miércoles, abril 23, 2008

De las Falsas Acusaciones

Ah vaina!!! Se robaron otro computador en mi oficina!!! Cosas!!! Esta vez lo hicieron en mi completa ausencia, la vez pasada no se supo el momento exacto del robo, y también, aparentemente, tengo poco que ver porque ya esos artículos no están bajo mi responsabilidad. Eso pienso yo y también la gente a mi alrededor, pero evidentemente una cosa piensa el burro y otra diferente el que lo arrea.

Ahora el jefe tiene la maravillosa idea de culparnos a mi y a mis colegas directamente porque sí, no importa que estuviéramos cerca o lejos de la oficina, nosotros lo robamos y tenemos que responder por ello. Así de sencillo, de ahí no lo saca nadie, los ingenieros se lo robaron porque ahora tiene ladrones profesionales.

Eso le baja la moral a cualquiera, más si se estaba como a 1.000 kilómetros del sitio y sin comunicaciones, eso no es excusa, no necesariamente se tiene que ser el autor material, también se puede ser el intelectual. Baja la moral porque yo no me robo ni el papel, ni el higiénico ni el reciclado, porque nunca me he visto tentado y porque simplemente soy un ladrón, pero de nuevo ahí radica el problema, al no tener una pizca de rata no me imagino que mi compañero de al lado está pensando en aprovecharse de la situación y pues a papaya puesta...

Por supuesto que tenemos nuestras sospechas, pero una corazonada no es suficiente para acusar, por lo menos no para mi, es más, creo que no hay cuña que más apriete que la del mismo palo y ojalá el caco sea el que pensamos para que se coman sus palabras y aprendan que con la vara que midas serás medido.

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