jueves, mayo 08, 2014

De La Cadena Perpetua

Ser padre es como cumplir cadena perpetua sin libertad condicional.

Y entonces reflexiono acerca de ser padre. Según mi proyecto de vida, a estas alturas ya debería ir como por el segundo crío, ya habría pasado la difícil etapa de la crianza inicial y probablemente estaría por formalizar la relación con la madre. La realidad es otra.

La realidad es que en este momento de mi vida no me siento preparado para tener hijos, a decir verdad, no creo que alguna vez lo esté, más bien digamos que no me siento dispuesto para tener hijos, y como veo las cosas, no creo que consiga esa disposición muy pronto.

He leído y escuchado miles de razones por la cuales tener descendencia, también he puesto atención a los argumentos de las parejas que deciden no hacerlo; ojo que digo tener descendencia, no formar una familia, porque tener hijos no hace a un padre, ni el número mínimo de participantes en una familia son tres, pero estos requisitos hacen otro post.

Algunas de las razones que más me incomodan tienen que ver con frases de cajón, por ejemplo, hay que tener hijos para tener alguien por quién trabajar... Pues no sé, pero yo trabajo por mi, por tener medios económicos para conseguir las cosas que quiero, para viajar, para comer, para tener la oportunidad de no ir a conciertos o algún tipo de manifestación artística, entre otros.

Hace unos días me llamaban egoísta porque no estaba dispuesto a sacrificar mis comodidades para tener un hijo, o varios, entonces me encuentro con esa deliciosa sentencia acerca de la cadena perpetua y recuerdo que será una obligación para siempre; hace unos días, durante el almuerzo, mi papá tuvo que pararse a mecer a su última nieta, mientras los demás comíamos, entonces no solo los hijos son para siempre, también los nietos, y me pone más pensativo.

Es claro que entre más grande el niño, más grande el problema. Primero son solo cagadas y vomitadas; luego son cagadas, tareas y raspones; después, cagadas, borracheras y masturbaciones; más tarde, cagadas, estrelladas, marihuanadas; tal vez, cuando esté más grandecito, solo sean cagadas, divorcios e hijos, porque vaya uno a saber si termina siendo político o ladrón estudiado, o alguna cosa que haga que a los demás le de vergüenza, porque muy seguramente, a los papás no.

Claro que hay cosas positivas al tener hijos, poder enseñarle cosas, que cumpla los sueños que se quieren para uno, que sean inteligentes, exitosos, que nos hagan sentir orgullosos y muchas otras más que los padres sabrán mejor que yo, pero como dije en un principio: En este momento no me siento dispuesto a tener hijos, así que no tengo nada positivo por decir; vaya uno a saber qué depara el futuro.

No hay comentarios.: