Hoy llovió, hace tiempo que no veía llover, no fue ni muy duro que digamos, pero si estuvo nublado y cayeron unas gotas suaves como por quince minutos. Lo mejor fue ver el agua correr por la calle, no que se quedara estancada en los andenes y que el tráfico se detuviera, la vida siguió igual solo que un poco más fría.
Para las personas que ven llover seguido pues esto no tiene nada de raro, pero para mí, que hace tiempo no veía una lluvia normal pues fue un hecho particular, estoy en un momento de mi vida donde comparo el presente con el pasado, donde cada cosa y palabra y me recuerda el lugar que acabé por dejar y que todavía permanece en mi memoria, dejé una rutina para ingresar en otra a la cual no me acostumbro, me siento diferente.
El último diluvio que recuerdo fue monumental, un verdadero diluvio, el agua llegaba hasta las rodillas, se fue la energía eléctrica, los carros no se movían y no se podía caminar con el medio de caer en una alcantarilla, no exagero si digo que será mi punto de referencia para futuros eventos bíblicos ya que pensé que el fin se acercaba, eso que solo llovío como por tres horas.
Pero como siempre pasa el fin no llega, igual no tengo apuro, aunque a veces me gustaría que la destrucción masiva decidiera mi vida, son momentos de máxima cobardía donde no me quiero levantar ni luchar, entonces respiro profundo y me digo a mi mismo que Dios sabe como hace sus cosas (una bonita manera de justificar estos momentos de mi vida) y continuo esperando intraquilo pero sin pensar en el suicidio.
Ayer dijeron: Mis designios no son Tus Designios, tienen toda la razón, pero me gustaría más una notica de explicación para preocuparme menos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario