sábado, septiembre 16, 2006

De las Causas y Azares

A veces nos esforzamos en hacer las cosas los mejor posible, aunque en lugar de a veces debería decir siempre, pero esto no se cumple; la cuestión es que aún cuando damos lo mejor de sí no conseguimos los resultados esperados, no importa que tan persistentes seamos, como lo intentemos, a que cosas renunciemos, independientemente de todo esto a veces simplemente no se da.
Para mi es cuestión del destino simplemente, es una piedra en el camino con la que tropezamos constantemente por que el universo así lo quiero, aunque a veces también pienso que si no se da es porque Dios o el universo o el destino o quien quiera que sea, simplemente no desea que pase. A decir verdad es bastante frustrante pero como últimamente estoy en una etapa de renovación en mi vida pues esta frustración se convierte en una risa irónica.
Total, ¿Qué más puedo hacer? No importa cómo lo intente simplemente no pasa, es como un muro entre lo que quiero que pase y yo, sea cual sea el motivo no lo entiendo y si entenderlo sirviera para que sucediera pues ahí si me arrancaría los cabellos y entraría en desesperación, entonces opto por disfrutar el momento y vivirlo con la máxima intensidad como me lo dijo alguien recientemente.
Estoy seguro que si alguien me lee, entiendo lo que digo, ha pasado por lo mismo y ambos sabemos que nos seguirá pasando a lo largo de todo este viaje, tal como dice Silvio:
Al final de este viaje en la vida quedarán
nuestros cuerpos hinchados de ir
a la muerte, al odio, al borde del mar.
Al final de este viaje en la vida quedará
nuestro rastro invitando a vivir.
Por lo menos por eso es que estoy aquí.
Somos prehistoria que tendrá el futuro,
somos los anales remotos del hombre.
Estos años son el pasado del cielo;
estos años son cierta agilidad
con que el sol se dibuja en el porvenir,
son la verdad o el fin,son Dios.
Quedamos los que puedan sonreír
en medio de la muerte, en plena luz.
Al final de este viaje en la vida quedará
una cura de tiempo y amor,
una gasa que envuelva un viejo dolor.
Al final de este viaje en la vida quedarán
nuestros cuerpos tendidos al sol
como sábanas blancas después del amor.
Al final del viaje está el horizonte,
al final del viaje partiremos de nuevo,
al final del viaje comienza el camino,
otro buen camino que seguir descalzos
contando la arena.
Al final del viaje estamos tu y yo intactos.
Quedamos los que puedan sonreír
en medio de la muerte, en plena luz.

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