miércoles, octubre 22, 2008

De lo que Se Debe Esperar

Que yo no te entiendo, que tu eres muy extraño, que tu actitud me da a entender ciertas cosas, que las cosas que dices, de nuevo que no te entiendo, que qué quieres que piense, que qué pensarías tu si te digo lo mismo, que el tono de voz, que las palabras, que...

Pues en primer lugar nunca le he pedido a nadie que me entienda, en realidad sí lo he hecho, pero pues no con el afán que lo haga, más bien es una frase para justificar algún comportamiento, pero en el fondo fondo, no espero que alguien me comprenda, somos especiales porque somos únicos y estaría mal obligar a alguien a interpretar cada uno de mis actos.

Me imagino que esperabas un poco de atención, tampoco que me lanzara a buscarte en una odisea desesperada, pero sí que por lo menos el contacto fuera más continuo y esas cosas. Evidentemente eso no pasó y es claro que los motivos son todos míos, no voy a pedir disculpas porque no cometí ningún error, y si lo cometí solo el tiempo lo dirá, lo cierto es que estar ausente no es un fallo, simplemente es un estado.

Muchas veces las otras personas nos defraudan porque esperamos algo de ellas que no ocurre, a decir verdad, el que se defrauda es uno mismo por esperar cosas de la gente como si fueran una obligación, pero es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio.

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