jueves, noviembre 16, 2006

De la Libertad de Ex-Presión

En primer lugar no creo en la libertad como absoluta, estoy seguro que siempre algo nos ata de una manera suave o no y no nos permite estar completamente libres, puede ser el trabajo, la familia, las responsabilidades, los vicios, los placeres, entre otras, tantas cosas para nombrar porque al fin y al cabo cada quien se amarra a lo que quiere y de la manera que quiere. La mayoría de las veces que nos atamos y perdemos nuestra libertad nos sentimos heridos y maltratados, pero es nuestra culpa y también nuestro deleite, así pasa la mayoría de las veces con los malos amores con los cuales sobrevivimos.
En fin, como que me estoy desviando del tema de este post, quiero hablar de la libertad que se siente luego de dejar un pesado fardo atrás, cuando haces lo que tienes que hacer en el momento justo, aunque pocas veces suceda en la vida, genera una gratificación instantánea que lleva al éxtasis: somos libres y en ese momento justo la libertad alcanza la mayor expresión que he llegado a conocer.
La otra noche me preguntaba por qué en una entrevista nos cuestionan acerca de si podemos trabajar bajo presión, ¿No trabajamos siempre bajo presión? La presión de hacer las cosas bien, de ser eficientes, de no perder el trabajo, de agradar a todos, de que nos quede tiempo para nosotros mismos, ¿Acaso esas no son presiones? Que a nuestros jefes eso no les importe es otra cosa, a veces parece que por ser jefes dejarán de ser personas, pero eso también es para otro post; yo creo que la pregunta correcta para hacer en una entrevista sería: ¿Cómo trabajas con información delicada y en contra del reloj? Ahí se diferencia un empleado común a un buen empleado, no sé, digo yo.
Como ser humano no creo que la presión de buenos resultados, eso está bien para las ollas que tienen ese fin, pero no para alguien que carga con más responsabilidades encima que simplemente hacer feliz a su superior, creo que muchas personas pensamos de la misma manera, pero la presión de la sociedad, de la familia, de las responsabilidades no les permite convertirse en ex-presionados, lamentablemente estamos atados y no podemos arriesgarnos, ¿Es mejor malo conocido que bueno por conocer?
Afortunadamente otros contamos con ángeles que velan por nosotros, por personas que nos escuchan y nos entienden, mejor aún: que nos apoyan, gracias a ellas se nos facilitan las decisiones y siempre hay un colchón para suavizar nuestra caída si ha de llegar en ese instante. No sabemos que nos depara el futuro, pero por lo menos yo hoy si sé que me depara el presente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No sabemos que nos depara el futuro, pero por lo menos yo hoy si sé que me depara el presente,

Que cierto!

www.subelacolombia.net

Anónimo dijo...

Es mejor malo conocido que bueno por conocer? si puede ser! pero como sabemos si en verda ese bueno por conocer es bueno o no! debemos arriesgarnos! pienso yo..!r!@n@