miércoles, marzo 26, 2008

De la Vida en el Campo

Esta Semana Santa no fue para nada una semana de vacaciones, tampoco lo fue de recogimientos y rezos pero si fue de reflexión, estuve trabajando, no muy fuerte, pero si trabajando y el lugar que visité sirvió para considerar cosas que hace tiempo no se venían a mi cabeza.

Estuve en un sitio donde siempre se saluda a quien pasa sin importar si es conocido o no, donde la gente camina mucho y anda con herramientas en el cinto, donde el terreno llega tan lejos como la mirada, donde se ven animales que no se conocen y la brisa golpea fuerte con un olor a puro que había olvidado, evidentemente, estuve en el campo.

Siempre me han fascinado las gentes del campo por su manera de vivir, porque no necesitan comodidades y son felices, porque se levantan temprano a hacer sus labores diarias y solo regresan cuando cae el sol para acostarse temprano y descansar para el siguiente día.

Estar en el campo siempre me recuerda que no necesito nada de lo que tengo y envidio en la ciudad, me pone en contacto con la simpleza maravillosa del mundo, me muestra que no sobreviviría mucho allí y que somos animales de costumbres; el campo se disfruta echado en la hierba con un viento suave bajo la sombra de un árbol, en compañía de la naturaleza y nada mas.

Pero, a pesar de todas las cosas lindas del campo, estoy seguro que no resistiría allí por mucho tiempo, todas esas ventajas son agradables por corto tiempo y no soportaría jornaleando todos los días o peor aun echado en el pasto esperando que pasara el tiempo. Por eso mismo me impresiona la gente del campo, porque ellos si pueden extasiarse con él toda su vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola dieguito, yo vivo en el campo y me encanta,tenemos comodidades y esta llegando la tecnologia.pero es cierto ahi lugares que ni la electricidad llega.. ir!@n@