sábado, marzo 01, 2008

De Llevar la Contraria

Te pedí que no lo hicieras, desde el fondo de mi corazón esperaba que me escucharas, hasta el último instante te rogué, con la solemnidad del caso, que te detuvieras, te recordé que habíamos dicho que no lo haríamos, que ambos nos abstendríamos y evitaríamos pasar el mal momento. Todo esto no importó, lo hiciste con la idea clara que te estabas equivocando, que después de eso no habría marcha atrás, me llevaste la contraria por el puro hecho de hacerlo. Esa eres tu.

Tu justifación para esa acción de menos de un segundo fue que yo no debí haberlo recibido, a pesar que no lo utilicé, simplemente no debí haberlo recibido, que es mejor quedar mal ante otra persona que tentarte de manera indirecta. Grave erro. Las decisiones se toman por uno y no por el actuar de los demás, evidentemente así lo hiciste, pero tu justificaste en mi y eso no es así, tus errores son tuyos y de nadie más.

Exagerando tu racionamiento, si yo me acuesto con una vieja entonces tu te acuestas con dos, porque tienes que seguir mi ejemplo y mejorarlo, porque debes tener la última palabra y demostrar que siempre se hace lo que tu dices, porque no solo tienes que estar por encima sino también por debajo, para ti no hay termino medio, solo vives los extremos y de allí no quieres salir.

No se que piensen al leer esto, tal vez crean que estoy exagerando y que mi motivo es estúpido, lo cierto es que me siento defraudado, triste, humillado, confundido. Era algo que habíamos construido juntos y lo echó a perder, me sentía muy orgulloso de eso y resulta que el motivo de mi orgullo se fue al piso en una fracción de segundo en la que pudiste tomar otra decisión. Grave error.

No hay comentarios.: