De los Tiempos de Crisis

Nunca antes me había visto tan tocado por una crisis económica como la actual, eso asumiendo que alguna vez hemos salido de la crisis, antes vivía más tranquilo a expensas de mis progenitores, me concentraba en mis estudios que aparentemente me asegurarían un buen futuro económico y esos términos como recesión, despidos masivos, intereses y demás eran y son temas que nunca me han interesado.

Actualmente cada día en la oficina está lleno de preguntas, si voy a caer, cuándo voy a caer, cómo voy a caer, mi compañero de junto va a caer también, primero él o yo; a medida que pasa el tiempo y las actividades disminuyen vemos como las directivas toman medidas que en lugar de calmar la tempestad solo sirven para generar malestar entre todos los empleados, lo peor es que las opciones son muy pocas, hay que aguantar o simplemente irse.

Siento que una persona hábil para los negocios sacaría el mayor provecho de este bajón, una empresa estable debe estar preparada para resistir estas temporadas de sequía, eso sí, con la ayuda de los empleados, pero no sacrificarlos para sobrevivir a costillas de ellos.

Yo plantearía un compromiso a futuro, apelar a los sentimientos de las personas, si usted aporta hoy en el futuro estaremos bien los dos, pero nada de decisiones arbitrarias que denoten la soberbia y la prepotencia, buscar alternativas para cada caso particular y no una medida que solo genere malestar, me parece negativa el dejar libre al personal como si ésta fuera la única fuente de ingresos para unas personas que llevan toda una vida en el negocio, eso está mal.

No sé, son cosas que me imagino desde mi posición, tal vez no tienen nada de aplicable a la vida real, pero igual son solo ideas, de pronto es ese el motivo por el cual estoy en el fondo de la pirámide la fuerza laboral, tal vez por eso nunca llegue a jefe, porque me interesan más las personas que las razones sociales.