viernes, diciembre 30, 2011

De Una Polvorienta Navidad

Una navidad que pintaba incluso más aburridora que la del año anterior, terminó siendo para mí un viaje al pasado, una remembranza de mi niñez y la confirmación que los buenos momentos dependen de las ganas más que de los lugares.

Las navidades de mi vida adulta nunca han llegado a ser tan divertidas como las de mi infancia, tanto así que la celebración no genera mayores expectativas para mi, es una fecha normal donde se pasa en familia más por costumbre que por otra cosa. Además el trabajo también ha colaborado para el desapego a la tradición, si no me falla la memoria, he pasado unas cinco navidades absolutamente solo.

Esta que no iba a ser la excepción y en la cual fui sacado a la fuerza del hotel, se convirtió en un torbellino de trago y pólvora que casi me hace llorar. En primer lugar solo estábamos tres personas con una botella de licor y rascaniguas, o martinicas, o como sea que se llaman, son esas pequitas de pólvora que vienen en una hoja de papel cualquiera y se rastrillan con el pie, en mis buenos tiempos también las podía prender con la mano para arrojársela a alguien, aunque en esta ocasión ninguno pudo.

Volcanes convencionales, otros de más tecnologías, bengalas, totes, mariposas, entre otras que no recuerdo el nombre; pero fueron las rascaniguas las que me hicieron feliz, tal vez porque en mi tiempo era la única pólvora que podía usar por su precio y por su menor riesgo de quemadura.

Ya con los tragos en la cabeza todo fue más fácil, así que más trago y más pólvora, y como ya estábamos entonados pues se trajeron los voladores y unos totes que sonaban el doble de duro. Yo no quise que compráramos voladores en la primera ida porque siempre me han parecido extremadamente peligrosos, pero el licor cumple con su labor y a quemar se dijo, admito que la potencia que se siente cuando el volador hala no tiene igual, quedé enviciado.

Los totes nos convirtieron en vándalos, la caneca de la basura del parque salió damnificada, los árboles, las bancas, un arbusto entregó una de sus ramas, en fin. Lo cierto es que reí como niño, como nunca, como siempre, tal vez puedo decir que ha sido una de mis mejores navidades, sencilla pero diferente, no estaba la gente que quiero pero eso no le restó diversión.

Ahora se acaba el año, diría que hora de balances pero no creo que sea necesario, no pasó nada raro, lo peor, parece que tampoco habrán cambios para el que viene, eso sí, como que comeré las uvas para desear más cosas buenas, muchas cosas buenas.


Feliz año para todos!!!

domingo, diciembre 11, 2011

De La Capa Azul

Esta temporada invernal en nuestro país, trajo a mi memoria un particular recuerdo de mi niñez.

Nosotros vivíamos en un sector alejado del centro de la ciudad, que era donde quedaba el trabajo de mis papas y también la escuela a la que yo asistía. Desde que tengo memoria mi papá tuvo motos, la que más recuerdo es una Yamaha RX-115 de color rojo, como vinotinto y que tenía un golpecito en el costado del tanque; antes de esto también fue propietario de una Yamaha azul pero no hace parte de mis memorias, también está la Bajaj, la Yamaha V-80 y ya luego de todo eso vinieron los carros que fueron en una etapa de mi vida más adulta.

La que importa para el relato es la RX-115 en la cual rodaba nuestra vida familiar, todo se hacía según la disposición del vehículo, nos montábamos los cuatro con mi hermana mayor y a seguir con nuestra rutina, en ese tiempo mi hermana menor tal vez no era ni un proyecto a futuro.

En los días soleadas, que eran la mayoría, cabalgábamos sin contratiempos, pero en época de lluvias, mi papá hacía uso de su capa azul, con la cual nos tapaban a todos y tomábamos rumbo a los lugares mencionados. Como la capa era para una persona, pues el resto de los pasajeros no veíamos el lugar por el cual nos movilizábamos, así que particularmente yo, clavaba mi cabeza para ver el piso mientras mi papá acelaraba.

La ruta era siempre la misma: Girar a la izquierda en la esquina, nuestra casa quedaba a dos casas de la esquina, unas cinco cuadras rectas hasta llegar a la avenida principal; ahí pasaba una ruta de transporte público pero no la utilizábamos muy seguido, todo era en motocicleta; giro a la izquierda para tomar la avenida, que era asfaltada, bajar hasta el puente para cruzar el río y volver a subir, en ese punto ya entrábamos al centro de la ciudad y era identificable porque el pavimentado era con piedritas, es más, creo que aún lo es.

Otras cinco cuadras recto hasta la escuela y listo, fin del viaje, como mi papá trabajaba en el edificio de junto, a veces metía la moto en el parqueadero y nos bajábamos todos y me llevaban a mi hasta la puerta de la escuela donde todos los niños nos agolpábamos para evitar mojarnos.

Hoy no tenemos moto, ni sé qué pasó con la carpa, la RX-115 se la vendió a un mecánico cuando compró el primer carro, ese mecánico moriría sobre ella en un viaje hacia la costa. El edificio de mi escuela es ahora un parqueadero, creo que la escuela ya no existe. El edificio donde trabajaban mis papás está ahí pero lo utiliza otra empresa. Nunca volví a saber nada de mis compañeros de escuela, ni siquiera las redes sociales son útiles, tal vez porque no me acuerdo ni de un solo nombre.

Mientras escribo esto las imágenes vuelven a mi memoria con una fidelidad absurda, como si lo estuviera viviendo. Si hubiera sabido que ese era mi tiempo de felicidad, habría aferrado a él con todas mis fuerzas.

viernes, diciembre 09, 2011

De La Importancia De Escribir Bien

Tenía otros post para escribir, pero por falta de tiempo no se han consumado. En cambio, este artículo, que solo es copiar y pegar me llamó toda la atención.

Que no le pase a usted!!!

lunes, noviembre 14, 2011

De Los Formales Y El Frío

Un poema de Mario Benedetti que declamó el dueño del lugar donde fuimos a ver a un cuentero paisa en Santiago.

Hay una versión de Joan Manuel Serrat pero tiene estrofas diferentes, pongo la letra del poema declarado por el poeta según el tubo.

Quién iba a prever que el amor ese informal
se dedicara a ellos tan formales

mientras almorzaban por primera vez
ella muy lenta y él no tanto
y hablaban con sospechosa objetividad
de grandes temas en dos volúmenes
su sonrisa la de ella
era como un augurio o una fábula
su mirada la de él tomaba nota
de cómo eran sus ojos los de ella
pero sus palabras las de él
no se enteraban de esa dulce encuesta

como siempre o casi siempre
la política condujo a la cultura
así que por la noche concurrieron al teatro
sin tocarse una uña o un ojal
ni siquiera una hebilla o una manga
y como a la salida hacía bastante frío
y ella no tenía medias
sólo sandalias por las que asomaban
unos dedos muy blancos e indefensos
fue preciso meterse en un boliche

y ya que el mozo demoraba tanto
ellos optaron por la confidencia
extra seca y sin hielo por favor

cuando llegaron a su casa la de ella
ya el frío estaba en sus labios los de él
de modo que ella fábula y augurio
le dio refugio y café instantáneos

una hora apenas de biografía y nostalgias
hasta que al fin sobrevino un silencio
como se sabe en estos casos es bravo
decir algo que realmente no sobre

él probó sólo falta que me quede a dormir
y ella probó por qué no te quedás
y él no me lo digas dos veces
y ella bueno por qué no te quedás

de manera que él se quedó en principio
a besar sin usura sus pies frío los de ella
después ella besó sus labios los de él
que a esa altura ya no estaban tan frío
y sucesivamente así
mientras los grandes temas
dormían el sueño que ellos no durmieron.

sábado, noviembre 12, 2011

De Estas Vacaciones

Regreso a la realidad contento y triste por los últimos quince días, conocí dos países maravillosos, lugares increíbles y gente que me hace sentir orgulloso de ser latinoamericano.

Es mejor Santiago que Buenos Aires? Difícil de responder. Todas las ciudades, al igual que las personas, tienen cosas buenas y cosas no tan buenas. Mejor Niágara que Iguazú? Aquí si voy a afirmar que los saltos de Iguazú son mucho más imponentes que los de Niágara, además, hay un mayor contacto con la naturaleza para aquellos que gustan de eso, igual Niágara es un espectáculo que no se debe dejar de ver.

Y las mujeres? Todas las mujeres son hermosas, excepto las que no lo son, debo decir que las chilenas son como las imaginé, como las había visto en las películas; las argentinas me sorprendieron con su belleza, tenía otro concepto, eso sí, si van a Ciudad del Este en Paraguay, no dejen de visitar los negocios porque al parecer no tienen jefe de recursos humanos sino de casting, que cantidad de mujeres tan guapas!!!

Dejé de nuevo a mi mejor amigo, pero quedo tranquilo porque verifiqué con mis propios ojos que está bien, muy bien, ese es un aliciente. Le cumplimos lo que dijimos, lo visitamos antes que regresara del todo de allá, aunque dudo mucho que eso sea pronto, tal vez yo en su lugar no lo haría, el problema es que la tierra y la sangre llaman más.

La cuestión es que aunque se demore en regresar yo creo que nunca voy a volver por allá, no porque no me hayan encantado todas esas tierras australes, sino porque hay muchos destinos más para conocer y la vida es tan corta...

jueves, octubre 27, 2011

De Un Detalle De Amor

En las relaciones que he tenido, que son bien pocas, siempre he tenido la misma falla, carezco de detallismo, no me refiero al detalle físico, aunque de eso tengo menos todavía, me refiero a los detalles que hacen sentir querida a una mujer.

Odio las llamadas diarias para hablar de la rutina, me burlo de las parejas que se cuentan paso a paso lo acontecimientos; me levanté y fui al baño, tenía que lavarme el cabello y llegué tarde al trabajo, me dio mucho sueño por la mañana, hizo mucho frío, todas esa nimiedades son para mi tan aburridoras...

Son tan aburridoras que una llamada de cuatro minutos para mi es una eternidad llena de Y qué más? Y qué has hecho? Y qué ha pasado de nuevo? Y qué me cuentas? Pero cuenta algo? Tan aburrido? Y el trabajo? Y tus amigos? Y tu familia? Y qué más?

Lo considero tan patético que lo volví una rutina para romper el hielo, el otro día hablaba con una señorita y la conversación se llenó tanto de silencio que recurrí al Y qué más? Pero contándole de mi suplicio en esas conversaciones, al final nos reímos de la situación porque me dio absolutamente la razón, nos divertimos tanto así que otra amiguita no resistió los celos y apenas tuvo la oportunidad me preguntó el por qué de tantas carcajadas. En fin.

La cuestión es que todas me han hecho el mismo reclamo, soy absolutamente consciente de esa falencia y me he prometido que en la próxima oportunidad trataré de hacerlo mejor, es más, lo he intentado un par de veces y he visto un avance en mi, aunque lamentablemente no ha dado los frutos esperados.

El asunto es que la última revelación me aclaró todo, si quieres que esté a tu lado tienes que llenarme de esos detalles que enamoran, un mensaje, una llamada, nada de ese silencio sepulcral que te caracteriza, te aseguro que con esos detalles conquistas a una mujer como yo. Y a las mujeres que no son como tu? No sé... Me imagino que también. Ahí fue cuando reflexioné, Y si no quiero conquistarte? Tal ves tu también deberías pensar eso...

martes, octubre 25, 2011

De Una Declaración De Amor

Y le dije todo lo que pensaba. Cosas que jamás me imaginé que le iba a decir a alguien. Lo peor de todo es que no había una gota de mentira en esas palabras. Fue una verdadera declaración de amor, de esas que no se escuchan muchas veces en la vida.

Y el silencio retumbó más fuerte que cualquier grito en la habitación. En realidad no fue silencio silencio, dijo algunas cosas, como que me agradecía que fuera tan especial con ella, tan detallista, que estuviera tan pendiente, que la hacía sentir muy halagada. Frases de cajón que sirven para limpiar culpas, pero a la hora de la verdad son tan crueles como el no rotundo.

Y luego si llegó el silencio rotundo, ese incómodo y mal cómplice que solo sirvió para escuchar a mi corazón resquebrajarse; mientras yo la miraba con los labios entreabiertos ella movía sus ojos afanosamente evitando hacer contacto visual. Hay que reconocer que fue igual de incómodo para los dos, lo digo porque he visto ambas caras de la moneda.

Y luego le dije, con todo el cariño que le tengo, que no había pasado nada, que su negativa en nada iba a cambiar mi manera de pensar respecto a ella, la amaba no por como se comportaba conmigo sino por lo que era en su individualidad. En realidad eso no lo dije, pero es la verdad; además no necesita que le eleven tanto el ego.

Y ahora que repaso la escena en mi memoria pienso que fui bastante estúpido, le dije que cambiaría las cosas que no le gustaban de mi tan solo para que estuviera a mi lado. Si eso no enamora a nadie, ya no sé qué creer.

sábado, octubre 08, 2011

De Lo Racional Y Lo Emocional

El camino racional siempre ha sido muy claro para mi, la decisión racional la tengo siempre en la mente, a flor de piel; no lucho para saber qué es lo que realmente debo hacer.

El problema radica cuando lo racional lucha con lo emocional, es decir, cuando lo que debo hacer no es lo que quiero hacer, o peor aún, cuando lo que quiero hacer no es para nada lo que debo hacer. Eso sí es un problema.

La mayoría de las veces siempre gana lo racional, lo que debo hacer, el compromiso con el presente, con el futuro, tengo claro que el camino para alcanzar mis objetivos es recto y va por el sendero del sentido común; eso sí, no tengo claro cuales son mis objetivos, pero mientras lo averiguo abono terreno.

Pero la mayoría no significa todas las veces, algunas veces lo emocional me lleva, el deseo apremia, el pecado consume y me dejo llevar, sin medir las consecuencias. Corro riesgos innecesarios, la adrenalina fluye y cuando el peligro pasa me digo que nunca más lo vuelvo hacer. Eso es cierto hasta que tengo una recaída, que últimamente ha sido bastante frecuente.

Pero tengo un buen motivo, o por lo menos eso quiero creer. Quiero darle algo de racional a lo emocional, un craso error, pero cuando uno justifica lo que hace, bueno o malo, se siente más tranquilo y esa tranquilidad permite actuar a sus anchas.

Siempre decimos que no importa la opinión de los demás, pero importa y más que un poquito, total, la carga más pesada va por dentro, esa es la que tratamos de alivianar.

lunes, septiembre 19, 2011

De Medianoche En París - Midnight In Paris

Qué si todo tiempo pasado fue mejor? Qué la nostalgia es negación? Negación del doloroso presente? Qué si me encontrara a Marion Cotillard en los 20's en París y luego fuéramos a la Belle Epoque donde me pediría quedarme, lo haría? Por supuesto que sí, la respuesta es sí a todo.

Se me hace agua la boca tan solo de pensar que podría cruzarme con tan renombrados personajes, que podría tener la misma camaradería que tengo hoy con mis amigos, que podría vivir en una época donde aconteció un hito cultural de nuestra historia, claro que dejaría todo atrás por ser parte de ese momento, obvio de la misma manera como lo hacía Gil, conociéndolos por historias y descubriéndolos entre tragos y bailes.

Cuando Gertrude Stein le hace la crítica al libro de Gil, sentí que me hablaba directamente a mi, no al personaje, me despertó de una manera brusca, fue como un chapuzón pero agradable, como una noche de lluvia en París.

Eso sí, la reflexión al final fue simple, si seguimos viviendo del pasado, añorando cosas que ya no están, que ya no volverán, no podremos disfrutar de nuestro presente, que también hará parte de la nostalgia colectiva de la gente del futuro, entonces denigrando de nuestro ahora podremos perder las bonitas y sutiles oportunidades que se nos presentan, como por ejemplo la bella sonrisa de una chica del mercado de las pulgas que también disfruta de las cosas del pasado.

Qué tal que una persona del futuro lea este blog y añore la oportunidad de haberme conocido, de haber tenido una conversación frente a frente, por qué no?

jueves, septiembre 15, 2011

De Nuestra Terrible Historia

Siempre me ha parecido que lo de Rwanda nunca debió suceder, que la palabra genocidio no debería existir, que ninguna palabra en ningún idioma debería utilizarse para describir algo tan atroz.

Me solidarizo con Rwanda y con su gente pero a decir verdad ellos están allá y yo estoy acá, nada de lo que les pasó me afectó realmente, nadie a mi lado murió ni ningún conocido sufrió.

Pero otro gallo canta cuando la persona que está sentada a tu lado en el bus narra historias tan aterradoras que parece que Rwanda es Colombia. Escuchar de limpiezas sociales en las calles que caminas, amigos de tus compañeros que primero fueron de un bando y luego del otro, que les contaron cómo fueron sus primeros muertos y cómo ya no sufrían por eso, como dejaban cabezas de hijos en las puertas de las casas de las madres, a cualquiera se le erizan los pelos.

Una vaina de Rwanda es que fue por allá en la década de los noventa, a finales de siglo, también pensaba que nuestro conflicto se había endurecido durante ese mismo tiempo y que al empezar el nuevo siglo ya todo se había calmado un poco. Lo cierto es que mientras yo celebraba la victoria de la Selección en la Copa América, un niño esquivaba disparos hechos a sus pies por haberle echado harina en la cara a un jefe de no sé dónde.

Los muchachos que me rodean son buenas personas, o esa es la impresión que tengo, vivieron, presenciaron, vieron y escucharon muchas cosas que nunca nadie debería experimentar; sobrevivieron a una época de terror de un conflicto que no era de ellos, que no es de nadie, que nunca debió pasar, que no debería existir.

Por eso ahora los respeto más, entiendo más sus necesidades y doy gracias a Dios porque no he estado ni medianamente cerca de algo así, ojalá nunca me toque, ojalá nunca le toque a nadie.

jueves, agosto 04, 2011

Del Daño Que Nos Hacemos

Nos conocemos desde el siglo pasado, y desde que lo conocí lo vi con ella. Siempre parecían estar en una relación sólida y con mucho futuro, como que eran el uno para el otro; hasta que pasó lo que pasó, no sé si era lo que tenía que pasar pero ya está, no hay un mundo paralelo para verificar cómo habrían sido sus vidas si esos acontecimientos no se hubieran dado.

Muchos años han pasado desde el comienzo de esa época nefasta para él, bebimos mucho y lloramos más, era la única manera de acompañarlo. En un momento todo se confabuló para que estuvieran juntos de nuevo y el impase parecía superado. Lamentablemente fue un error, se prolongó la agonía, se hizo más daño y como en todas las cosas del corazón no hubo un consejo que sirviera. Ahora sí la ruptura era definitiva.

El tiempo no ha parado de andar y la sacó presencialmente de su vida, ya no se ven ni sabe dónde está o con quién, ocasionalmente le llegan algunos rumores pero prefiere no saber, o por lo menos no confirmarlos, ha entendido que vivir su ausencia en lugar de aceptarla solo lo pudre más.

Pero sentimentalmente es obvio que aún está ahí, es claro para él y para todos nosotros, nadie sabe ya que hacer y él vive tan apenado que prefiere no decirnos nada, eso algunas veces, otras veces necesita un amigo que lo escuche, solo eso, ser escuchado es tan liberador.

La razón y la lógica son tan inútiles en estos casos, él se empeña en creer que era la mujer de su vida, nosotros tratamos de hacerle entender que siempre hay mejores cosas, pero no importa, nadie lo saca de ahí, ha cargado ese dolor por tanto tiempo que es complicado sacarlo de ahí, sobretodo porque no tiene disposición, y cuando Dios no quiere...

martes, julio 26, 2011

De Una Extraña Aparición

Y de la nada, absolutamente de la nada apareces con ese mensaje, me imagino que lo mismo pensarás de mi, de cómo me aparecí de la nada en tu sueño, tal como lo dices, luego de tanto tiempo, cosas de la vida.

Y me escribes y no logro entenderte, escribir es complicado, más complicado es leer. No estoy seguro si aún lees esto, lo hacías antes pero el tiempo ha pasado y no en vano, me imagino que lo haces ahora, que estás un poquito intrigada, entonces quiero creer que lo harás y entenderás que ésto es todo para ti.

Y te dieron ganas de llorar, te vi hacerlo algunas veces, en ese entonces no entendía y eso que estaba junto a ti, menos ahora que te leí y no logré entenderte; muchas personas han llorado conmigo, a mi lado, pero no siempre es fácil diferenciar las lágrimas de felicidad de las de tristeza, a veces ni siquiera se quiere preguntar.

Y cuando nombraste el tiempo no me pareció tanto, claro que ahora que lo pienso con calma si ha sido bastante, ha pasado tan rápido que ya olvidé el momento en que no fuimos más, eso sí, nunca olvido los momentos en que fuimos más que el resto del universo, esas son las cosas que valen la pena recordar.

Ojalá todo esté yendo de maravilla para ti, aquí todo cambia y todo sigue igual. Besos.

martes, junio 28, 2011

Del Día Que Te Vi

El otro día te vi sentada en una banca del parque, yo estaba al otro lado de la cerca e iba caminando hacia un almacén escuchando música; giré de repente mi cabeza y te vi ahí sentada, leyendo un libro y con un perro de cuatro patas al lado.

Eras tu, era tu cabello que nunca lo voy a olvidar, esos rizos indomables que siempre me llamaron mucho la atención. Tenías una bufanda color camín en tu cuello, una chaqueta negra y unos vaqueros que siempre te quedaban tan bien.

Mientras escribo esto recuerdo la vez que nos besuquéabamos en la sala de tu casa y sin querer metí la mano dentro de tu pantalón, en el calor del momento toqué tus tangas que fueron como fuego e hicieron que sacara la mano inmediatamente de allí. Siempre quise preguntarte si te habías dado cuenta, obvio que sí, pero me refiero a qué habías pensando en ese momento, si fue un atrevimiento de mi parte, eso sí, sin intención, o si debí dejarla allí hasta que nos quedáramos sin aliento, en fin.

Estoy seguro que eras tu, tanto así que me detuve y busqué ese lunar en tu cara, se me hizo difícil encontrarlo porque estabas encorvada leyendo el libro, con las piernas cruzadas, pero ahí estaba, porque eras tu; cuando lo confirmé del todo me vi redactando este post y te imaginé a ti sonriendo mientras lo leías.

Estoy tan seguro que eras tu que ni siquiera me importa que estés al otro lado del atlántico viviendo tu vida, tampoco me importa que sea físicamente imposible que fueras tu por toda esa agua salada que nos separa, simplemente, era tu.

lunes, junio 13, 2011

Del Exilio

Dice la Real Academia Española que el exilio es la separación de una persona de la tierra en que vive, generalmente por motivos políticos. Hay cientos de exiliados, muchos de ellos muy famosos, lo fue Neruda y no sé cuántos chilenos y argentinos, definitivamente se generan más exiliados durante las dictaduras, como también los hay compatriotas y por si fuera poco existen personas que lo hacen por voluntad propia en aras de conservar su vida.

Siempre me pareció algo bohemio, librepensadores que huyen simplemente porque no están de acuerdo con la realidad que les toca, algo triste porque el uso y el abuso del poder no resiste críticas; siempre se ha idealizado a los exiliados en el cine y uno no deja de sentir lástima y compasión por ellos.

Lo que nunca me imaginé es que me convertiría en uno de ellos, que sería la piedra en el zapato de alguien más, que sería lo suficiente molesto para otra persona y que ésta pudiera utilizar parte de su poder para exiliarme de su reino, y digo parte, no todo su poder, porque si lo hubiera utilizado todo me habría desaparecido del mapa, evidentemente no como en las dictaduras pero sí como para ponerme de patitas en la calle donde nunca existiera la posibilidad de volverlo a incomodar.

Me exiliaron por mis ideas políticas, por no quedarme callado ante lo que está mal, por no tratar de cubrir los errores de los demás, por cometer un error y responsabilizar a cada quien en la justa medida que le correspondía, por señalar lo obvio, por atentar contra el status quo, por ser cómo soy, mejor dicho, la definición me cayó como anillo al dedo, aunque eso no es consuelo.

Ahora muchas dudas surgen en mi cabeza, me imagino que los recién exiliados también se la hicieron, qué va a pasar conmigo? a dónde voy a ir a parar? qué tan largos pueden ser sus tentáculos? esto cómo me va a afectar? Muchas preguntas, ninguna respuesta, un ambiente enrarecido, mucho cuidado con los comentarios, muchas voces que se solidarizan pero desde la orilla, no se lanzan al vacío con uno, solo el tiempo lo dirá, solo un día sabré cuándo dejaré de ser un exiliado.

lunes, junio 06, 2011

De Los Giros Del Destino

Hace unas semanas estaba pensando en mis planes para el futuro, dónde iba a vivir, el transporte, las compras, las viejas, la rumba, la comida, el aguante, el trabajo y sus vicisitudes, sencillamente estaba viviendo adelantado, todo estaba bien, casi cuadrado.

La cuestión es que cerré los ojos por un instante y cometí un error, regresé de un feo golpe al presente y no logro vislumbrar el futuro, todo se volvió borroso, se nubló, los planes se cayeron como un castillo de naipes y ahora se abrió un mar de posibilidades que ya no son ni buenas ni malas, son posibilidades y ya, son oportunidades, son cambios no diseñados, son incertidumbre.

Es tan así que cada día, cada amanece,r trae nuevas preguntas, nuevas dudas; cada mirada, cada silencio, permite que mi mente se abra como un abanico y empiece a tejer historias, mi mente se mueve como la bolsa en el aire de American Beauty. Estoy dando vueltas en una ruleta.

Y eso que me creo un amante del presente, lo que ha de ser que sea es uno de mis lemas, vivo el instante y ya, el futuro no existe, lo he repetido tantas veces en éste blog; aún creo eso, es solo que la incertidumbre corroe de una manera absurda, lo peor es tener tiempo para pensar.

Si eso pienso yo que estoy sano y salvo, qué pensarán de los giros del destino las personas que salen de su casa y sufren un accidente, aquellos que pierden su fortuna en una mala inversión, los que amanecen y no anochecen, los que aman la vida y ven cómo se le escapa de entre los dedos...

martes, mayo 24, 2011

De Meter Las Patas

Cometí un error de esos garrafales, de esos que no se olvidan, otro que recordaré la vida entera, de esos que a veces, cuando uno está pensando en pendejadas, vuelven a la mente para atormentarle el momento; afortunadamente ya aprendí a dejar el pasado atrás y seguir el camino, pero de todas maneras quedará en mi récord, algo muy cierto me dijeron hoy: Dentro de 30 años no podré decir yo nunca hice esto.

Errores cometemos todos, a cada momento, a cada paso que damos, la cuestión es que algunos, en el momento en que suceden, hacer pedir que el mundo se abra y nos trague. Tal vez cuando se vea en retrospectiva todo tome la dimensión correcta, pero lo que pasa es que no puedo ver el futuro, no sé qué pasará, solo vivo el presente, y el presente me dice que metí las de caminar, las metí tanto que estoy de barro hasta el cuello.

Yo afronto mis errores dando la cara y éste no ha sido la excepción, apenas me di cuenta le puse el pecho a la brisa y acepté la culpa, pero la reflexión para que no vuelva a ocurrir se debe hacer.

Ahora bien, esta reflexión no lo hago solo, otras personas a mi alrededor están conmigo, pero resulta que en lugar de tratar de levantarme el ánimo, porque la cagada ya no se puede solucionar; tratan de culparme absolutamente de todo y de minimizar la magnitud de otros factores que influyen en el error. Ellos están directamente involucrados, obviamente no apretaron el botón para que yo me equivocara, pero sí pudieron hacer muchas cosas para alejar el peligro, como no las hicieron pues tratan de esquivar las balas que en estos casos nos disparan a todos.

Entonces qué hacer? Pues nada, seguir adelante y cargar el lastre lo menos que se pueda, tratar de minimizar los riesgos, conocer los defectos y las virtudes, ser más precavido, disfrutar la vida lo más que se pueda, ser feliz, gozar hasta morir porque cuando la muerte llegue recordaré las cosas buenas y nada más.

miércoles, mayo 11, 2011

Del Doptor OjosDeGatANegrA

Sabían ustedes que los gringos escriben Colombia como una afamada marca de zapatos y ropa? Mejor dicho, para ellos el nombre de nuestro país se deletrea Columbia, como el estado, de ellos, traigo ésto a colación porque me sucedió algo muy particular con respecto a un cambio de una letra en el nombre.

La cosa fue que me llegó un correo a la cuenta de la empresa dirigido al Doctor Ojos de GatA NegrA. Evidentemente no llegó así, pero la idea es como la misma, le cambiaron unas letras a mi apellido y pues confundieron la mierda con la pomada, de entrada ya estamos mal.

El subject es la solicitud de una pasantía profesional. De cuándo acá yo asigno puestos? O mejor aún, de cuándo acá yo me hago cargo de un proceso de selección? Pues que yo sepa, eso no está dentro de mis funciones.

La chica dice ser una estudiante de noveno grado de una ingeniería en una universidad pública del país, el nombre no se me hace nada conocido, aunque la dirección sí, es bastante cercana a mi antiguo lugar de residencia. La cuestión es que poco socialicé con mis vecinos, como en todas partes, como para decir que es algún conocido de alguien del conjunto.

A pesar de mi temor que fuera un virus o algo por el estilo, me decidí a abrir el pdf ajunto, buscando una foto o algo, que tal que esté buena, y lo primero en lo que me fijé fue que en el cuerpo del correo decía ingeniería pero en el encabezado de la hoja de vida aparecía administración de empresas. Me imagino que copió el formato de alguien más, pero de todas maneras sería un bonito detalle cuidar cada aspecto de la misma, más si se le envía a un desconocido.

Fuere cual fuere el error no deja de darme mucha curiosidad, de dónde sacó mi correo? Será que lo puse en algún formulario y alguien abusó de la información, he pensado en escribirle de vuelta preguntándole pero no quiero darle mayor importancia al asunto, aunque por otro lado podría estar buena, pero...

miércoles, abril 27, 2011

De Las Viejas Esquinas

Sin querer he venido pasando cerca a tu la casa, al lugar donde vivías cuando te conocí, la recuerdas? La casa de tu abuela donde vivías con tu familia, donde celebraste tu fiesta de cumpleaños y a la cual no pude asistir, la casa a donde te acompañaba algunas noches y me ofrecías un café mientras hacía visita de sala. Estoy seguro que ahora sí te acuerdas.

Giro por esas calles y recuerdo cuando caminábamos tomados de la mano, cuando eras una primicia para mi y salía corriendo del trabajo solo a verte, tal vez a comer un pizza o tomar un café en la panadería, lo que fuera con tal de verte, de tenerte cerca, de abrazarte y besarte, sobretodo lo último, hay que ser sinceros.

Es extraño pasar por el lugar y saber que lo recorrí contigo, la familiaridad con el mismo, a decir verdad no ha cambiado mucho y cada vez que me acerco me palpita un poco el corazón, no es nostalgia, no es añoranza, es una extraña incomodidad porque la primera vez me tomó por sorpresa, somos comos dos viejos conocidos que se vuelven a ver pero no tienen mucho qué decirse.

Te imaginas cómo sería tu vida si aún vivieras allá? Cómo sería si hubiéramos seguido juntos? Cómo sería si las cosas no fueran como son... Lo cierto es que la realidad solo se escribe una vez, la nuestra se escribió de ésta manera y no hay manera de cambiarla, no hay manera para qué tu leas esto.

martes, abril 19, 2011

De La Seguridad En Los Aeropuertos

Me preguntan en la oficina que si por casualidad tengo una navaja, bisturí o algo parecido, me quedó pensando por un instante y digo que no, sin revisar mi maleta, porque acabo de llegar de viaje y el bisturí debe estar en la otra maleta ya que no existe manera de que haya pasado por la seguridad de los aeropuertos.

En la noche llego al hotel y voy a buscar el bisturí para echarlo al morral ya que generalmente lo necesito y me doy cuenta que no está donde debería estar, reviso mas maletas y lo único que se me ocurre es que nunca haya dejado el morral, lo reviso sin esperanza y lo encuentro con sorpresa: Pasé la seguridad de dos aeropuertos con un bisturí que tiene tres hojas y nadie me dijo nada!!!

Entiendo que haya pasado el primero, allí la máquina de rayos X está de lujo, pasaron el morral por un lado y solo una guardia me revisó con mucho detalle, algo molesta la señora, que abra bien los brazos, que abra bien las piernas, que media vuelta, que no he terminado; me pareció particular que cuando les pitaba el sensor a las damas por tener alambre en el sostén, se los tocara para verificar sin reparo alguno, un par hicieron mala cara.

Coincidencialmente, en la sala de espera estaba el alcalde de dicha ciudad y fue el primero en abordar, tenía un vuelo diferente al mío, pero si hubiera sido mi intención hacerle algún mal, probablemente lo habría conseguido y los celadores habrían chupado del bulto por lo menos por negligencia o hasta por cómplices.

Llegó al segundo aeropuerto y ahí la seguridad es más estricta, aparentemente, pasan el morral por los rayos X y yo por el umbral, como no suena la alarma me permiten recoger mis cosas e ingresar a la sala de espera. Será que en el escaner no se ven las hojas de un bisturí de tienda? Digamos que de pronto al pasar tanta gente por el terminal tratan de operar rápido para no armar trancones, independientemente de eso se supone que nada de eso debería suceder y además a veces molestan demasiado por otras cosas que generalmente consideramos irrelevantes.

Por otro lado podríamos considerar que mi cara de ángel no amenaza a nadie, o tal vez que como ni siquiera estaba enterado que llevaba eso encima pues no generaba ninguna sospecha, aunque no creo que sean como perros para oler el miedo.

lunes, abril 11, 2011

De La Seguridad Del Facebook

Sabían ustedes que se pueden iniciar dos sesiones simultáneas de una cuenta de Facebook? Pues yo no lo sabía, recuerdo que con el massinger sí se podía hacer eso, pero luego ellos implementaron una vaina que enviaba un mensaje cuando se había iniciado sesión desde otro equipo y me parece que en las últimas versiones uno puede habilitar o deshabilitar la opción de iniciar sesión desde diferentes computadores al mismo tiempo. Pues hasta el momento Facebook no tiene eso.

A parte de eso, si usted abre una sesión de chat a través de la página, la persona en el otro computador ve cada uno de los mensajes que usted escribe y que recibe. Interesante, no?

Entonces, si su clave es algo fácil de descifrar para alguien cercano a usted, por ejemplo, su esposa, que es una persona perspicaz, si a eso le sumamos que usted ya tiene su historial delictivo como bebedor y mujeriego, lo cual la hace a ella una zorra, pero por lo sagaz para seguirlo y agarrarlo en las mentiras, y le adicionamos que usted hace una se sus habituales salidas y llega a toda carrera a anunciarlo a un amigo por la red, lo hace muy propenso a ser agarrado con las manos en la moza, digo en la masa.

Total, lo que vale rescatar de la atípica situación es que si a usted lo agarran de manera que no puede enredar el asunto, lo único que queda es tratar de arreglar la situación, porque si se pregunta cómo fue que lo agarraron, lo más probable es que haya sido por este medio, entonces mejor cambie la clave desde ahora, no hable pendejadas por el chat y si no puede hacer nada de esto, trate de joder menos con las viejas.

viernes, marzo 25, 2011

De Quién Depende La Felicidad?

Es evidente que la felicidad no proviene de un estado de paz interior, es decir, nadie se levanta un día cualquiera y dice hoy soy feliz, de ser así, también habría sido feliz el día anterior y lo sería el siguiente; la felicidad se encuentra más cuando se alcanza un logro, cuando se anota un gol, cuando se gana un partido, cuando te dan un trabajo, cuando recibes dinero, cuando encuentras la persona perfecta para amar y cuando te ama también, cuando nacen los hijos, cuando se cura un enfermo, en fin, al parecer la felicidad existe cuando algo que anhelas se vuelve realidad.

La felicidad, sea lo que sea para cada persona, está ligada únicamente al concepto personal, sea material o espiritual, lo que no me parece, es que esté atada a otra persona, mejor dicho, que alguien más te haga feliz, no estoy de acuerdo con eso, puede que ciertas actividades realizadas en su compañía te hagan sentir mejor, pero otra persona por sí sola no puede proveerte la felicidad porque trae graves consecuencias.

Veamos la más simple: Qué pasa si la causa de tu felicidad se va? Qué pasa si esa persona se aparta de tu camino? No me refiero solamente a alguien más como pareja, me refiero a la encarnación de la felicidad, obviamente te sientes morir y con ello tu felicidad deja de existir, se lleva todo consigo y sientes que tu mundo se demorona, todo simplemente por hacer responsable a alguien más de tu felicidad.

Entonces bajo éste concepto la felicidad solo puede depender de una persona: De ti mismo. Me imagino que la felicidad acompañada es más dichosa, más feliz, pero lo que se debe tener claro es que debe ser alcanzada a través de uno mismo y de nadie más, si ya en el camino alguien la comparte contigo pues bienvenido, pero si por algún motivo ya no está más no debe restarle valor al estado que lograste.

Muchas veces las personas nos acusan de hacerles daño, otras veces le hacemos daño a los demás sin quererlo, pero creo que todo esto tiene que ver con el hecho de considerarlos la esencia misma de la felicidad, y la felicidad no está en alguien, se comparte con ese alguien.

lunes, marzo 21, 2011

De Un Quinquenio

Escuchando la radio promocionaban un programa donde iban a hacer un viaje el pasado acerca del reaguetón, música diabólica que no nos abandona, y para la promo sonaban unos segundos de canciones que me hicieron regresar al pasado, a media década atrás cuando conocí a maravillosas personas que hoy llevo en mi corazón, aún me parece increíble que haya pasado tanto tiempo en un abrir y cerrar de ojos.

Pobre diabla, Entre tu y yo, Ella y yo, Rompe, Dile, Dale don dale, Don Omar, Daddy Yankee y demás me trasladaron automáticamente a Venezuela, a Goyo, Héctor, Xavier y demás, a las noches de rumba sin fin con Leidy, a la gente que me trató como un hermano y a la que no lo hizo tanto.

Me acuerdo mucho de esas canciones porque me tocaron en doble tandada, es decir, cuando estaba en Colombia y esa música recién surgía, y luego cuando llegué allá y recién surgía allá, entonces los temas son una banda sonora de un tiempo donde aprendí muchas cosas, donde endurecí mi carácter.

No es que sean los temas con los cuales me gustaría identificar esos tiempos, todos conocen mi aversión por ella, pero es indudable que marcaron esa época y no lo voy a negar por mucho que no me agrade, no sé cuál sería la banda sonora si todavía estuviera allá.

Lo cierto es que el tiempo ha pasado, muchos de ellos ya completaron sus familias, otros están en procesos, muchos están bien y algunos ya nos dejaron para siempre, a todos los recordaré, también recordaré muchas cosas que hicimos allá, y siempre los evocaré cada vez que esos temas vuelvan a sonar, eso si lo hacen.

sábado, marzo 05, 2011

De Una Santa Paloma

Debo aclarar que yo puedo ser cualquier cosa menos un alma de Dios, no es que sea lo más amable, o sociable, o agradable, o modesto, o sencillo, o desinteresado, o desprendido, o respetuoso del mundo; pero sea lo que sea, las personas a mi alrededor siempre sabrán a que atenerse conmigo, eso para mí es algo positivo.

Mi crudeza, que para mi es positiva, no parece ser vista de la misma manera por el resto del mundo, y de ahí parte que cuando hable de mi persona peque por creído, engreído, vanidoso o como usted lo quiera llamar.

La cuestión es que a pesar que estoy lleno de defectos, como usted, parezco una santa paloma al lado de otras joyitas que comparten el aire que respiramos. Y no me refiero al tipo que roba, mata o mete vicio, tampoco al que le pega a la mujer o es un depravado sexual, me refiero a aquel que logra sodomizar sicológicamente a otros sin inmutarse siquiera.

A esos que pueden poner el mundo de alguien más patas arriba con una facilidad envidiable, sobretodo a personas que uno nunca se imaginan puedan ceder de esa manera; no es que yo no pueda, no es que todos no podamos, es que yo no lo hago intencionalmente, no quiero, no debo.

Entonces por qué no apreciar mis virtudes en lugar de renegar de ellas? La respuesta es obvia: Porque siempre estamos insatisfechos, porque siempre queremos más, porque nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, porque nadie sabe lo que no tiene hasta que lo envidia, porque no hay que conformarse con lo menos peor simplemente porque es lo menos peor, hay que exigir, hay que pedir más como con los gobiernos.

Tengo lo mío, no soy una blanca paloma, no soy un alma de Dios, pero tampoco soy una oveja descarriada, no soy una monedita de oro ni tampoco soy un palito lleno de mierda, no todo el tiempo.

jueves, febrero 10, 2011

De New York - Fort Lauderdale - Bogotá

Fue una noche larga, algo pude dormir pero de todas maneras me despertaba a cada ratico por la incomodidad y por estar pendiente que no me fueran a robar, de todas maneras el sueño es algo muy poderoso.

Me levanto antes que todos mis compañeros de sala para alistarme y para verificar si hay algún almacén de souvenirs abierto en la madrugada, lo que no hice en todo el viaje trato de cubrirlo a última hora. Mientras me doy la vuelta noto que hay muchas personas haciendo fila para ingresa a las salas, así que verifico los almacenes y decido pasar a las salas porque nunca se sabe, no he comida nada y espero que adentro haya algún puesto de comida.

Efectivamente hay muchas personas por todas partes, no hay donde sentarse y los puestos de comida están abarrotados de personas, me siento en la sala de embarque y me doy cuenta que muchos compatriotas también van para casa; no faltaron las típicas pereiranas, así es nuestra idiosincrasia, veo una que otra vieja que aguanta y espero con tranquilidad.

Abordamos el avión que está hasta las teclas, de nuevo veo la niña interesante porque ingresa casi de última, el piloto hace un apunte gracioso acerca de ciertos aparaticos de comunicación y otro acerca de la duración del vuelo. Las horas pasan sin mayor novedad, cuando nos acercamos a la costa veo con mucha curiosidad lo rectas que son las playas de Miami, es como si las hubieran trazado con una regla, se siente la diferencia en la temperatura y veo como el horario está algo apretado, espero me den tiempo de comprar algo, sigo con mucha hambre.

Fallo al intentar comprar tu perfume porque desembarco por una puerta y entro por la otra sin ni siquiera mirar a los lados, veo unos turistas extranjeros con nuestro mismo destino y parecen estar más desubicados que yo, me siento y parece que voy a ser el único pasajero de la silla hasta que llega ella, la misma pelada de todo el viaje, la voy a tener ahí cerquita, a mi lado, esto hasta que llega el marido y mi sueño se derrumba, parecen recién casados y yo solo quiero llegar a mi casa.

De nuevo, gracias a Dios, un vuelo sin contratiempos, llamo a mi papá que me responde que no me puede recoger porque tiene pico y placa, tomo un taxi cuyo conductor me pregunta de dónde vengo, le comento por encima y dice que no hay nada como la patria, estoy de acuerdo y le aclaro que éste paraíso tropical sería un mejor destino turístico si nosotros tuviéramos una mejor cultura, si fuéramos educados y corteses, eso mientras una buseta nos cierra y él le devuelve el favor. No hay duda, estoy en casa. El viaje ha terminado.

martes, febrero 01, 2011

De Montreal - New York

Me levanto temprano porque es el día de la partida, soy el primero en estar de pie, lo hago a propósito para que mi prima y el marido se incorporen también ya que él me va a llevar a la estación del tren antes de salir para Quebec a continuar con su trabajo.

Tomamos el desayuno en familia y nos despedimos con mi prima, hay un poco de nostalgia porque no se sabe cuándo nos volveremos a ver, además, porque soy el primer familiar que la visita en estos años y pues hace falta el hogar. Llevamos a las niñas a la escuela y partimos hacia Montreal.

Tenía la errónea percepción que el marido de mi prima tenía más claro como llegar a la estación así que no hice la acostumbrada visita a los mapas, además llevamos el gps y demás, tenemos buen tiempo así que relajados. Pero de un momento a otro todo se complica, él me pregunta que si me acuerdo por dónde es y no le puedo responder, de noche todos los gatos son pardos, giramos en la calle equivocada y ahora estamos tan cerca y tan lejos.

Llamamos a mi prima quien busca en los mapas y nos da la indicación, miro el reloj afanado pero no tanto por mi sino por el marido de mi prima que se demorará en llegar a Quebec, me da pena pero ni modo. Nos despedimos de afán y entro a la estación.

Me acerco a la estación de Amtrak donde el dependiente me pregunta en un fluido español que si soy colombiano, me da risa y en mi parco inglés le digo que sí, empiezo a hacer la fila para tomar el tren mientras mucha gente se va acercando, hay personas que llevan muchas maletas. Me siento cerca a tres franceses y me acomodo cual experto para el largo viaje, zapatos afuera, audífonos, estirado cual largo soy y listo para arrancar.

El viaje es largo pero no extenuante, me da tristeza que terminen las vacaciones, ha sido una experiencia maravillosa, duermo mucho y escucho mucha música, el paisaje cambia mucho a lo largo del recorrido, bordeamos los lagos que son muy bonitos, el otoño le abre paso al invierno y todo parece de película, en menos de dos horas llegamos a la frontera gringa y llega la revisión de inmigración, me hacen cambiar de vagón debido a mi pasaporte y el oficial me pregunta que si soy francés, yo no le entiendo y dice que es una invasión francesa, las otras personas en el vagón se ríen y ahí lo capto, le doy mi pasaporte y me dice que me siente y espere a otro oficial.

La señora que me atiende es muy amable, me pide que llene un formulario pero le digo que tengo una colilla igual en mi maleta, pide que la traiga y cuando voy a regresar al vagón vienen más oficiales con un perro con el que no me quiero cruzar, sale otra oficial y me pregunta que por qué estoy parado ahí, le digo que el perro es muy grande y me dice que camine, revisan todo sin problemas y ya estoy en Estados Unidos otra vez.

Paso la mañana y voy al restaurante a comprar algo de comer, pido una cerveza y me piden una identificación, pago con el único billete canadiense que me quedaba porque sé que no lo voy a necesitar más, la jornada avanza y cuando ya es de noche se divisa New York, no tengo ni idea de por dónde entramos pero Manhattan está ahí cerca.

Me bajo en la estación y trato de ubicarme, había estado ahí pero en la superficie así que salgo por donde me parece lógico, tomo un taxi que me lleva a Laguardia, es un largo recorrido y el conductor no para de hablar por teléfono, me arranca el costo de la carrera y busco a la dominicana que me atendió la vez anterior pero no la encuentro, ya casi están cerrando el lugar pero igual me venden un par de cervezas; me despachan del sitio y doy vueltas por el aeropuerto para matar el tiempo, me quedo en el segundo nivel donde, ya con más experiencia, me acuesto a mi gusto esperando que sea la hora de tomar el avión de regreso a casa, hay más colombianos haciendo lo mismo así que no me preocupo.

jueves, enero 27, 2011

De Montreal (Día 3)

Amanece domingo, como es costumbre nos levantamos un poquito tarde y charlamos como siempre, parece que nunca se acabara el tema para conversar, todo el mundo a arreglarse porque nos vamos para la calle.

Llegamos al famoso Ikea, mi prima quiere comprar una especie de molinillos a batería que sirven para hacer espuma, son regalos para algunas mujeres que aún están en Suramérica. El almacén es impresionante, hay tantas pendejadas interesantes, el tema no es que me mate pero aún así me llama la atención. Luchamos para conseguir los dichosos aparatos y nos damos a la fuga, hay más cosas para hacer.

Cruzamos Montreal en busca del antiguo barrio donde vivían, ahí hay un supermercado de gente del medio oriente que vende unos dulces según ellos bastante especiales. Hay mucha gente en el almacén, buscamos lo que queremos pero según ellos no se encuentran, ya como que no los venden ahí, compramos otras cosas diferentes y tratamos de pagar pero la niña menor hace un berrinche monumental por otros dulces, el grito y la lágrima se dejan ver, mi prima hace un comentario acerca que no debo dejar de tener niños, es como una mofa que deja ver que a todos se nos rebosa la copa.

Les había prometido un almuerzo y ya se acabó el paseo así que es hora de cumplir, vamos a una plazoleta de comidas cruzando la calle, no logramos decidirnos en el tipo de comida a ordenar y cuando al fin entramos a un local les pido que pregunten si reciben la tarjeta de crédito y la respuesta es negativa. Buscamos otro lugar con el gps, es una cadena de restaurantes fina pero no importa, es la despedida.

Nos hacen esperar un poco por la mesa, está repleto, la comida de mar es la especialidad del día y yo ordeno sin medirme, quiero que se sientan a gusto, la comida es realmente buena, comemos hasta la saciedad pero no podemos dejar de lado los postres. Recibo la cuenta y veo con agrado que no cobran los platos de las niñas, me parece una técnica de mercado más que apropiada.

Salimos para la casa de unos amigos, es una familia que viajó un poco antes que ellos y de los cuales no tengo las mejores referencias. Hacemos la visita correspondiente y llega la noche, chismes van y vienen y trato de ser agradable, me preguntan acerca de mi viaje en la aerolínea porque planean traer a una suegra y quieren saber bien todo el rollo. De nuevo a partir con dolor, hay que alistar la maleta y descansar porque mañana el día será largo.

domingo, enero 23, 2011

De Montreal (Día 2)

Nos levantamos temprano porque vamos a salir al downtown, voy con el esposo de mi prima como guía a hacer el recorrido que no pudimos hacer con ella, él tiene mejor ubicación espacial y ella se va a quedar con las niñas para que nosotros podamos salir.

Llegamos en el carro y lo parqueamos en una calle algo retirada de nuestro destino, allá, como acá, hacen obras en la vía y la de las galerías de arte está cerrada. Subimos hasta el último piso del edificio para empezar a mirar, son galerías privadas y de arte moderno, así que se ven muchas cosas extrañas, videos e instalaciones que siempre me hacen reflexionar acerca del "arte".

Él aprovecha la visita y yo lo sigo con mi ignorancia, decidimos bajar al viejo puerto que es muy bonito, no tanto como el de Quebec, de acuerdo a lo que me había dicho su compañero, pero igual tiene mucha belleza, me cuenta de las actividades de invierno y las buenos planes para hacer, tratamos de entrar a una catedral gótica pero cobran la entrada así que desistimos.

Me lleva a la catedral de Saint-Joseph. Es una colina muy bonita que me permite apreciar la inmensidad de la ciudad, además de un centro de peregrinación bastante concurrido, me da pena que tenga que pagar el parqueadero pero no tengo efectivo, adentro muchos escalones y gente rezando, mi abuela se habría maravillado con la iglesia pero a mi ya no me sorprenden tanto. Él me toma la única foto en la que apareceré, ésta también se perdería con todas las demás.

Ya se acerca el mediodía y es el momento de regresar a casa, mi prima está sola y necesita ayuda con las niñas, son las desventajas de los hijos, por no decir de la familia, cada pequeño detalle que entorpece mis planes me hace reconsiderar el tener una familia, pero tanta soledad tampoco es conveniente, ojalá encuentre el punto medio, el punto perfecto.

Almorzamos ya tarde y nos quedamos simplemente allí, no es mi tipo de plan pero lo entiendo, lo acepto, ya se acaba el viaje y solo me resta pensar en el regreso.

viernes, enero 14, 2011

De Quebec - Montreal

Me levanto sin afanes porque el marido de mi prima tiene que terminar el trabajo y saldremos hacia media mañana para Montreal, no hay afanes, pero como siempre, estoy muy listo con antelación. Mientras tanto veo televisión, sorprendiéndome la cantidad de cosas que logro entender a pesar que los programas están en inglés, el closed caption ayuda mucho y definitivamente mi oído ha mejorado resto.

Él me llama y dice que ya salimos, salgo de la habitación y lo espero sobre la carretera, todo está listo para el viaje de vuelta, hablamos un poco de todo, hay mucho cuaderno para desatrasar, siempre hemos tenido una confianza especial. Llegando a la casa hay que comprar algo para acompañar la bandeja paisa al estilo canadiense, se hace lo que se puede, siempre es que la cocina de la casa tiene un sabor especial.

Pasamos la tarde conversando y ríendo, él tiene que ponerse al día con su familia, yo veo pasar el tiempo sin afán, sin muchos planes, en la noche salimos a comprar un árbol de navidad muy bonito, tomamos una botella de vino y celebramos por el amor filial.

viernes, enero 07, 2011

De Quebec

Madrugo muy temprano para esperar al compañero del marido de mi prima que me llevará a Quebec en el carro de la compañía. El tipo llama para decir que ya casi está llegando, le digo que cuando esté frente a la casa timbre de nuevo y yo bajo de una que estoy listo, lo hace e intento bajar pero no logro abrir la puerta, vuelve a timbrar y le cuelgo de nuevo según lo acordado pero nada que logro salir, el man probablemente no me entendió porque al ver que no salía timbró en la puerta de la casa y despertó a las niñas, cosa que obviamente no quería, mi prima salió de su cuarto y me despidió.

Abordo el carro y trato de hablar de alguna pendejada sin sentido, el viaje será como de tres horas y hay que entretenerse, por lo menos el man pone buena música y es una persona joven, así que conversamos lo más que podemos. El paisaje del camino es entre melancólico y desolador, estamos a puertas del invierno y el otoño ha hecho lo propio en los árboles, cuando medio sale el sol no calienta mucho y en la única oportunidad que me bajo del carro, durante la tanqueada, siento ese viento frío que me invita a morir.

Llegamos a Quebec y entramos al hotel donde ellos se quedan, llama al marido de mi prima que llega unos minutos después y nos encontramos, es muy bueno volverlo a ver, han pasado varios años, los cuales han hecho estragos en ambos, noto sus canas en la sien y él mis kilos de más, chistes flojos de saludo y de una para el centro.

Me deja en un edificio histórico de la ciudad, junto a un parque y un fuerte creado para la guerra, de nuevo el liviano sol intenta salir pero no calienta nada, el que sí hace lo suyo es el frío que cala los huesos, ahí trato de abrir un hueco en la tierra y morir lentamente pero ni siquiera logro sacar mis manos de los bolsillos, me dedico a caminar muy rápido para tratar de evitar el congelamiento, cada intento por detenerme a contemplar el paisaje es un azote del viento así que sin rumbo fijo deambulo.

Tomo el mapa y me ubico, recorro todo el centro aprenciando la arquitectura, las calles son estrechas y casi peatonales, todo es muy bonito, el compañero de trabajo del marido de mi prima me dijo que conocer el centro histórico de Quebec ante del de Montreal no era buena idea porque el primero opacaba completamente al otro, así que el segundo no se disfrutaría tanto a pesar de su belleza, ando con esa idea en mente pero pienso dejarlo para luego, por ahora tomo muchas fotos de lindas estructuras y decido bajar al puerto.

El puerto es y no es una buena idea, lo es porque es muy bonito y acogedor, doy una larga caminata alrededor y aprecio los monumentos, pero no lo es porque el viento da tan de frente que siento mi nariz desprenderse lentamente de mi cara. Ahí decido que es un buen tiempo para tomar algo caliente, asciendo un poco hasta encontrar un lugar para comprar un café que está dentro de algo que parece un castillo, espero que una señora asiática compre un café a través de señas mientras las tenderas le piden por alguien que hable inglés o francés, de todas maneras concretan la transacción y me imagino que así estaré yo cuando vaya al lejano oriente. Al contarle esa experiencia a alguien me dijeron que ese castillo es un hotel de los más famosos del mundo, carita de asombro.

El almuerzo es el mismo de todo el viaje, no me atrevo a entrar a esos lindos restaurantes por miedo al idioma y al ridículo, no tanto a sus precios que siempre están escritos junto a la comida del día en un pizarrón junto a la entrada. Bajo al centro histórico y me siento como en Europa, las calles adoquinadas con pequeños negocios, muchos asiáticos turistas y yo tomamos fotos, se ve completamente envidiable el vivir allí, pero lo considero un oropel: Tanta calma debe enloquecer, prefiero el bullicio y la diversidad de la ciudad.

Es hora de regresar al punto de encuentro y lo hago a través de un lado diferente del fuerte, hay mucha gente corriendo y decido seguirlos por unas escaleras para bajar al río, a mitad de camino desisto, mis piernas no dan para tanto, asciendo de nuevo al parque y me encuentro con el marido de mi prima. En la noche vamos a comer los tres una comida típica canadiense, no es nada del otro mundo pero aguanta, hablamos un rato y no se hace nada más, a dormir porque mañana hay que regresar a la capital.