miércoles, septiembre 12, 2007

De Vuelta a la Manigua

Definitivamente estoy algo sentido conmigo mismo porque no he podido actualizar éste espacio frecuentemente como me gusta, tanto así que he pensado en clausurarlo porque de nada sirve un blog en el que no se escribe, el que tiene tienda que la atienda dice el adagio popular y yo, por razones laborales, no he podido atenderla.

Ha sido tanta la desconexión que no pude celebrar con ustedes el aniversario de mi viaje a Venezuela, tampoco comentarles del cumpleaños de mi progenitora o del aniversario de mi abuelo, en fin, se pasó el mes y no se pudo cumplir con lo planeado aquí por estar cumpliendo con lo planeado en el trabajo, gajes del oficio; debo aclarar que no me quejo del laburo, sigo contento como lo estaba al principio y espero que el idilio continúe.

Ya me preocupa escribir contando que regreso a la ciudad porque ahí mismo salgo de nuevo sin previo aviso, así ha sido todas las veces y ésta no es la excepción, no termino de calentar la silla porque ahí mismo estoy de nuevo en el aeropuerto, ahora que comento eso, en estos últimos treinta días he volado más veces que en el resto de mi vida, me perdonarán lo tierruo pero así es la vida, no todos recorremos el mundo de la misma manera.

En estos tiempos de cambio todo ha sido favorable, el esperar con calma y tratar de hacer las cosas bien ha dado muy buenos resultados, me siento satisfecho y con ganas de trabajar más para seguir recibiendo buenos dividendos, en todas las áreas hay muy buenas perspectivas y con esa voz de aliento cualquiera se esfuerza, espero todo siga así.

Tengo tanto para decir y al mismo tiempo no mucho, creo que mejor dejamos así y espero por una próxima posibilidad.

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