martes, junio 28, 2011

Del Día Que Te Vi

El otro día te vi sentada en una banca del parque, yo estaba al otro lado de la cerca e iba caminando hacia un almacén escuchando música; giré de repente mi cabeza y te vi ahí sentada, leyendo un libro y con un perro de cuatro patas al lado.

Eras tu, era tu cabello que nunca lo voy a olvidar, esos rizos indomables que siempre me llamaron mucho la atención. Tenías una bufanda color camín en tu cuello, una chaqueta negra y unos vaqueros que siempre te quedaban tan bien.

Mientras escribo esto recuerdo la vez que nos besuquéabamos en la sala de tu casa y sin querer metí la mano dentro de tu pantalón, en el calor del momento toqué tus tangas que fueron como fuego e hicieron que sacara la mano inmediatamente de allí. Siempre quise preguntarte si te habías dado cuenta, obvio que sí, pero me refiero a qué habías pensando en ese momento, si fue un atrevimiento de mi parte, eso sí, sin intención, o si debí dejarla allí hasta que nos quedáramos sin aliento, en fin.

Estoy seguro que eras tu, tanto así que me detuve y busqué ese lunar en tu cara, se me hizo difícil encontrarlo porque estabas encorvada leyendo el libro, con las piernas cruzadas, pero ahí estaba, porque eras tu; cuando lo confirmé del todo me vi redactando este post y te imaginé a ti sonriendo mientras lo leías.

Estoy tan seguro que eras tu que ni siquiera me importa que estés al otro lado del atlántico viviendo tu vida, tampoco me importa que sea físicamente imposible que fueras tu por toda esa agua salada que nos separa, simplemente, era tu.

1 comentario:

Delios de Matruska dijo...

por lo menos de tu mente no se fue.