martes, abril 30, 2013

De Un Mequetrefe


"La gente es sin duda el mayor activo de la compañía. No hace ninguna diferencia el tipo de compañía. Una compañía sólo es tan buena como la gente que tiene."

Llevo años leyendo teorías donde afirman que el mayor activo de una compañía es su personal, de nada sirve la organización ni la tecnología más avanzada sino hay un operario que pueda sacar el mayor provecho de ella, o por lo menos eso creía, porque si algo aprendí en esta experiencia es que lo único indispensable es el combustible.

¿Por qué es tan difícil tratar bien al personal? Ser justos y equitativos. ¿Por qué no logran comprender que la productividad aumenta cuando los trabajadores se sienten a gusto? ¿Por qué la soberbia es el valor más importante para convertirse en gerente? ¿Y por qué los jefes que están más arriba en la organización tampoco notan todas esas fallas?

Todas esas preguntas me las hacía todos los días, pero la única que pude responder fue: ¿Qué debo hacer si el gerente me llama mequetrefe?

Mequetrefe: Hombre entremetido, bullicioso y de poco provecho.

La respuesta la obtuve a partir de otro par de preguntas: ¿Cuánto cuesta mi dignidad? ¿Qué estoy dispuesto a vender con tal de asegurarme una estabilidad económica?

Y concluí que mi dignidad cuesta más que todo lo que me ganaba, que ya había regalado varios años de mi juventud y no había valido la pena. Así que hice lo que muchos pregonamos pero no nos atrevemos: Renuncié.

Aquí estoy casi un mes después, pensando en lo que va a pasar con mi futuro, preguntándome si fue la mejor decisión, escuchando opiniones encontradas, buscando en los clasificados, repasando esos instantes una y otra vez en mi cabez, rogándole a Dios para que me apoye en esta decisión que ya no tiene reversa, esperando que lo que viene pronto me de la razón.