otra vez sentada frente al espejo, viendo mis espaldas, que habían tenido tiempo para llegar hasta el fondo del espejo, viendo mis espaldas, que habían tenido tiempo para llegar hasta el fondo del espejo y ser encontradas por la mirada de ella, que también había tenido el tiempo justo para llegar hasta el fondo y regresar ―antes que la mano tuviera tiempo de iniciar la segunda vuelta― hasta los labios que estaban ahora untados de carmín, desde la primera vuelta de la mano frente al espejo. Yo veía, frente a mí, la pared lisa, que era como otro espejo ciego, donde yo no la veía a ella ―sentada a mis espaldas―, pero imaginándola dónde estaría si en lugar de la pared hubiera sido puesto un espejo. «Te veo», le dije. Y vi en la pared como si ella hubiera levantado los ojos y me hubiera visto de espaldas en el asiento, al fondo del espejo, con la cara vuelta hacia la pared. Después la vi bajar los párpados, otra vez, y quedarse con los ojos quietos en su corpiño, sin hablar. Y yo volví a decirle: «Te veo». Y ella volvió a levantar los ojos desde su corpiño. «Es imposible», dijo. Yo pregunté por qué. Y ella, con los ojos otra vez quietos en el corpiño: «Porque tienes la cara vuelta hacia la pared». Entonces yo hice girar el asiento. Tenía el cigarrillo apretado en la boca. Cuando quedé frente al espejo ella estaba otra vez junto al velador. Ahora tenía las manos abiertas sobre la llama, como dos abiertas alas de gallina, asándose, y con el rostro sombreado por sus propios dedos. «Creo que me voy a enfriar ―dijo―. Esta debe ser una ciudad helada». Volvió el rostro de perfil y su piel de cobre al rojo se volvió repentinamente triste. «Haz algo contra eso», dije. Y ella empezó a desvestirse, pieza por pieza, empezando por arriba; por el corpiño. Le dije: «Voy a voltearme contra la pared». Ella dijo: «No. De todos modos me verás, como me viste cuando estabas de espaldas». Y no había acabado de decirlo cuando ya estaba desvestida casi por completo, con la llama lamiéndole la larga piel de cobre. «Siempre había querido verte así, con el cuero de la barriga lleno de hondos agujeros, como si te hubieran hecho a palos». Y antes que yo cayera en la cuenta de que mis palabras se habían vuelto torpes frente a su desnudez, ella se quedó inmóvil, calentándose en la órbita del velador, y dijo: «A veces creo que soy metálica». Guardó silencio un instante. La posición de las manos sobre la llama varió levemente. Yo dije: «A veces, en otros sueños, he creído que no eres sino una estatuilla de bronce en el rincón de algún museo. Tal vez por eso sientes frío». Y ella dijo: «A veces, cuando me duermo sobre el corazón, siento que el cuerpo se me vuelve huevo y la piel como una lámina. Entonces, cuando la sangre me golpea por dentro, es como si alguien me estuviera llamando con los nudillos en el vientre y siento mi propio sonido de cobre en la cama. Es como si fuera así como tú dices: de metal laminado». Se acercó más al velador. «Me habría gustado oírte», dije. Y ella dijo: «Si alguna vez nos encontramos pon el oído en mis costillas, cuando me duerma sobre el lado izquierdo, y me oirás resonar. Siempre he deseado que lo hagas alguna vez». La oí respirar hondo mientras hablaba. Y dijo que durante años no había hecho nada distinto de eso. Su vida estaba dedicada a encontrarme en la realidad, al través de esa frase identificadora. «Ojos de perro azul». Y en la calle iba diciendo en voz alta, que era una manera de decirle a la única persona que habría podido entenderla:
«Yo soy la que llega a tus sueños todas las noches y te dice esto: ojos de perro azul». Y dijo que iba a los restaurantes y les decía a los mozos, antes de ordenar el pedido: «Ojos de perro azul». Pero los mozos le hacían una respetuosa reverencia, sin que hubieran recordado nunca haber dicho eso en sus sueños. Después escribía en las servilletas y rayaba con el cuchillo el barniz de las mesas: «Ojos de perro azul». Y en los cristales empañados de los hoteles, de las estaciones, de todos los edificios públicos, escribía con el índice: «Ojos de perro azul». Dijo que una vez llegó a una droguería y advirtió el mismo olor que había sentido en su habitación una noche, después de haber soñado conmigo. «Debe estar cerca», pensó, viendo el embaldosado limpio y nuevo de la droguería. Entonces se acercó al dependiente y le dijo «Siempre sueño con un hombre que me dice: “Ojos de perro azul”». Y dijo que el vendedor la había mirado a los ojos y le dijo: «En realidad, señorita, usted tiene los ojos así». Y ella le dijo: «Necesito encontrar al hombre que me dijo en sueños eso mismo». Y el vendedor se echó a reír y se movió hacia el otro lado del mostrador. Ella siguió viendo el embaldosado limpio y sintiendo el olor. Y abrió la cartera y se arrodilló y escribió sobre el embaldosado, a grandes letras rojas, con la barrita de carmín para labios: «Ojos de perro azul». El vendedor regresó de donde estaba. Le dijo: «Señorita, usted ha manchado el embaldosado». Le entregó un trapo húmedo, diciendo: «Límpielo». Y ella dijo, todavía junto al velador, que pasó toda la tarde a gatas, lavando el embaldosado y diciendo: «Ojos de perro azul», hasta cuando la gentes se congregó en la puerta y dijo que estaba loca.
Ahora, cuando acabó de hablar, yo seguía en el rincón, sentado, haciendo equilibrio en la silla. «Yo trato de acordarme todos los días la frase con que debo encontrarte ―dije― . Ahora creo que mañana no lo olvidaré. Sin embargo, siempre he olvidado al despertar cuáles son las palabras con que puedo encontrarte». Y ella dijo: «Tú mismo las inventaste desde el primer día». Y yo le dije: «Las inventé porque te vi los ojos de ceniza. Pero nunca las recuerdo a la mañana siguiente . Y ella, con los puños cerrados junto al velador, respiró hondo: «Si por lo menos pudiera recordar ahora en qué ciudad lo he estado escribiendo».
Sus dientes apretados relumbraron sobre la llama. «Me gustaría tocarte ahora», dije. Ella levantó el rostro que había estado mirando la lumbre: levantó la mirada ardiendo, asándose también como ella, como sus manos: y yo sentí que me vio, en el rincón, donde seguía sentado, meciéndome en el asiento. «Nunca me habías dicho eso», dijo. «Ahora lo digo y es verdad», dije. Al otro lado del velador ella pidió un cigarrillo. La colilla había desaparecido de entre mis dedos. Había olvidado que estaba fumando. Dijo: «No sé por qué no puedo recordar dónde lo he escrito». Y yo le dije: «Por lo mismo que yo no podré recordar mañana las palabras». Y ella dijo, triste: «No. Es que a veces creo que eso también lo he soñado». Me puse en pie y caminé hacia el velador. Ella estaba un poco más allá, y yo seguía caminando, con los cigarrillos y los fósforos en la mano, que no pasaría el velador. Le tendí el cigarrillo. Ella lo apretó entre los labios y se inclinó para alcanzar la llama, antes que yo tuviera tiempo de encender el fósforo. «En alguna ciudad del mundo, en todas las paredes, tienen que estar escritas esas palabras: “Ojos de perro azul” dije―. Si mañana las recordara iría a buscarte». Ella levantó otra vez la cabeza y tenía ya la brasa encendida en los labios. «Ojos de perro azul», suspiró, recordando, con el cigarrillo caído sobre la barba y un ojo a medio cerrar. Aspiró después el humo, con el cigarrillo entre los dedos, y exclamó: «Ya esto es otra cosa. Estoy entrando en calor». Y lo dijo con la voz un poco tibia y huidiza, como si no lo hubiera dicho realmente sino como si lo hubiera acercado el papel a la llama mientras yo leía: «Estoy entrando ―y ella hubiera seguido con el papelito entre el pulgar y el índice, dándole vueltas, mientras se iba consumiendo y yo acababa de leer ― ...en calor», antes que el papelito se consumiera por completo y cayera al suelo arrugado, disminuido, convertido en un liviano polvo de ceniza. «Así es mejor ―dije―. A veces me da miedo verte así. Temblando junto al velador».
Nos veíamos desde hacía varios años. A veces, cuando ya estábamos juntos, alguien dejaba caer afuera una cucharita y despertábamos. Poco a poco habíamos ido comprendiendo que nuestra amistad estaba subordinada a las cosas, a los acontecimientos más simples. Nuestros encuentros terminaban siempre así, con el caer de una cucharita en la madrugada.
Ahora, junto al velador, me estaba mirando. Yo recordaba que antes también me había mirado así, desde aquel remoto sueño en que hice girar el asiento sobre sus patas posteriores y quedé frente a una desconocida de ojos cenicientos. Fue en ese sueño en el que le pregunté por primera vez: «¿Quién es usted?». Y ella me dijo: «No lo recuerdo». Yo le dije: «Pero creo que nos hemos visto antes». Y ella dijo, indiferente: «Creo que alguna vez soñé con usted, con este mismo cuarto». Y yo le dije: «Eso es. Ya empiezo a recordarlo». Y ella dijo: «Qué curioso. Es cierto que nos hemos encontrado en otros sueños».
Dio dos chupadas al cigarrillo. Yo estaba todavía parado frente al velador cuando me quedé mirándola de pronto. La miré de arriba abajo y todavía era de cobre; pero no ya de metal duro y frío, sino de cobre amarillo, blando, maleable. «Me gustaría tocarte», volvía a decir. Y ella dijo: «Lo echarías todo a perder ―volvió a decir, antes que yo pudiera tocarla―. Tal vez, si das la vuelta por detrás del velador, despertaríamos sobresaltados quién sabe en qué parte del mundo». Pero yo insistí: «No importa». Y ella dijo: «Si diéramos vuelta a la almohada, volveríamos a encontrarnos. Pero tú, cuando despiertes, lo habrás olvidado». Empecé a moverme hacia el rincón. Ella quedó atrás, calentándose las manos sobre la llama. Y todavía no estaba yo junto al asiento cuando le oí decir a mis espaldas: «Cuando despierto a medianoche, me quedo dando vueltas en la cama, con los hilos de la almohada ardiéndome en la rodilla y repitiendo hasta el amanecer: “Ojos de perro azul”».
Entonces yo me quedé con la cara contra la pared. «Ya está amaneciendo ―dije sin mirarla―. Cuando dieron las dos estaba despierto y de eso hace mucho rato». Yo me dirigí hacia la puerta. Cuando tenía agarrada la manivela, oí otra vez su voz igual, invariable: «No abras esa puerta ―dijo―. El corredor está lleno de sueños difíciles». Y yo le dije: «Cómo lo sabes?». Y ella me dijo: «Porque hace un momento estuve allí y tuve que regresar cuando descubrí que estaba dormida sobre el corazón». Yo tenía la puerta entreabierta. Moví un poco la hoja y un airecillo frío y tenue me trajo un fresco olor a tierra vegetal, a campo húmedo. Ella habló otra vez. Yo di la vuelta, moviendo todavía la hoja montada en goznes silenciosos, y le dije: «Creo que no hay ningún corredor aquí afuera. Siento el olor del campo». Y ella, un poco lejana ya, me dijo: «Conozco esto más que tú. Lo que pasa es que allá afuera está una mujer soñando con el campo». Se cruzó de brazos sobre la llama. Siguió hablando: «Es esa mujer que siempre ha deseado tener una casa en el campo y nunca ha podido salir de la ciudad». Yo recordaba haber visto la mujer en algún sueño anterior, pero sabía, ya con la puerta entreabierta, que dentro de media hora debía bajar al desayuno. Y dije: «De todos modos, tengo que salir de aquí para despertar».
Afuera el viento aleteó un instante, se quedó quieto después y se oyó la respiración de un durmiente que acababa de darse vuelta en la cama. El viento del campo se suspendió. Ya no hubo más olores. «Mañana te reconoceré por eso ―dije―. Te reconoceré cuando vea en la calle una mujer que escriba en las paredes: “Ojos de perro azul”». Y ella, con una sonrisa triste ―que era ya una sonrisa de entrega a lo imposible, a lo inalcanzable―, dijo: «Sin embargo no recordarás nada durante el día». Y volvió a poner las manos sobre el velador, con el semblante oscurecido por una niebla amarga: «Eres el único hombre que, al despertar, no recuerda nada de lo que ha soñado».

Tomado de literatura.us

viernes, abril 16, 2010

De Un Voto De Confianza

Con verdadero asombro recibo comentarios alentadores acerca del blog, preguntan, esperando una negativa por respuesta, que no lo de por terminado y admito con la mayor humildad y orgullo del caso que me gusta mucho eso.

Jamás me imaginé que tendría algún tipo de aceptación entre las personas, de pronto los conocidos porque se sienten intigrados, pero qué hay de los que nunca me han visto y aún así se dan una pasadita buscando una actualización, a ellos también les agradezco.

Así que con este voto de confianza, dado por ustedes mismos, voy a tratar de ponerme al día con mis palabras, realmente dos o tres frases y la curiosidad de Judas Gabriel Pilatos, funcionan como un carboncito para darle riendad suelta a las ideas, ojalá y el viento sople de manera favorable para que todo engrane de la manera correcta.

Por si les generó dudas el post anterior, aquí les dejo un resumen que realizó Andrés:

martes, abril 13, 2010

De Enfrentarse Al Miedo

De acuerdo con lo que dice Sabina: Y en vez de cobar me pagaís!!! Completamente de acuerdo, porque pagué para que me obligaran a sentir una sensación que no me gusta sentir y para colmo de males hacíamos unas filas impresionantes como si estuvieran regalando dinero a sabiendas que nosotros éramos quienes habíamos dejado los poquitos centavos para estar ahí.

Definitivamente somos masoquitas, colaboramos para que nos hagan sentir mal, gritamos y pateamos durante el proceso, pero aún así estamos dispuestos a hacerlo de nuevo. Todo porque es un momento que no va a volver jamás, unas mariposas en las entrañas que probablemente no van a regresar, un terror paralizante que nos hace sentir más grandes cuando lo hemos superado.

Lo único que aprendí de ese día es que sin importar cuanto miedo tenga, que tan horrible me vaya a sentir, así sea por solo unos segundos, si me propongo enfrentar ese terror puedo superarlo con creces. Ahora me estoy preparando para más actividades extremas.

viernes, marzo 26, 2010

De La Despedida

Como lamentablemente se habrán podido dar cuenta los asiduos visitantes de este espacio, llevo ya varias semanas sin escribir un post, de entrada aclaro que no es porque no haya querido o falta de inspiración, es más, tenía en mente escribir acerca de los upskirts y de las incomodidades a las que se someten las mujeres con tal de estar a la moda, la cuestión tiene que ver con falta de tiempo por mis actividades y también de elementos para realizar el escrito.

El trabajo me absorve completamente, me restringe a la hora de escribir, tecnológicamente hablando, y aparte de eso me quitó el computador para publicar, realmente no me lo quitó, simplemente se dañó y llevo ya bastante tiempo usando equipos prestados los cuales no colaboran para llevar a cabo ésta íntima labor.

Entonces, teniendo en cuenta el reclamo de Chuleto, y considerando que las cosas no van a cambiar, por lo menos no en un tiempo corto, he pensado seriamente en dar por terminado este proyecto, son ya muchos años de este blog y uno que otro seguidor fiel, ustedes saben si lo son, pero como a las plantas y a los matrimonios aquí se debe regar diariamente para que sobreviva y como yo soy tan conciente, prefiero terminar todo de raíz, como una vez lo hice contigo, antes de darle una lenta y agónica muerte.

Aún no es decisión tomada, ahora que escribo de nuevo siento mis dedos fluir libremente y las ideas plasmarse con la facilidad de siempre, pero lo mismo pasa con las relaciones, uno intenta recatarlas del fango porque ve una pequeña luz y lo único que hace es terminar de despedazar todo, así que dejo la despedida escrita, de pronto de un momento a otro esto sale del aire pero ya estarán avisados.