lunes, marzo 30, 2009

De Un Día Normal

Reitero lo comentado anteriormente: Es un día normal. Se acaba la jornada y no pasó nada irregular, aparte del sol que acompañó la mañana y que no se dejaba ver con esa intesidad hace varias semanas.

Para resaltar tu llamada desde el otro lado del charco, un bonito gesto, yo a duras penas le escribo un correo a Jhon y eso que no está tan lejos. También tu comentario acerca de lo protocolario de las felicitaciones, estoy más que seguro que no te gustó pero independientemente de eso es lo que yo creo, no importa si te gusta o no. Cosas.

Probablemente fui yo mismo quien lo volvió así, realmente es irrelevante, cuando las cosas se vuelven costumbre pierden totalmente el sentido del dolor o la felicidad, es como un dolor crónico que queda en el fondo de la memoria y solo aparece cuando aumenta su intensidad, así es ésto para mí.

martes, marzo 24, 2009

De la Importancia del Cumpleaños

El primer semestre del año está lleno de cumpleaños de personas queridas para mi, de los que me acuerdo están Jhon, Mafe, Christian, Gustavo, Martha, Carmen, mi hermana y yo por supuesto, en el segundo semestre ya son menos, David, Pacho y Edwincinto que cumplen el mismo día como hermanitos, además Connie y hasta ahí me llega la memoria.

Pues como dictan los cánones de la diplomacia son fechas para llamar a los que están lejos y celebrar con los que están cerca. Siguiendo este lineamiento hablamos el fin de semana y tocamos el tema relevante: La celebración. Para ti que tienes un millón de amigos y una familia numerosa es una fecha superimportante donde todo el mundo te llama y te desea lo mejor, para mi que mis amigos son contados con los dedos de una mano y con la otra los miembros de mi familia pues no deja de ser un día más.

Sé que para ti es casi afrenta considerarlo así pero debo decir que ha sido mi realidad a lo largo de todos estos años, debe ser mi solitaria existencia la que ha reducido al onomástico a un día cualquiera; me decías que debía agradecer a Dios por un año pero resulta que celebramos el año que pasó y no el que viene, además si es por agradecer lo haría cada mañana porque tengo otro día para vivir, otro día más.

He tenido cumpleaños memorables como el de los 18 cuando recibí varios regalos y buenos, cosa muy extraña, además Sandra y la Negra me llevaron al bar de siempre donde la chica del streptease se me sentó en las piernas e hizo lo que saben hacer. Memorable, simplemente para no olvidar, fuera de eso están los intimistas con los amigos y pare de contar, creo que con estas aclaraciones es fácil comprender mi punto de vista.

De nuevo te deseo que hayas pasado muy bien el tuyo y espero, de todo corazón, que no volvamos a tocar el tema de la relevancia cuando me des tus felicitaciones. Besos.

martes, marzo 17, 2009

De las Clases de Belleza

Anoche mientras veía Lost, también trataba de ver las novelas nacionales enfrentadas en el horario triple A, y digo trataba porque lo intentaba en cada emisión de comerciales de todos los canales y así es algo difícil seguir la trama, aunque lo que menos me importa es la trama, en realidad son las protagonistas de cada programa las que atraen mi atención, de ahí nace este post.

Por un lado tenemos a Florita, conocida por todos desde hace ya tiempo e internacionalmente famosa por Rosario Tijeras, o por lo menos eso creo; lo mejor que aporta con su papel son sus salidas en babydoll o pijama o en la ducha o cualquier aparición ligera de ropas, otro aporte fundamental en la película. Excepto por estos pequeños momentos de morbo, que la hacen ver muy sexy y excitante, su personaje es una niña recatada que solo trata de hacer el bien, cándida e ingenua sirve para ejemplificar la belleza belleza, la hermosura que genera una expresión masculina acerca de la mujer de su vida.

En el papel antagónico se encuentra la interesada Jessica, ni siquiera importa el nombre de la actriz porque lo único relevante de esta niña es su voluptuoso cuerpo que muestra religiosamente cada capítulo, a mi parecer pasa de ser sexy a vagabunda, solo inspira sexo y bien sucio, agarrarla de esas mechas y darle hasta el cansancio; aquí queda claro que el diablo es puerco y la carne es débil, nada más, ni sentimientos ni corazón.

La competencia, por el otro canal, le apostó a una niña nueva que creo que anteriormente presentaba un programa infantil o algo así, lo cierto es que me parece que hizo bien, tiene un rostro angelical y una mirada encantadora, lo importante es que está en el punto exacto entre las dos mencionadas anteriormente aunque se acerca más al personaje de Flora, pero su toque más juvenil la hace ver menos ingenua y más atrevida, además me encantan sus senos porque parecen naturales y como que la gravedad no se ha ensañado con ellos, tienen una altura y un tamaño que me parecen perfectos.

En fin, clasificar la belleza es tan relativo como definirlo, cada quien tiene sus gustos, pero los míos son estos y ésta es mi clasificación que estoy seguro más de uno concordará.

lunes, marzo 09, 2009

Del Diario de Una Ninfómana

Mi ángel de la guarda

Porque, en mi descenso hacia el infierno, me encontré un pequeño paraíso. Mi Dios particular tenía el aspecto de un hombre maduro, alto, el pelo moreno y un poco canoso, la cara en forma de pera bien madura, los ojos verdes intensos, las manos fuertes, con las uñas un poco cortadas desigualmente. No se las comía, sólo las pielecitas que las rodean. Dos o tres pelos sobresalían de su nariz potente. Dios tenía un poco de barriga, que me encantaba. Le daba un aire tierno, sobre todo cuando ponía mi cabeza encima y le acariciaba suavemente. De vez en cuando introducía mi dedo en su ombliguito. Siempre me ha despertado curiosidad, pero sé que no le gustaba. Dios olía a brisa y a almendras troceadas, a gotitas de rosa del jardín por la mañana, y a leña recién cortada, y a paja de granja, y a hierbe bien verde después de un diluvio. Por la tarde, a las páginas de un libro recién publicado; a yogur natural de leche entera; a león ardiente cuando cae la noche. Y a melocotón blanco, tierno, sin esa sensación desagradable en los dientes cuando lo muerdes con fuerza. Dios tenía un pelito rebelde encima de la ceja derecha, que yo siempre saludaba cuando nos encontrábamos. Un día desapareció, así que nos pusimos a buscarlo con desesperación entre las sábanas. El pelito rebelde se había ido sin más. Al mes apareció otro. Es cuando me convencí de que la inmortalidad existe. ¡Dios siempre me sorprendía!

Dios tenía los dientes curiosos. Blancos sí, pero cabalgaban unos encima de otros. Y cuando se reía, le daban un aire de niño pequeño, con sus dientes de leche, que nunca se caen. Dios nunca se peleaba conmigo. Cuando me enfadaba, me observaba con sus grandes ojos y me daba besitos en la frente para tranquilizarme. Dios tenía el instinto de las madres cuando lloran los bebés. Cuando tenía miedo, me cogía en sus brazos y mecía mi cuna invisible.

La boca de Dios era finita. de un rosa pastel, como si llevara carmín, y me trastornaba cuando decía que pensaba en mí en cada fracción de segundo. Dios me enseñó a entregar el más bonito de los regalos: los besos. Él devoraba mi boca. Y yo, la verdad, es que no lo hacía muy bien. Pero eso, pocas veces me lo ha dicho.

También lloraba Dios noches enteras, escondido debajo de la almohada, al oír la sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorak, cuando me sabía en brazos de otro. Y fue cuando descubrí por primera vez que las lágrimas de un hombre son el mejor regalo para una mujer enamorada.

Dios tenía un pequeño defecto: no sabía pronunciar la c. Intenté enseñarle, pero podíamos pasar noches enteras escupiendo sin éxito. ¡Qué divertido era Dios! Pero lo que más me gustaba de él, era recibir su bendición. Dios era generoso, y bendecía cada vez que se lo pedía.

Fragmento del libro que me ha cautivado de principio a fin, ojalá y alguien pudiera decir algo parecido de mí, no como un dios pero sí como una persona.

jueves, marzo 05, 2009

De lo Que Ellas Mienten

Y ya cuando todos nos habíamos tomado los tragos suficientes como para estar más sueltos y desinhibidos, bueno, en realidad, todos es un decir porque ellas tenían la típica actitud de la señorita recatada que solo está ahí para divertirse y bailar un buen rato, esas que le hacen mala cara a los ebrios como nosotros y que luego del guayabo empiezan a echarle en cara a uno que es un borracho y que toma mucho, puras poses, apariencias; en fin.

Ya cuando estábamos todos en esa onda nos atrevimos a bromear acerca de esa blusa de tiritas que tan bien le sentaba, me encantaba el color y además lo que dejaba ver, aunque siempre me ha parecido que con ella la gravedad no ha tenido piedad; entonces tu afirmaste que la habías sacado del armario por casualidad, que hacía miles de años que no la usabas y por último que no tenías ni idea que esa noche íbamos a salir a hacer algo.

La cuestión es que días después comentando el asunto con más calma, nos enteramos que desde la noche anterior a la salida habías estado citando a todos con fines lúdicos, que no hiciéramos planes para esa noche porque sería bueno que nos reuniéramos como pocas veces hacemos. Ploff!!!

Hoy te pregunto por tus planes del weekend, me dices que tienes una cita muy a las seis de la tarde y pues no me interesa preguntar más, pero luego aclaras que es para hacer una diligencia muy conocida en el país y además también debes sacar otro documento; intuyo que todo eso tiene que ver con una nueva propuesta laboral y vas a firmar un nuevo contrato lejos de esta empresa, te lo digo sin problemas y solo abres los ojos como si te fueras a echar gotas, sonríes y me mientes descaradamente, en mi cara, te lo repito y de nuevo la mentira sin dudar. ¡Vaya cojones tienes!

¿Para qué mentir? ¿Por qué hacerlo? Parece ser una constante con ustedes las mujeres, en el primer caso porque tienen que parecer la más decente de todas, así se revuelquen con el que quieran, lo importante son las apariencias, la impresión que sienten que dejan en nosotros, pero la verdad es que la impresión que uno se lleva es la de una solapada que piensa que siempre le puede meter a uno los dedos en la boca.

En el segundo caso porque la ley dice que uno debe negarlo todo así lo agarren con los pantalones abajo, negarlo hasta la muerte, como si negarlo y mentir lo hicieran desaparecer; valiente gracia, más bien es como ofensivo porque ya con todas las cartas sobre la mesa no hay mucho que se pueda hacer, corrijo, se puede mentir.

No me gustan las mentiras, mucho menos las mentirosas, prefiero una vagabunda declarada a una dama de cama baja, lo daría como un consejo pero solo es mi manera de pensar, consúltenlo y me cuentan.