Del Sexo y de Sofía

Leyendo leyendo leyendo me puse a pensar una cosa muy sencilla: ¿Por qué no existen blogs sexuales escritos por hombres? No sé si se les dice así, pero ustedes saben a lo que me refiero: esos blogs donde se desparraman las sensaciones de los momentos íntimos y que en lugar de ser dichas al otro personaje pues se publican para que la blogosfera se contagie de yo no sé que cosas.

Hay que admitir que algunos logran encenderme las turbinas, así como hay otros sosos o tan íntimos tan íntimos que uno ni entiende de qué están hablando, también los hay de lugares comunes, donde uno se siente plenamente identificado y hasta risa le causa, lo cierto es que todos tienen un denominador común: son escritos por mujeres. Por lo menos yo no he leido ninguno y si alguien sabe de alguno pues tiene un punto de comparación.

Ahora bien, como hombres también sentimos, deseamos, nos excitamos, tenemos nuestros puntos G, nos gustan ciertas cosas, pero a pesar de tener todo eso en común no lo estamos ventilando de la manera como lo hacen las mujeres, no digo que sea malo o bueno, simplemente no lo hacemos y ya.

Lo cierto es que nuestro deseo sexual es tan simple que no hay mucho de que hablar, nos excitan tantas cosas en situaciones tan disímiles que a veces parece aberrante para alguien del otro género, la cuestión es que nuestro instinto es tan básico que no se requiere ni de vino, ni de comida, ni de miradas, ni de roces para que nuestro pensamiento se enfoque únicamente en sexo.

A muchos hombres les gustan las mujeres desnudas, a mi casi desnudas, los hilos dentales, a mi los cacheteros, los senos protuberantes, a mi más bien discretos; en fin, son tantas cosas para tantos criterios tan distintos. Lo de resaltar aquí es que independientemente si el sexo fue bueno o no tanto, si se dio por una casualidad o luego de un plan bien ejecutado, si nos moríamos de ganas o simplemente fue algo que se dio, no lo estamos comentando por ahí y menos publicando, es algo completamente nuestro.

No sé que se sentiría describir la sensación de su mano en mi espalda o como llenó mi boca con su lengua, si me abrazó fuerte y me dijo palabras sucias; creo que para nosotros el sexo es un conjunto que no podemos separar como lo hacen las mujeres. Dicen que ellas siempre llevan su corazón a la cama y nosotros llevamos todos nuestros sentidos.