miércoles, noviembre 28, 2007

De un Sueño Extraño

Anoche tuve un sueño bastante extraño, tanto así que merece ser comentado, tiene mucho que ver con una historia que todavía no tiene final y pues por eso se me hace más particular aún, además, si le sumamos el sueño que tuviste conmigo pues parece ser que la semana será nombrada onírica por derecho propio.

Como en la mayoría de los sueños, no me acuerdo de muchas de las cosas que suceden, algunos detalles se quedan fijos en la mente y son los que hacen que uno piense mucho tiempo al respecto, pero otros son solo vagos e irreales como el sueño mismo; todo esto para decir que no me acuerdo del principio del sueño, ni de la mitad, ni del final, pero si me acuerdo de lo relevante que es lo que les voy a mencionar aquí.

De un momento a otro aparecí con ella, estábamos tomando y bailando como la vez que nos conocimos, me reclamaba por no haberla llamado y yo trataba de dar explicaciones que me hicieran parecer maduro y no un niño con medio que no sabe cómo actuar en ésta situación particular, bueno, está bien, en ninguna situación, pero eso no viene al caso, todo iba de maravilla como la misma madrugada hasta que pasó lo que tenía que pasar: La propuesta.

Me dijo que teníamos que ir a un lugar más privado, algo solo para los dos, ahí respondí que en mi casa no se podía porque había alguien, cosa que es cierto pero en realidad solo una excusa más para no enfrentarme a la decisión que no quiero tomar. Entonces tomó la batuta y dijo que nos íbamos para su lugar de descanso, por no decirle hogar o casa o no sé qué tienen o no tienen, total no me quedó más remedio que aceptar y dirigirme cual borrego al matadero, con los sentimientos revueltos entre lo que quería y lo que debía hacer.

Cuando llegamos al sitio, resultó ser el parque central del pueblo donde nací y vive parte de mi familia, extraña coincidencia, la diferencia era que estaba más cubierto de pasto verde de lo normal, además, la puerta era sobre la tierra, es decir, parecía un cementerio donde se entraba por la lápida a una especie de sótano que podía ser cualquier cosa en el fondo, ¿Sería que mi subconciente trataba de decirme algo? Otras personas trataban de entrar y había un charco de agua sobre la puerta, se metían ahí y no los volvía a ver, evidentemente iban por otras compañeras de mi compañía porque solo yo estaba con ella.

Todo esto me generó más desconfianza de lo normal y de nuevo encontré otra excusa para escurrir el bulto y hacer lo que debía por encima de lo que quería, pero su insistencia fue fuerte y pudo más que mi conciencia, así que sin meditarlo de una para el hueco a enfrentar la cruda realidad; ya adentro, una habitación con dos camas y mucha gente entrando a los cuartos contiguos, más desconfianza aún y un pensamiento que me decía que de ahí no iba a salir como había entrado.

Charla y cigarrillos, besos van y vienen y la cosa sube de tono, los roces son más atrevidos y parece que el final es solo uno, sigo con mucho miedo y me cohibo pero ella no para, no dejo de preguntarme que debo hacer y recuerdo que la vida es una, que nadie me quita lo bailado y que después tendré tiempo de arrepentirme; ya decidido le pido que cierre la puerta pero responde que nunca se cierra porque ahí todo el mundo va a lo mismo, más desconfianza pero ya entrado en gastos no me voy a fijar en eso.

Con mis manos en su cintura y movimientos cadenciosos, siento una presencia extraña en la habitación, efectivamente entras dos tipos pidiendo cigarrillos de canela y otros normales, ella con toda la tranquilidad del caso se levanta y les da lo que piden, ellos se dan la vuelta y se van mientras yo me pregunto que pasa y decido dar por terminado el asunto, ya no es solo una excusa sino la realidad, nada va a pasar y ella entiendo que no valen las lamentaciones, me deja ir con calma y espero volverla a ver pero ya con la seguridad que todo terminó.

La rareza del sueño radica en lo semejante con la realidad, en traerla de nuevo a la memoria después de la discusión que precedió mi dormir, el que aún en sueños siga luchando con mi conciencia y no sepa que hacer, ni siquiera dormido puedo ser infiel y eso me molesta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajaja tan lindo! hay quienes piensan xq tengo q ser yo el o la que traiciona(o) y no el o ella..segun sea el caso..... jaja.. !r!@n@