jueves, enero 29, 2009

De Amante Mía

Amadísima amante mía desde hace ya tiempo
presiento el final de nuestra historia, lo veo en tus ojos,
ausentes, lo oigo en tus silencios, sí, lo sé;
la palabra amante nunca te cayó bien,
pero sobre todas las cosas eso eres para mí,
mi amante, así como yo soy tu amante,
nunca fuimos otra cosa, desde el primer día lo decidimos,

¿Te acuerdas?

Ese mismo día puse todas mis cartas sobre la mesa,
sin guardarme ninguna; te dije, si mal no recuerdo:

No estoy solo en este mundo, no está desierto mi corazón,
no soy un hombre libre ni quiero serlo y no te mentía,
llegaste un poco tarde a mi vida.

Llegaste cuando el amor había comenzado para mí
y alguien, de quien después te dije el nombre,
me encadenaba suavemente los sentimientos.

También te dije que lo nuestro sería distinto,
porque íbamos a estar juntos únicamente cuando
tuviéramos ganas de amarnos, te lo dije.
Recuerdo tu sonrisa complaciente
y el beso que me diste como sellando el trato.

¿Recuerdas?

No me pongas entonces entre la espada y la pared,
no me obligues a elegir entre un adiós y otro adiós,
no quiero lastimarte, no quiero que nadie salga lastimado;
para mí todo está como estaba, nada ha cambiado,
solo tu cambiaste.

Yo sigo siendo el mismo, con las mismas suaves cadenas
que no puedo ni quiero romper.

Una vez más pongo todas mis cartas sobre la mesa
sin guardarme ninguna, de ti depende
si el juego continúa.

Te amo!!!

Gian Franco Pagliaro

1 comentario:

Anónimo dijo...

este es una verdadero poema, hace falta estar muy enamorado para poder comprender que cuando se ama y de verdad se siente de dentro de uno ese sentimiento que es tan maravilloso y a la ves tan duro, se aceptan tantas condiciones casi sin importar que tanto estamos perdiendo.

cuando se ama de acepta.

Gian Franco...me dio un golpe en el corazon con este poema.....