Del Costo del Pasaje

Como ya es bien sabido por todos le subieron el precio al pasaje del transporte público, $100 miserables que a la hora de la verdad representan mucho o sino pregúntenle a la señora que vive en el sur sur, gana el mínimo y agarra cuatro rutas diarias; para mi cada aumento en este rubro es una agresión contra la ciudadanía.

Me parece una agresión porque el servicio sigue siendo tan pésimo y deprimente como lo era cuando lo conocí, hace diez años el pasaje valía $400 y era un problema tener un billete de $5000 porque nadie le daba vueltas en la buseta, yo tomaba una sola ruta a la semana para ir al laboratorio de física en la Macarena y era el día más aburridor de todos, además porque tocaba subir las últimas cuadras de esa loma a pie.

En ese tiempo la guerra del centavo era diaria, como si hoy no lo fuera, las busetas acuñaban gente como si fueran latas de sardina, como si hoy no lo hicieran, no podían parar en un semáforo porque se varaban, como si hoy no pasara; mejor dicho, lo único que cambió en este aspecto en lo que va corrido de mi década en la capital es el costo del pasaje, porque lo demás sigue igualito.

Aquí cabe anotar que todavía tengo un ticket del metro de Caracas que costaba hace como dos años Bs.900 por dos viajes; es cierto que es igual de congestionado como el Transmilenio pero el costo es mucho más reducido y no lo tratan de vender como la última solución en transporte como pasa acá, el costo de ese pasaje sí me parece una ofensa porque es igual de inseguro que las rutas regulares y sus condiciones son iguales de mediocres que el transporte de ganado para el matadero.

Para acabar de completar mi hermana, no sé si por deporte o previendo gastos, decide comprarse una bicicleta; vamos, hacemos la vuelta, luego de varias horas inflan las llantas y estamos listos para irnos, yo de afiebrado me subo y trato de escalar la rampa del sótano cuando escucho un crackeo, en los primeros dos pedalazos le rompo la cadena. Como es de esperarse drama, gritos y ojo lagrimoso, afortunadamente yo sabía que el daño no era mayor cosa y el precio del arreglo fue irrisorio, aquí no ha pasado nada, de todas maneras ella dice: Si fuera suyo y yo se lo hubiera dañado me habría matado.