miércoles, enero 30, 2008

De The Untouchables

Acostado frente al televisor, completamente aburrido por la mala programación de todos los canales, no importa su nacionalidad, empiezo a cambiar de canales sin parar en ninguno en especial, zapping creo que le llaman los expertos, pero yo de esas cosas no sé, ahí me perdonan si le falto a alguien.

De pronto una imagen me resulta familiar, veo a a Kevin Costner con una vestimenta de los 30, sombrero y traje de la época, parece estar en una estación de trenes o de buses o de algo, respiro lentamente y ruego para que aparezca un solo actor en la escena: El mismísimo Andy García; unos segundos y ahí está, también con sombrero y chamarra, se ha salvado el fin de semana, estoy viendo la mejor escena que haya visto en mi vida.

Obviamente la película es The Untouchables, un film de acción ambientado en los años 30 y donde un grupo especial de policías trata de encarcelar a Al Capone a pesar del miedo y la corrupción. La escena no puede ser otra que aquella en la estación donde van a buscar al contador que delatará a todo el mundo y cuando llegan a él comienza la balacera, con el atenuante que hay una señora con un carruaje y un bebé el cual deja caer por las escaleras mientras disparan a todas partes.

La escena es en cámara lenta y sin sonido, la intensidad se nota en los ojos de los actores y una solo puede contener la respiración, la he visto tantas veces que prácticamente me la sé de memoria, pero tal vez no soy tan bueno para plasmarla en las palabras así que si puede verla no se la pierda porque es un verdadero clásico.

lunes, enero 28, 2008

De Bitter Moon

La semana pasada volví a ver ésta película, la cual había visto hace más de diez años y fue como mi primera aproximación al porno, en realidad es más erótica y sensual que pornográfica, pero a esa edad era lo más fuerte que podía ver.

Recuerdo bien que la pasaron un sábado en la noche en un programa de películas de un canal que luego se haría privado, teníamos aún el betamax y la grabé como hacía con todas las de ese espacio para que la vieran los demás en la casa, luego la repetiría con unos amigos un día por la mañana y se perdería en el olvido hasta hoy.

Me asombró ver a Hugh Grant en el reparto y también a Kristin Scott Thomas en un personaje con el mismo nombre que llevaría en "Cuatro Bodas y un Funeral", averiguando más detalles sobre el film me entero que la actriz que encarna a Mimi es la mujer de Roman Polanski quien dirige la cinta, detalles de gran importancia para alguien que gusta del cine.

Me parece sobresaliente la actuación de Peter Coyote, me parece que tiene cierto aire a Joaquín Sabina y la belleza de Mimi es brutal, tanto que uno desea ser ese hombre, aunque nunca terminar como él. De los diálogos se rescatan muchas cosas, como cuando Oscar relata la máxima humillación que le pide a Mimi o cuando le comenta en el hospital que quedó parapléjico y ella lo va a cuidar.

Les recomiendo la película si quieren ver al deseo hecho carne, vuelto mierda y convertido en eterno a través de una acción, el amor es una excelente excusa para cometer estupideces que van más allá de lo corriente.

miércoles, enero 23, 2008

De las Anécdotas de Viaje

Volví a viajar, cosa que ya llevaba semanas sin hacer, estaba esperanzado en pasar el mes en blanco pero a cambio de uno me metí dos viajes en cinco días, realmente el último no era necesario pero por andar de afanado y no hacer las cosas como se deben me tocó volver prácticamente a nada, total, ya estoy aquí y a la expectativa de lo que pueda pasar.

En el segundo trayecto de ida me dieron una silla bien adelante en el bus, cuando abordé me fijé que en el costado opuesto de mi fila había una muchacha algo atractiva y me lamenté por no haber sido su compañero de viaje, igual ya nada podía hacer y sería otro pensamiento sin acción, además, se sentó junto a mi otra chica con un estómago perfecto, de esos que solo dan ganas de acariciarlo y mirarlo por mucho tiempo, ahí estaba mi desquite.

Me concentré en dormir, porque si no duermo tiendo a marearme con facilidad, entonces ya que no había película y la ciudad se vuelve monótona dentro de un bus de transporte intermunicipal me concentré en el sueño, abría los ojos a ver si ya salíamos de la ciudad y como era de suponerse nada, todo muy normal, de un momento a otro un ruido extraña me sobresalta, son como los mugidos de un animal pero se sienten demasiado cerca para ser en la calle.

Abro los ojos y veo con lástima que la primera niña bonita da arcadas y se agacha con dificultad, se atoró me imagino, pero cuando repaso la mirada veo que el joven que está a su lado está de pie golpeándole la espalda porque ella está atragantada con el vómito, no logra respirar y no para de vomitar; triste espectáculo que gracias a Dios no tuve que protagonizar o coprotagonizar, lo vi de cerca y fui suficiente.

Miro de nuevo por la ventana y no hemos llegado a la autopista sur, éste va a ser un viaje largo, ojalá no se propague el olor del vómito porque ahí si me "gomito" como dijeron mis sobrinas. Unos minutos después se levanta de nuevo el joven a pedir más bolsas para el vómito porque la que tenían ya ocupó su capacidad, definitivamente viajo largo, aunque en el resto del trayecto la susodicha no hizo mayores gestos, si tendríamos demoras por fallas en el aire acondicionado y otras cosas más.

Sin ser mala persona me da asco ver a alguien más vomitar, debe ser triste que mientras uno vomite el resto de la gente se quede mirando como si fuera un bicho raro, escuchar los comentarios de las viejas de muchos viajes que no entienden como una persona tan joven se puede marear con facilidad, cosas.

jueves, enero 17, 2008

De la Responsabilidad y la Culpa

Me imagino que todos hemos estado en esas situaciones donde algo sale mal, donde el resultado no es el esperado, donde las variables se conjugan en nuestra contra y por diferentes razones mordemos el fango.

En momentos así cada quien toma un comportamiento diferente, existe el que reacciona con furia y odio, el que se resigna a perder, el analítico que trata de ver en dónde se falló, el silencioso, el optimista y el de la vista gorda.

Independientemente de la actitud que tomemos, creo que siempre hay algo en común, tiene que ver con la responsabilidad del error, con la culpa, con lavarse las manos y decir yo no fui y también con decir que no hay que buscar un culpable, que lo que pasó pasó, aunque todo mundo le adjudique a alguien el fallo.

Es una situación incómoda, cuando existe un claro culpable da cagada, cuando uno mira al otro y ve en sus ojos que él también sabe que se equivocó, cuando uno dice para la próxima será aunque quién sabe si es cierto, cuando uno dice que ese error ya se aprendió y nunca se volverá a cometer, otra gran mentira para el momento.

Lo que si creo que es peor, es ser el culpable de la falla, el que cometió el error, es como cuando una hace un autogol y llegan los compañeros a decirle que todo está bien, ya uno se siente como un culo para que también la lástima de los demás le caiga encima; de por sí ya es malo saber que el compañero de junto se equivocó, peor aún es ser el compañero del lado.

Todos somos culpables a cada momento, pero mejor es serlo a solas, donde nadie se lo refriega en la cara así sea sin querer, mejor aún que lo señale y le diga miles muertes en el rostro a que simplemente le de una palmada en la espalda pronunciando mentiras de todo corazón.

martes, enero 15, 2008

De la Tendencia a la Desconfianza

En general yo nunca he sido del tipo de persona desconfiada, es más, tiendo como a creer todo lo que me dicen sin reparar mucho en ello, soy más bien fácil de enredar y por eso me han pasado las cosas que me han pasado, como dirían mis amigos en Venezuela: Soy una bolsa a tres tablas.

Siempre trato de ser honesto en mis cosas y por ese motivo mido a las personas de la misma manera, utilizo el rasero con el cual me gustaría ser medido, aunque, debido a nuestra naturaleza, el rasero se utiliza al revés y primero desconfiamos del prójimo para que este poco a poco nos vaya demostrando que es digno para depositar en él nuestras esperanzas.

Miento, no lo voy a negar, pero trato de hacerlo la menor cantidad de veces posibles, la realidad es que muchas cosas en la vida tienen que ser ocultas porque no están para ser aprobadas por los demás o porque simplemente las hicimos en un momento inadecuado, con esto no trato de validar la mentira pero si son los motivos que tengo para mentir, bueno, no siempre, a veces lo hago por simple gusto.

Pero si hay algo que me molesta mucho, más bien me incomoda, es que desconfíen de mi sin motivo, que simplemente sea objeto de prevenciones porque ese es el prejuicio al cual nos acostumbraron, que por el hecho de ser hombre sea un mentiroso cualquiera y que esté cortado con la misma tijera y sea harina del mismo costal y miles de dichos más para justificar prejuicios erróneos.

Me incomoda sobretodo porque trato de ser coherente entre lo que digo, lo que hago y lo que pienso, respeto mis convicciones por encima de cualquier cosa, y me mantengo firme a pesar de los errores y demás cosas, lo lamentable es que nada de eso es suficiente y la gente está a la expectativa que caigas para caerte encima y decir que eres uno más del montón, que era lógico que te equivocaras y que antes te demoraste mucho en hacerlo.

La masa parece ser amante del fracaso, como que vernos a todos en esa misma condición nos da un descanso y compañía en la desesperanza, si alguien sobresale debe ser diregido de nuevo por los demás, me imagino que son estos los motivos por los cuales desconfían de los positivos, de los soñadores, de los locos y celebran cada derrota más fuerte que la misma victoria.

viernes, enero 11, 2008

De los Propósitos para el Nuevo Año

Con el cambio de año se reviven viejas cábalas para augurar un mejor futuro en el año venidero, muchas personas comen sus doce uvas con cada campanada, otras tantas dan la vuelta a la manzana con sus maletas, otras es bañan en vino, los más arriesgados vierten un huevo crudo en agua para ser leído, y esas son apenas las que conozco porque me imagino que según la región y las creencias habrán muchas más.

Yo particularmente no creo en nada de eso, aunque si he hecho varias de ellas, lo hago más por curiosidad que por crearme una esperanza para vivir; lo que si es cierto es que me gusta hacerme propósitos para practicar en el año nuevo, me parece una buena fecha para darle inicio a las cosas, más que todo, me da facilidad para contabilizar el tiempo en el cual me he mantenido firme en mi propósito.

Este año no fue la excepción, empecé proponiéndome dejar de nuevo el cigarrillo, vicio adorable que me ha acompañado ya casi por una década, aunque anteriormente lo había dejado por un lapso de tiempo de tres años y medio, regresé a él el día que fui por primera vez a la playa en Venezuela, ustedes entenderán, playa, brisa, mar, cerveza, atardecer, solo faltaba un cigarro para hacer la tarde perfecta y así fue; ahí regresé al buen vicio del tabaco.

Este propósito lo hago porque debo mejorar mi salud, además, ya le había perdido el gusto al cigarro, fumar no era lo mismo y pues cuando las cosas se ponen feas entre las parejas es mejor dejarse antes que uno termine matando al otro.

La otra intención tiene que ver exclusivamente contigo, no fue exactamente algo que saliera de mi cabeza o mi corazón, pero me parece igual de buena a cualquier otra, lamento que haya tenido que ser así pero a veces algo malo tiene que pasar para que salga algo bueno, igual no fue tan malo, pero siempre es aburrido discutir y discutir como si nunca se pudieran arreglar las cosas.

Este propósito es por ti y por mi, por los dos, nunca antes lo había intentado con alguien y espero que sea para bien, necesito es tiempo para llevarlo a buen término pero también mucha voluntad para lograrlo, si me acompañas en el proceso será más fácil, pero si por el contrario huyes dejándome en el camino pues no se logrará nada.

Me gusta mucho de todo esto que si logro cambiar, será para bien, no solo para ti, porque no sabemos cuando nos vamos a separar, sino que yo podré estar mejor en todos los aspectos, realmente estoy muy emocionado y con ganas de intentarlo, no me aterra el caer porque tengo la voluntad de levantarme, solo espero que siempre estés ahí para ayudarme a continuar.

miércoles, enero 09, 2008

Del Remedio para el Mal

No recuerdo donde leí que cuando uno ofende a alguien es como agarrar una hoja de papel y arrugarla completamente, al disculparse es como si tomara la hoja y la alisara, simplemente no vuelve a ser igual a como estaba antes.

Me parece una excelente manera de explicar lo que nos pasa a todos cuando nos agreden, por mucho que la otra persona se enmiende uno queda con minúsculas cicatrices que nadie puede ver, se daña el momento exacto cuando todo pasa y es bien difícil volver todo a la normalidad, tal vez solo el tiempo permite olvidar ese instante, pero de ahí a que todo regrese a como estaba antes hay mucha diferencia.

Las palabras hieren tanto como las acciones, a veces, incluso más, ese motivo debería ser suficiente para pensar bien antes de hablar, pero evidentemente muchos factores influyen para que uno permita que la lengua actúe por sí sola, o mejor, para que sea manejada por esos factores y termine diciendo cosas que no debían ser.

La ira es el más claro ejemplo, cuando rabiamos como perros no utilizamos la cabeza y decimos unas cosas que solo sirven para empeorar la situación, ya con el ojo afuera no hay Santa Lucía que valga, independientemente si la reacción es inmediata o posterior al suceso, ya se han metido las patas hasta el fondo y generalmente, alguien que nos quiere termina dolido por nuestras acciones.

¿Cómo evitarlo? Calma, mucha calma. Es bueno recordar como nos sentimos cuando somos nosotros los que recibimos las palabras que lastiman, el mundo sería mejor lugar si no les hiciéramos a los demás lo que no nos gustan que nos hagan a nosotros, pero bueno, así son las cosas, solo el propósito personal es suficiente para mejorar este aspecto tan animal de la personalidad, lo que pasa es que para la mayoría de las personas el simple hecho de pensar es una tortura.

jueves, enero 03, 2008

Del Comienzo de Año

Bueno pues parece que éste comienzo de año no fue tan bueno como el anterior, lo que pasa es que no estoy seguro si el comienzo es el malo o realmente lo malo fue el final del que pasó, lo cierto es que las cosas no están tan bien como deberían.

Muchas cosas son diferentes ahora, estoy acompañado, bien acompañado creo y sobre todo así quiero permanecer, vencí al ostracismo y a la soledad y me siento muy satisfecho por ello, me esfuerzo para que se mantenga de esta manera y que para el próximo cambio de calendario siga así.

La familia sigue igual de bien, las celebraciones de estas fechas no fueron las mejores pero siempre es interesante estar aburrido acompañado, malo sería estando completamente solo así que no me puedo quejar, en realidad si puedo pero mi cambio de actitud no me lo permite.

Hace un año estaba disfrutando de mis merecidas vacaciones y nada más me importaba, playa, brisa y mar era lo único que quería vivir y las preocupaciones las tenía para después; ahora estoy aportando a la sociedad con mi esfuerzo, pero parece no estar siendo retribuido y las preocupaciones están para hoy mismo, a decir verdad no me preocupa porque siento venir el desenlace, tarde que temprano llegará el fin y pues que venga como quiera.

Con el ojo afuera no hay Santa Lucía que valga, reza el refrán, el pecho al viento y a hacerse responsable, ojalá para cuando eso llegue ya tenga una válvula de escape y el golpe no sea tan fuerte, quedo a la expectativa, deseando que lo mejor llegue pronto y que sea lo que yo quiero, si no tengo claro que es lo mejor no importa, simplemente que llegue.