miércoles, diciembre 08, 2010

De Montreal (Día 1)

Me levanto temprano con una sensación diferente: Estoy con mi familia. El sol entra radiante por la ventana y hay toda una ciudad por visitar.

Desayunamos con calma y nos vestimos para salir, tomamos el automóvil hacia la estación de buses llamada Panamá, aunque como me dice mi prima no tiene nada de tropical, cruzamos el puente y llegamos a la ciudad, ahora el metro para ir a no sé qué estación y conocer algo.

Caminamos un poco pero el estado es diferente al resto del viaje, vamos con su hija menor y pues no colabora con la caminada, se quiere quitar la chaqueta por la agitación pero el viento es mortal, hace berrinche y tiene hambre a cada paso.

Visitamos una muy pequeña parte de la ciudad subterránea, entramos al museo de historia natural de la universidad y listo, ese ha sido todo el paseo, bastante corto a decir verdad pero lo entiendo, la familia trae consigo ciertos compromisos que no se tienen bajo la soltería, los hijos son otro cuento y no hay nada que hacer, de regreso a casa.

Ella me dice que las impresiones de la ciudad las tendré cuando llegue su marido que está en Quebec, que él conoce mejor todo y podemos caminar los dos sin apuros, como en los viejos tiempos; ahora es momento de alistarse porque mañana me encontraré con él allá y retomaré el ritmo de viaje.