lunes, noviembre 24, 2008

De una Rumba Karaoke

Buscando por aquí encuentro la definición de karaoke como una forma de cantar con la letra impresa de la canción y la música de fondo; tengo entendido que es una práctica muy difundida en el Japón, de donde viene su nombre y pues como toda moda aquí no podía faltar.

Primera vez para mi, con miedito pero con mucha decisión, le di como tres vueltas al libro de las canciones buscando una que se acomodara a mi estilo, bastante complicado porque no tengo estilo musical, ni oído ni voz ni nada parecido, veo tantas canciones conocidas pero cuando trato de entonarlas olvido completamente su letra, puro miedito, me sudan las manos y me tiemblan las piernas, y eso que ni siquiera he llenado el papel para programar mi tema.

La única moral son las otras personas que se enfrentan al karaoke y también al público, si todas esas gatas maullando reciben aplausos no puede haber otro resultado para mi, menos mal que todo el mundo viene a hacer el mismo ridículo y pues con esa disposición se logra olvidar el terror a la tarima; hay que aclarar que ciertos talentos musicales también hacen presencia en escena y lo único que se espera es no ser llamado después para evitar molestas comparaciones.

Como el resto de mi grupo no se decide por ningún tema, pasamos las peticiones con mi amigo, el más experimentado en estas lides, cuando de un momento a otro lo llaman para que haga su debut en el lugar. A todo pulmón lo ayudamos desde la mesa y la gente también lo acompaña porque la canción hace parte del colectivo popular, termina rápida y ronda de aplausos, no queda más.

Ronda tras ronda de improvisados cantantes soy consumido por el terror, cada llamado parece mi nombre y el tiempo no pasa, tengo la firme esperanza que mi petición esté refundida y no pase por la vergüenza, igual, a lo que vinimos vamos y si toca pues ni modo. Como dato particular logramos que llamaran a nuestras amigas quienes estaban más aterradas que yo, se subieron a la tarima y esperaron como cinco largos minutos para que luego el dj dijera que no encontraba la canción que habían programado y que pues gracias por el intento.

El final de la noche tuvo un cierre especial con el dúo de mis amigos cantando una bonita salsa que fue acompañada por todo el público, mientras eso prendieron las luces y nos despidieron sin más, salí invicto pero con muchas ganas de adquirir estas canciones y acompañar las fiestas navideñas con la familia.

Por si se pregunta que iba a cantar la respuesta es el vallenato La Creciente.

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