Por un canal privado de televisión nacional, pasaron un programa acerca de la heroína su consumo, cabe decir que el documental tenía ciertos lugares comunes con Trainspotting, libro al cual hicieron referencia pero de todas maneras me parece que debieron encontrar otra manera de relatar las cosas, en fin.
La cuestión es que me aterró la realidad que mostraron, tan ajena a mi pero tan real, muchos de los lugares que mencionaban los recorro con regularidad, sentí que vivo atrapado en una burbuja de cristal que yo mismo he creado, prefiriendo mirar hacia otro lado o dejando en manos de cada quien el camino que quiere andar.
El miedo que tengo realmente no es por mi, es por el futuro, lo primero en lo que pensé es en lo aterrador de traer un hijo al mundo y poderlo educar sin que caiga en estos males, los protagonistas de la historia eran muchachos acomodados que aparentemente recibían buena educación, eran concientes del mal que se estaban causando pero aún eran consumidores reguladores y sin ninguna luz para salir de allí.
En mis épocas escolares solo supe de cigarrillos y sexo cuando terminaba el bachillerato, antes de eso lo más peligroso era tomarse un trago a escondidas o irse escapado para el río; ahora los infantes conocen todas las posiciones sexuales y comparten su círculo social con drogos, pandilleros y no sé que más cosas que un niño no debería conocer a esa edad.
Hay que reconocer que tiendo a ser como puritano, pero agradezco esa educación que me dieron por no ser un producto prefabricado de la sociedad de consumo, por no dejarme llevar por los avisos y el comportamiento global que es también dañino a pesar de ser generalizado. No se si consiga hacer entender a un hijo que las cosas son por su bien, pero sobre todo no se si él me mienta adrede y se engañe a si mismo, porque para cuando él nazca ya los problemas de hoy serán cosas del pasado y tal vez yo ni conozca las cosas con las que se tenga que enfrentar.
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