viernes, febrero 03, 2012

De A Lo Que Tenemos Derecho

Si se adquiere un bien o servicio y se paga por él, se tiene derecho a reclamar en caso de sentirse defraudado, eso es lo que dice Talcual en el Boletín del Consumidor, las leyes nos protegen y tenemos derechos a usarlas.

Si se adquiere un bien o servicio y se paga, a crédito y con plazos fijos y acordados desde el principio, también se tiene derecho a reclamar, eso sí, sea menos vehemente y sobretodo lea bien el contrato desde el principio, la letra menuda y demás, si tiene dudas coméntelas antes de firmar todo, ya después, cuando se dan interpretaciones unilaterales es que vienen los problemas.

Si se adquiere un bien o servicio y se paga con chichiguas, de mala gana, con rogadera y perseguidora, se tiene derecho a recibir un buen susto para que pague, a las buenas o las malas, además de recriminaciones en público por ser tan degenerado. Ojo con eso.

Si se ha establecido un contrato verbal o escrito donde cada quién recibirá su parte, justa o no, y cada quién estuvo de acuerdo; no se tiene derecho a hacer ninguna manifestación siquiera cercana a algún tipo de reclamo, se cargará todo en la conciencia con estoicismo, con el pecho al viento, sin que se quiebre la voz, ni se acumule agua en el rabillo del ojo.

La vida no es justa, no estoy afirmando nada nuevo, no quiero decir que haya que endurecerse, o mejor lo dijo el Che Guevara: Endurecerse sin perder la ternura jamás. Así suena más bonito y hasta parece diferente.

Lo que sí se debe ser es conciente entre lo que se da y lo que se recibe, o mejor, entre lo que se firmó en el momento de la mala negociación. No por una simple inconformidad podemos cambiar las reglas de juego, no está bien, no es correcto, nadie nos obligó a firmar, a estar ahí, generalmente se sabe de antemano la ruleta que se está jugando, algunas veces se pierde, las otras también.

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