martes, noviembre 07, 2006

De los Arbustos y los Cardos

En estos tiempos modernos, de heterosexuales, homosexuales, metrosexuales y no sé cuantas más clasificaciones de hombres según sus tendencias sexuales, de moda y otra cantidad de cosas, nos vemos siempre atropellados por publicidad, por reproches, por teorías que en tiempos anteriores nunca afectaron a los hombres.
Ahora los productos para el cuidado masculino son tan variados como para el femenino, cremas para la piel, para antes de acostarse, para aplicarse en la cara, en el cuerpo, bueno en fin, no sé que tantas cosas porque yo me quedé en el pasado, a duras penas me afeito y vivir en una sociedad como en la que estoy me ha hecho enfrentarme a pequeñas cosas con las que antes no había lidiado.
Resulta que este lugar tiene el porcentaje más alta de cirugía estética de mamas, es decir, aquí se hacen las "lolas" más mujeres que en cualquier país del mundo, exportan sus bellezas alrededor del mundo y tienen miss universo muy reconocidas a nivel mundial, también debo añadir que se ven unos gordos desproporcionados que nunca había visto en mi vida, yo creo que no cuentan los obesos porque superarían a las bellezas femeninas y es mejor sobresalir por la segunda estadística que por la primera.
En fin, con mi poca preocupación me vi atacado desde el primer día que me quité la camisa para trabajar por la gran cantidad de vello corporal que me recubre, cabe decir que tampoco soy un oso, ni tengo la espalda peluda y mi pecho solo es adornado por un penacho triste, pero en general mis vellos son más notorios que en la mayoría de mis compañeros.
Luego de meses de críticas, de cuchicheos y reproches, de miradas con asco y de deliberados madrazos, en una noche de copas me enfrenté a una costumbre milenaria para mi y permití que mi primera coraza protectora fuera removida. En primer lugar no dolió, más bien fue un viaje renovador, dos, vi detalles en mi cuerpo que no sabía que tenía y que ni mi madre debe conocer, tres, ya casi no se tapa el desagüe de la regadera cuando me baño, cuatro, no sudo ni el 10% de lo normal, cinco, me siento desnudo.
Si, a pesar de tener muchas cosas positivas soy un animal de costumbre, ahora entiendo como se sientes los perros cuando les hacen cortes ridículos, algo de uno se va con ese vellito que siempre ha estado ahí, ahora, no tengo opiniones de terceros y si las cosas siguen así no las tendré en mucho tiempo, pero para cuando pase, sé que por lo menos se va a sorprender y exclamará algo al respecto porque no es habitual en mi pueblo. ¿Recomendarlo? No lo sé, a mi me ha ido bien, me siento cómodo y cada día que pasa es más normal, pero el toro habla según como le va en la corrida.

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