jueves, abril 03, 2008

De la Incertidumbre

La incertidumbre tiene su encanto, tiene un gustico por allá en el fondo donde la adrenalina fluye y uno se encuentra ansioso por saber qué puede pasar, no es una sensación agradable todo el tiempo, pero tiene un clímax que ahora que lo pienso bien, me parece llamativo.

Creo que es el instante preciso donde todo se va a resolver y uno como que no quiere saber la respuesta, como que ya no hay tiempo para cambiar la decisión y no depende de uno, yo todo está consumado y solo queda conocer el destino.

Lógico, esto creo que solo aplica a cosas banales, una noticia verdaderamente trascendental no tiene nada de agradable, por ejemplo el diagnóstico de una enfermedad, o el último número de la lotería cuando ya se ha acertado a los demás; la incertidumbre es hasta agradable cuando tienes cerca un beso o vas a conocer el sexo de tu hijo, o por lo menos eso me han dicho.

Me acordé de todo esto porque en mi trabajo la incertidumbre es una constante y además todo funciona bajo la ley de Murphy, cuando uno se prepara con todas las de la ley nada sucede, pero en el momento en que se está más tranquilo llega alguien a apurar y siempre lo agarran con los calzones abajo. En alguna parte todos tenemos algo de masoquistas.

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