lunes, junio 05, 2006

Four Weddings and a Funeral (1.994)

Dentro de mis actividades favoritas se encuentra ver películas, no importa el género, el formato o la pantalla, disfruto del cine y me atraen las buenas historias bien narradas que me hagan reflexionar o en el peor de los casos perder el tiempo de una manera agradable.
Por eso quiero compartir con ustedes un diálogo de una película que he repetido en infinitas ocasiones y que le da el nombre a este post, primero la versión original del guión y luego mi traducción del poema, si alguien tiene una mejor me la puede prestar para hacer las correcciones, ahí les va:
Perhaps you will forgive me if I turn from my own feelings to the words of another splendid bugger: W.H. Auden. This is actually what I want to say:
"Stop all the clocks, cut off the telephone.
Prevent the dog from barking with a juicy bone.
Silence the pianos and with muffled drum, Bring out the coffin... let the mourners come.
Let aeroplanes circle, moaning overhead, scribbling on the sky the message: He is Dead.
Put crepe bows 'round the necks of public doves, let traffic policemen wear black, cotton gloves.
He was my North, my South, my East, my West.
My working week and my Sunday rest.
My noon, my midnight, my talk, my song, I thought love would last forever: I was wrong.
The stars are not wanted now, put out every one.
Pack up the moon and dismantle the sun.
Pour out the ocean and sweep up the wood,
For nothing now can ever come to any good."
Y mi traducción:
"Paren todos los relojes, corten todos los teléfonos.
Impidan que el perro ladre con un hueso jugoso.
Silencien los pianos y con redobles de tambor traigan el ataúd... dejen que vengan los afligidos.
Dejen que los aviones circulen, gimiendo sobre nuestras cabezas, garabateando en el cielo el mensaje: Él está muerto.
Pongan corbatines alrededor de los cuellos de las palomas, que los policías de tráfico usen negros guantes de algodón.
Él era mi norte, mi sur, mi este, y oeste.
Mi semana de trabajo y mi domingo de descanso.
Mi mediodía, mi medianoche, mi habla, mi canción.
Pensé que el amor duraría para siempre: Estaba equivocado.
Las estrellas ya no son deseadas, apaguen todas y cada una.
Envuelvan la luna y desmantelan el sol.
Vuelquen el océano y barran la madera.
Porque ahora nada podría hacer ningún bien."

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