Hay algunos recuerdos que regresan solos a mi mente, pues no necesariamente solos, algo los dispara pero ese algo no es necesariamente específico, puede ser cualquier cosa. Me pasa con la última cagada en la casa de Christian, llega de un momento a otro pero como llega se va, es una cuestión instantánea, fugaz, lo suficientemente intrascendente como para estar y no estar, intermitente.
Pero hay otros que son verdaderamente significativos y necesitan de algo más específico para estar conmigo otra vez; hay un olor particular que siempre me recuerda a ella, me lleva diez años atrás y aunque hoy no recuerdo bien su nombre, ese olor la trae conmigo y a los momentos que pasamos juntos.
Existe otra actividad rutinaria que me pone en mis tiempos de bachillerato; ella era una flaca de muy buen cuerpo, con mucho más recorrido que yo, pendiente de su físico y su apariencia, a medida que nos hacíamos amigos el contacto físico era mayor y ella aprovechaba cada vez que se arreglaba las uñas para tomar mis manos y trabajar en la cutícula de mis uñas, decía que eso hacía que mis manos se vieran más bonitas y a mi me gustaba porque tomaba mis manos entre las suyas por iniciativa propia.
Lamentablemente nunca nada pasó, una vez existió la posibilidad pero me embriagué y terminé haciendo las cosas que debía hacer con ella con una ex, lo que entorpeció el normal desarrollo de las cosas, ella evidenció sus celos y me di cuenta que me arrepentiría por el resto de mi vida. Hace unos años creo que la vi, me enteré que tiene una hija, y ahora que estuve de visita en pueblo pensé en ir a buscarla donde la había visto por última vez pero no me atreví, creo que quiero imaginar que algo pudo ser y no que me aterrice para decirme que son solo ideas mías, prefiero morir engañado.
Hoy, ella vino de nuevo a mi mente, la pensé mucho, me gustaría creer que ella también me recuerda ocasionalmente, que si pudimos estar juntos, que me extraña, que siempre nos deberemos ese beso...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario