lunes, junio 30, 2008

De lo Ridículo del Amor

Antes de comenzar este post quiero aclarar que creo mucho en el amor, en el amor eterno, en que es el sentimiento más bello de la tierra y que nadie debe vivir sin amor, me parece que el amor lo vence todo y que nos hace mejores personas, es más, espero encontrar el verdadero amor y vivirlo el resto de la vida.

También creo que el amor trae consigo unos efectos secundarios que entorpecen los sentidos y nos hacen estúpidos, el amor es ciego, no vemos los defectos del otro, es sordo, no escuchamos los consejos de los demás, es terco, nos hace creer que podemos realizar todo lo que nos proponemos en su nombre; en fin, el amor es el amor.

Pero entre todo esto muchas de las estupideces del amor son hasta lindas, tiernas creo que es la palabra que utilizan, en general si las burradas que se hacen en nombre del amor no son muy graves uno hasta se ríe con ellas, ya las otras, las que afectan la vida de otras personas de una manera inadecuada ya tienen mucho de preocupante y deben tomarse como señales de alerta.

Hoy hablo de lo ridículo, de lo torpe, de lo que una persona en su sano juicio, es decir, fuera del amor, miraría y estaría de acuerdo conmigo al juzgar el acto cometido como una torpeza digna de un tonto enamorado.

Hoy hablo de celebrar un chiste sin gracia, hablo de salir a bailar en medio de una pista vacía y sin tener sentido del ritmo, hablo de guardarle el último pedazo del pastel, de asistir a reuniones familiares ajenas lo más de hartas; también hablo de llamadas cada cinco minutos y correos cada hora, hablo de convertir conversaciones sin sentido en románticos debates acerca de quién quiere más.

Hoy celebro lo bonito del amor, ese brillo en los ojos al verlo llegar, la sonrisa previa a un beso cariñoso, el tomarse de la mano sin pena, el decirle gordo delante de los amigos y lo mejor, responderle gorda o mi amor; celebro el atravesar la ciudad en medio de la noche para dejarla en la puerta de la casa, las salidas al parque y comprar un helado, en fin tantas cosas.

Es obvio que eso que celebro también es ridículo, aunque a muchos no les guste, y antes que piensen que hoy escribo con despecho más bien lo hago con envidia, la que me ataca cuando veo a aquellos tocados por el virus del amor y que luego escriben cosas como éstas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

son momentos que hacen sentir cosquillas....