jueves, marzo 13, 2008

De la Disposición a la Derrota

Estoy completamente seguro que cuando uno no tiene nada que perder lo apuesta todo, pensaba que solo era un dicho pero me di cuenta que es la realidad, que la desesperación hace que se cometan actos que están fuera de toda lógica.

Cuando se está dispuesto a recibir un no por respuesta ya nada importa, se tiene un plan B completamente preparado para seguir adelante, uno cierra los ojos y se lanza al vacío seguro que la red para recibirlo no está puesta, pero que importa, la situación es tan insoportable que es mejor asegurarse que se perdió y no andar como un muerto en vida corroído por la duda.

Resulta que en estas situaciones uno recibe gratas sorpresas, cuando más dispuesto estaba a perder y de una manera dolorosa, me encontré con una actitud positiva de los demás y conseguí lo que en el fondo quería y ya había dado por perdido. Cuando uno da por sentado que la batalla está perdida sin haber luchado, evidentemente no ganará porque en su mente no existen victorias, aunque, en este caso, conseguí muy poco ya que si la actitud hubiera sido la correcta hoy estaría con las manos llenas, y a pesar de no ser de esa manera hoy me siento satisfecho.

Me había pasado tantas veces que ya me estaba acostumbrado a ser un perdedor, que feo suena eso; siempre he creído que el que no arriesga un huevo no gana un polvo, perdón, un pollo, y acepto que la mayoría de las veces no ganaba ni lo uno ni lo otro, cambio de actitud, eso es todo, pensamiento positivo a pesar de las circunstancias, autoaceptación y valoración, la correcta disposición para que el universo hable; también se puede perder, pero por lo menos ya uno no podrá culparse.

1 comentario:

Anónimo dijo...

eso es muy cierto! el que no arriesga ni gana ni pierde!y tambien quedas con la duda de que hubiese pasado si hubieses arriesgado...!r!@n@