martes, junio 27, 2006

Lo que heredé de mi papá

Ya que en estos días acontece un nuevo cumpleaños de mi papá, agrego otro post a este blog sin dirección para rendir un homenaje a mi progenitor, y para no caer en cursilerías ni cartas color rosa diciendo cosas que por crianza nos enseñaron a ocultar prefiero enumerar varios de los detalles que creo fueron aportados por sus genes.
Para darle un orden lógico voy a comenzar por la cabeza:
1. El cabello, o mejor dicho, la falta del mismo, a mi edad no sirvo para protagonizar un comercial de shampoo pero sí uno de gorras y sombreros, ya no sé como ocultar mis notables entradas y próximamente tomaré ejemplo de su corte para lucir con orgullo mi "pelada".
2. Los ojos, no por su color o su forma sino por la prodigiosa miopía, a veces me pregunto quién es más ciego: si la justicia, él o yo, aunque si es la justicia colombiana creo que perdemos nosotros.
3. La voz, cuando aún vivía con mi familia o cuando estaba en la universidad e iba de visita solía contestar el teléfono, aunque casi el 100% de las veces fuera para él, las personas con las que trabajaba siempre nos confundían la voz y me saludaban con afecto para luego avergonzarse al decirles que ya mi papá les iba hablar. Una sola vez pasó al contrario y la señorita en cuestión murió de vergüenza, gracias a Dios era de larga distancia y nunca la conoció.
4. El pecho, en Colombia es símbolo de hombría el pelo en pecho, aunque en Venezuela piensen que la depilación con cera, el bikini, o el hilo brasilero aplican para todos los sexos; mientras él tiene un cuadro perfecto de vello corporal sobre su pecho, con algunas canas que me parecen graciosas, yo solo tengo un penacho entre mis tetillas que más parece un implante que algo natural, no me alcanza a dar verguenza pero a veces si pienso en traicionar mi modo de pensar y depilarme cual orgulloso venezolano.
5. Los brazos, mi papá es un diestro puro y yo soy algo chueco, escribo con la mano derecha pero lanzo los objetos con la izquierda, creo que sin intención reparto mis actividades manuales entre ambos lados. Yo creo que nací zurdo pero en ese tiempo nadie se daba cuenta de eso y me enseñaron a hacer cosas con la derecha, pero con la naturaleza no se puede y ahora revuelvo todo. También aquí me quedó la pasión por los crucigramas, creo que es la mejor manera de perder el tiempo haciendo algo útil, a medida que pasa los años me siento orgulloso de dejar el crucigrama del domingo con menos casillas vacías y ver que solo él puede completarlo luego que toda la familia lo repasa dando sus aportes.
6. De la espalda si me quedé con todo, esa manera obstinada de cargar con todo el peso del trabajo, de persevar, de parecer un buey que solo hala y hala a pesar de que no sepa donde termina el camino, arar es nuestra ley sin importar lo difícil y aburridor que sea.
7. De las piernas no hay mucho que decir, la diferencia de estatura es notable y aquí si nos recubre una capa de vello igual de tupida.
8. Él siempre supo utilizar mejor sus pies, fue un futbolista neto hasta hace como una década cuando una lesión lo obligó a retirarse del todo, aquí yo traicioné de manera intencional y tuve que practicar baloncesto porque para el fútbol si soy un tronco completo, no coordino caminar y mas chicle al mismo tiempo, frustré para siempre el deseo de tener un representante familiar en las lides deportivas. Lo que si me quedó fue la pasión por el Santafecito lindo, por la selección y por ver el fútbol de manera crítica y objetiva.
Creo que ya enumeré muchas de las cosas que tenemos y no tenemos en común, pero intencionalmente dejé de lado otros aspectos importantes: el corazón, la mente, el espirítu, los deseos, la imaginación, el sacrificio, la modestia, el orgullo, la pasión, las ganas, las alegrías, las tristezas, los triunfos, las pérdidas, el pasado, el presente, el futuro; todas estas cosas que él y yo compartimos en silencio y con todo el amor. Feliz Cumpleaños.

lunes, junio 19, 2006

El 10 es el número de los grandes

En este mes del padre quiero saludar a mis abuelos, a Don Nicolás y por supuesto a mi papá que con defectos y virtudes, aciertos y errores aportó mucho más que un grano de arena para hacerme lo que soy.
Cuando uno piensa en el número 10 siempre se le vienen imágenes a la cabeza, más que todo para aquellos que disfrutamos del fútbol y creemos en esa raza extinta de exquisitos jugadores con la magia perfecta para maravillarnos con cada uno de sus pases mágicos.
Entre los 10 más famosos siempre se recuerdan a Pelé y a Maradona, alguna vez leí, creo que en una columna de Jorge Barraza, que decir cuál de los dos era el mejor jugador de todos los tiempos era como que te pusieran a escoger entre tu papá y tu mamá, ambos son de tus afectos pero aunque siempre se prefiera a uno de los dos uno no es capaz de decírselo a nadie.
Vale anotar que mis sentimientos van más por el primero que por el segundo por distintas razones, aunque tengo más memorias del argentino y sus goles gloriosos como la Mano de Dios y el Mejor Gol de los Mundiales contra Inglaterra en un clima político agitado y de Pelé sólo recuerdo imágenes a blanco y negro y ese ocho maravilloso que le hace a un arquero pero que no convierte con el marco vacío.
Al negro lo prefiero por su forma de ser, por su humildad, por figura pública de bajo perfil, por brasilero, que son los motivos opuestos por los que dejo de lado al zurdo; por su forma de ser, por su grosería, por ser figura pública de malas actitudes y por ser argentino, aunque creo que las dos últimos cosas son como la misma.
De manera local aprecio como todos a Valderrama, el Pibe marcó un hito en la historia del fútbol colombiano y todos quisimos jugar como él, lo vi con el Junior, con el Cali, con la Selección y siempre le hizo honor a sus antepasados, será para siempre el 10 más grande de patria, aunque en el fondo espero que no sea así y encontremos más de esos valuartes que nos lleven de nuevo a citas orbitales de este deporte.
Pero el objetivo de este post no era hablar de fútbol sino referirme al 10, a la cantidad de dedos en las manos, a media cajetilla de cigarrillos, a la cantidad de años en una década, a la media mañana, a la hora de acostarme, a la edad que tenía cuando terminé la primaria, a la cantidad de años que han pasado desde que terminé la secundaria y a la cantidad de meses que han pasado desde que comencé esta aventura...

lunes, junio 12, 2006

Venezuela 1 - Colombia 0

Antes de relatar mi historia quiero aclarar que todo está basado en un hecho de la vida real (lamentablemente). También, si alguien se siente atacado por la narración me disculpo de antemano; entiendo que no todos los paisanos del personaje central son iguales, siempre existe una excepción a la regla aunque creo que la mayoría de las personas coincidimos en que casi todos son así.
Fecha: Sábado, Junio 12 de 2.0006
Lugar: El único centro comercial que existe en este pueblo
Motivo: Argentina - Costa de Marfil
Debido a las altas temperaturas que aquejan mi lugar de residencia y a la fiebre futbolera que se nos despertó este año me dirigí al centro comercial más grande que existe en el lugar donde vivo, hagan de cuenta que es como Galerías pero más pequeño, creo yo. En fin, me fui para allá porque quería ver en una pantalla medianamente grande y en la compañía de unas cervezas el partido entre Argentina y Costa de Marfil, sin hacer fuerza por ninguno de los equipos y con ganas de disfrutar de un gran juego.
Cuando me senté en la plazoleta central el lugar estaba medio vacío, en la mesa contigua se sentaron 3 individuos, uno de ellos bastante llamativo: Sombrero de fieltro blanco, lentes oscuros, cadena de oro al estilo traquetero y la camiseta oficial de Argentina. Mis primeros pensamientos me hicieron poner distancia entre los tipos y yo porque no quería quedar en medio de un fuego cruzado y también porque si este veneco se creía argentino pues se comportaría como ellos y no quería estar cerca de un autoaclamado dios.
Hacia el otro costado se sentó una pareja, la mujercita aguantaba y el tipo llevaba la camiseta oficial de Italia, no encajaba con el encuentro pero me pareció mejor que la del otro señor; apenas empezó el partido los 3 tipos se persignaron y el resto de las personas empezó a avivar a los africanos. Cada vez que Costa de Marfil se acercaba con peligro la gente hacía fuerza porque anotaran mientras los otros 3 hacían comentarios como: !Ese es Celso Ayala! !Ahí está Pelé... el mejor jugador del mundo! Esto último mientras enfocaban a Maradona. Yo solo podía pensar en la brutalidad de un venezolano para desear el triunfo de Argentina, Vendepatria!!! Animal!!!
Cuando Argentina anotó el primer gol los personajes se levantaron cuales hooligans y se felicitaron, empezaron a gritar, golpearon sus cervezas contra la mesa mientras se empujaban como jugadores de fútbol americano. De nuevo los insultos en mi mente y el deseo de un gol africano, mejor aún, los tres puntos para que se callaran y al mejor estilo argentino se fueran con el rabo entre las piernas, en la garganta tenía ganas de preguntarles por el 5-0 o porque habían partido de su natal Argentina a pesar de su acento entre venezolano y colombiano.
El segundo gol generó el mismo tipo de celebración, aunque el licor ya estaba haciendo su efecto y se entretenían más hablando con la pareja de la otra mesa que ahora los acompañaba que viendo el partido. Cuando Costa de Marfil anotó todo el mundo celebró como si fuera propio y los susodichos le restaron poca importancia haciendo cuentas de los minutos.
Antes de terminar el partido una impulsadora de una famosa cerveza realizó unos sorteos de unos vasos y bolígrafos entre los espectadores, todo iba bien hasta que escuché esta conversación:
- Impulsadora: El señor Hijo de dios y de #5t@ madre (nombre alterado por razones de seguridad)
- Hijo de dios y de #5t@ madre: No me culpen, me lo gané pero no soy de aquí
- I: De dónde es usted?
- Hd#m: Echeeee, sé que es muy arrecho que un Colombiano le vaya a Argentina...
Allí se me rebobinó la cinta como en las películas y todo encajó de una manera perfecta: tanta algarabía, tanto grito exagerado, unas reacciones fuera de cualquier proporción, una manera de vestir bastante llamativa; no sé cómo no lo noté antes, como siendo tan obvio no me di cuenta... tenía que ser un Costeño Colombiano.
El triunfo de Argentina no me molestó para nada, pero si mi derrota personal ante Venezuela en este encuentro no pactado, afortunadamente ninguno de mis amigos venezolanos estaba conmigo para recalcarme el comportamiento del boludo aquel, esta vez fui yo quien tuvo que irse con la cola entre las patas y como los narradores argentinos después del 5-0 reconocer que Venezuela jugó mejor...

jueves, junio 08, 2006

Carta a Daniel Samper Pizano

En este nuevo post quiero compartir un correo que le envié al Sr. Daniel Samper Pizano debido a las últimas editoriales publicadas en un reconocido diario de mi país.

¡Fuera de nuestra Patria, malnacidos!

Sr. Samper:

Le escribo con la mano en el corazón, con sentimiento de colombiano, de latinoamericano pero sobre todo, con sentimiento de pena ajena por nuestros compatriotas y nuestro futuro democrático.

La semana pasada leí su columna* con mucho agrado, coincidía con tanto placer en sus opiniones que la hice circular entre mis conocidos para que trataran de ver esa realidad nacional que el Sr. Presidente de una manera casi mágica ha logrado que ignoren, para que pudieran tolerarme aunque fuera un poquito en nuestras discusiones políticas y no me tildaran de ateo apátrida.

Pensé que este tipo de conversaciones solo se subían de tono por el calor de las cervezas o porque presionaba de alguna manera un botón que apagaba la memoria inmediata que nos aqueja y encendía otro que accionaba un mecanismo exagerado de falso nacionalismo.

Lamentablemente veo en su reciente columna** que el efecto del licor es permanente, como también nuestra ceguera y nuestra falta de respeto por las opiniones de los demás, aprendimos a vivir en un ambiente en donde el que no está con nosotros está en nuestra contra, donde no existe una crítica constructiva y donde Uribe seguirá gobernando a pesar de todo.

Como usted bien lo sabe no todos pensamos ni compartimos ni actuamos de esa manera, pero al parecer no somos tantos, tampoco nos manifestamos todo el tiempo como hacen "los otros" puesto que la mayoría de las veces sentimos muy de cerca el miedo de un linchamiento a la antigua; lo importante es que no tragamos entero y con artículos como los suyos nos sentimos respaldados.

Hasta aquí le escribo como muestra de mi más sincero respeto y apoyo, con el deseo inmenso de seguir deleitándome con sus opiniones y también con la esperanza en un Santafecito Campeón.

*
Cambalache. Sin novedad en el frente. 31 de Mayo de 2.006
**Cambalache. ¡Fuera de nuestra Patria, malnacidos!. 07 de Junio de 2.006

A pesar de lo que pudiera suceder había decidido publicar este mail puesto que difundir mis ideas y situaciones particulares es uno de los propósitos de este blog, lo que nunca me imaginé, aunque en el fondo lo deseaba, era que el mencionado personaje me contestara: Y ASÍ FUE!!!


Gracias por su mensaje, Diego. Me gusta el debate, soy de los que opina con vehemencia porque pienso que así se defiende el espacio democrático para intercambiar ideas, pero veo que algunos extremistas pretenden acabar con todo ello.
Cordial saludo,
DS


He de admitir que ahora más que siempre me hago partidario de todos estos medios masivos de comunicación, siempre que se haga con respeto y sobre todo que grandes figuras con las cuales nunca interactuaré por lo menos me den un saludo impersonal.

lunes, junio 05, 2006

Four Weddings and a Funeral (1.994)

Dentro de mis actividades favoritas se encuentra ver películas, no importa el género, el formato o la pantalla, disfruto del cine y me atraen las buenas historias bien narradas que me hagan reflexionar o en el peor de los casos perder el tiempo de una manera agradable.
Por eso quiero compartir con ustedes un diálogo de una película que he repetido en infinitas ocasiones y que le da el nombre a este post, primero la versión original del guión y luego mi traducción del poema, si alguien tiene una mejor me la puede prestar para hacer las correcciones, ahí les va:
Perhaps you will forgive me if I turn from my own feelings to the words of another splendid bugger: W.H. Auden. This is actually what I want to say:
"Stop all the clocks, cut off the telephone.
Prevent the dog from barking with a juicy bone.
Silence the pianos and with muffled drum, Bring out the coffin... let the mourners come.
Let aeroplanes circle, moaning overhead, scribbling on the sky the message: He is Dead.
Put crepe bows 'round the necks of public doves, let traffic policemen wear black, cotton gloves.
He was my North, my South, my East, my West.
My working week and my Sunday rest.
My noon, my midnight, my talk, my song, I thought love would last forever: I was wrong.
The stars are not wanted now, put out every one.
Pack up the moon and dismantle the sun.
Pour out the ocean and sweep up the wood,
For nothing now can ever come to any good."
Y mi traducción:
"Paren todos los relojes, corten todos los teléfonos.
Impidan que el perro ladre con un hueso jugoso.
Silencien los pianos y con redobles de tambor traigan el ataúd... dejen que vengan los afligidos.
Dejen que los aviones circulen, gimiendo sobre nuestras cabezas, garabateando en el cielo el mensaje: Él está muerto.
Pongan corbatines alrededor de los cuellos de las palomas, que los policías de tráfico usen negros guantes de algodón.
Él era mi norte, mi sur, mi este, y oeste.
Mi semana de trabajo y mi domingo de descanso.
Mi mediodía, mi medianoche, mi habla, mi canción.
Pensé que el amor duraría para siempre: Estaba equivocado.
Las estrellas ya no son deseadas, apaguen todas y cada una.
Envuelvan la luna y desmantelan el sol.
Vuelquen el océano y barran la madera.
Porque ahora nada podría hacer ningún bien."

viernes, junio 02, 2006

Mi Primera Vez

Escribo por primera vez desde hace mucho tiempo por distintas razones las cuales enumero a continuación:
1. Necesidad básica de comunicarme como ser humano.
2. Contagio de una tendencia mundial, esto de los blogs se escucha por todas partes del mundo, cualquier pendejo tiene uno y si otros lo hacen y a veces dicen buenas cosas pues yo también puedo.
3. Estoy fuera de mi tierra natal y quiero que la gente de mi país aprenda de una realidad ajena a la nuestra.
4. Mi hermana menor tiene un blog desde hace meses y no me voy a dejar echar tierra.
5. Comentar esas cosas que a todos nos pasan pero que nunca decimos y por qué no... que alguien sonría cuando lea mis estupideces.

Había dejado de escribir porque se quedaba allí guardado, solo para mi, pero ahora con esta evolución de las telecomunicaciones puedo creer que alguien de otro lugar del mundo puede estar de acuerdo conmigo. La vida es similar en todos los lugares de la tierra, los pequeños detalles, la esencia, las diferencias son estéticas pero no de fondo, todos compartimos nuestros problemas existenciales y buscamos sobrevivirlos de la misma manera.

Siempre he creido que la primera vez siempre es dolorosa y complicada y ésta no es la excepción, estas líneas me están costando lágrimas de sangre pero no importa, creo que a medida que me acostumbre será más simple fluir sobre el teclado; además, hablar sobre lo cotidiano no es complicado, lo difícil es aguantarlo.