De los Sedentarios y los Nómadas

Últimamente, debido a mi desocupe, he estado leyendo muchos blogs, aunque casi nunca firmo o hago un comentario leo casi todos los escritos de las demás personas independientemente del tema que traten, eso sí, con un solo requisito: que estén escritos en español, ya me da hasta pereza tratar de entender en inglés y pues de los otros idiomas si ni idea.

La cuestión es que varias de las personas que escriben están en el exterior, o tienen algún familiar, o existe algún tipo de relación directa con un país diferente al nuestro, más bien diferente a su lugar de nacimiento. Están afuera por distintos motivos me imagino yo, exiliados, expatriados, estudiando, viviendo, trabajando, sea cual sea la razón todos comparten con nosotros sus experiencias en esos lugares ajenos a nosotros.

Les envidio poder escribir desde lugares tan remotos que ni siquiera conozco su estilo de vida, las grandes ciudades, una economía estable, culturas multiétnicas donde se mezclan más compatriotas suramericanos para apoyarse y sobrevivir lejos de su hogar, con la misma añoranza de su tierra y nada más en común. Aquí cabe decir que yo también estuve un tiempo fuera, tan solo fue al otro lado de la cerca pero aún así no fue mi país, tantas cosas en común y tantas otras tan diferentes me permiten entender a todos los que relatan sus historias desde lejos.

Lo cierto es que volví, ahora hago parte del otro grupo de personas, del grupo que no está fuera del país, ni tiene familiares en el exterior ni otra relación directa con tierras extranjeras. Ahora estoy aquí con ganas de hacer algo positivo por mi tierra, con ganas de una oportunidad para estar mejor que no me haga envidiar a los que están lejos, con ganas de ser un punto de referencia positiva para los que nos quedamos, con ganas de no envidiar a los que están lejos con un mejor estatus de vida y extrañan estas tierras tan complicadas; volví apostándole a lo que soy y a lo que quiero ser, lamentable sería tener que perder.