sábado, mayo 08, 2010

De Ver Los Toros Desde La Barrera

Definitivamente hay química entre ellos, se nota a simple vista, pero nunca se ponen en situaciones donde pudieran dejarse llevar por la atracción, definitivamente no es por ella, es por él, y realmente no sé por qué no hace nada, debería hacerlo, arriesgarse y ver qué pasa, pareciera que él teme malograr la amistad si hace algún movimiento aunque ella está dispuesta a todo.

Es que simplemente ver los toros desde la barrera es tan fácil, no tiene ningún riesgo concluir como deben actuar los demás, al fin y al cabo no es nuestra vida, no es por inmiscuirse o algo por el estilo, es armar un rompecabezas con los otros, pero evidentemente no con nosotros, es sencillo predicar lo difícil es aplicar.

Entonces te gustaría poder devolver el tiempo y no haber dicho nada pero es imposible, ya es tarde, ya predicaste y no aplicaste, ya alguien te lo señaló y también predicó, pero sí aplicó.

Ahí recuerdo por qué cuando los sueños se hacen realidad no son lo que esperamos, pero no es culpa de los sueños ni de la realidad, es nuestra culpa por crear un espejismo que es una idea vaga, dejamos que la vida ultime esos detalles y pues cuando ella nos da lo que esperábamos lo hace a su antojo y no al nuestro, ahí se rompen los sueños.

Dicen por ahí que somos esclavos de nuestras palabras pero olvidan que somos caprichosos con nuestros actos; cuando lo simple es caminar nos quedamos estancados, cuando lo más fácil es detenerse seguimos empujando, cuando nos dicen que no actuamos como si hubiéramos recibido un sí, cuando no nos dicen nada queremos creer que es un sí, cuando lo más lógico es decir que sí callamos para no ser esclavos de nuestras palabras pero somos necios con nuestros actos y todo se convierte en una gran confusión para el personaje y quienes lo rodean.

La consistencia es la clave para hacer las cosas simples, entre lo que se dice y lo que se hace, entre lo que se hizo y lo que se hace, entre lo que se hace y se va a hacer, entre el lenguaje corporal y el verbal, esa es bien complicada, entre lo que quieres y lo que no quieres, entre lo sembrado y lo recogido, entre criticar desde los tendidos y el trabajar con la muleta, al momento de las banderillas, pero sobre todo, en la estocada final.

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