viernes, febrero 23, 2007

¡¡¡¡Me Pintaron la Cara de Nuevo!!!!

¡Que bolas! En este momento soy el peor de los payasos que van con su circo de pueblo en pueblo o que los pasayos toreros o del rodeo, llevo colorete en los labios y ya mi grande nariz lleva una pelota roja en la punta. En menos de seis me han robado dos veces en mi casa.

La primera vez creo que no lo comenté aquí porque se cruzó con la muerte de mi abuelo y pues bueno la aflicción era doble, pero tiene mucho en común con lo de ayer: yo mismo les abrí la puerta, me vieron la cara de pendejo, abusaron de mi amabilidad y se fueron con el descaro de quien piensa que todo salió perfecto.

Resulta, pasa y acontece que mis papás decidieron vender el apartamento donde vivimos, y como el que no muestra no vende pues a cada persona interesada que viene lo dejo pasar, ayer no iba a ser la excepción ya que eran tres personas: una mujer con su supuesto papá, un señor ya de edad, y con su supuesto hijo, un muchacho como de unos veinte años.

Hicimos todo el recorrido, sus comentarios, hasta me hicieron una oferta!!! Todo normal, en la sala la señora me hizo algunas preguntas bastantes lógicas y los otros dos tipos pues se devolvieron hacia las habitaciones, yo los miré, pero como no tengo ni un centímetro de vivo pues me pareció normal. En fin, todo muy bueno, todo muy chévere, incluso los acompañé a la salida y pues quedaron de llamar. ¡Estúpido!

Total, cuando mi hermana ha llegado le comenté que no encontraba una plata que tenía, como soy tan desordenado pues la dí por perdida, cuando entra a mi cuarto madreando porque su plata tampoco estaba ni su reproductor Mp4. ¡Hijos de la gran puta madre que los parió! ¡Me robaron en mis propias narices!

Ahora que escribo esto y rebobino toda la situación, cosa que llevo haciendo toda la noche y haré toda las veces que cuente esto por varias semanas, me preguntó cómo no lo sospeché, todo fue tan obvio, tantas alabanzas, la conversación, verlos devolverse, cada vez que salíamos de un cuarto me pedían que saliera primero ¡Ratas inmundas! Me pidieron abrir las puertas de los armarios, en fin, no tengo duda que fueron esos tres hijos de su perra.

No se perdió mucho a decir verdad, pero el hecho no es ese, no debía perderse nada, así de simple, no hay derecho que te roben en tu propia casa, sin necesidad de armas, ni de escopolamina, son unos malditos expertos que saben exactamente a que vienen y pues yo caí redondito; no sé si notaron la cara de idiota que cargo a toda hora o simplemente fui uno al azar de muchos, lo cierto es que se llevaron lo poquito que tenía.

Y bien poquito porque a fin de mes, yo desempleado, mi hermana en la universidad y tomaron lo que había a simple vista, aunque si hubieran hecho una requisa exhaustiva pues tampoco habrían encontrado nada porque no tengo ni para el almuerzo de hoy. Cuando me pasa algo que creo no merecer aprendo de la lección, pero cada vez me hacen una nueva y pues con tantos métodos es imposible no caer, lo cierto es que hay que hacer muy coño de su madre para vivir robando cada vez que se tiene oportunidad, o matando, o violando o haciendo cualquier cosa que de antemano se sabe es una bajeza. Ni modo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

a mundo dieguito! es que eres tan inocente, aunque no parezca pero lo eres...