miércoles, julio 22, 2009

De Ordenar La Retirada

En el poker nunca se recomienda llevar el juego hasta la última carta, lo ideal es hacerle creer al oponente, o demostrarle, que se tiene una mano realmente fuerte y si lleva todo hasta las últimas consecuencias perderá más dinero del presupuestado. Aquí lo fundamental cuando no se puede ganar es perder lo menos lo posible, no lo digo yo, lo leí en un libro de uno de los ganadores de un torneo en Las Vegas.

Yo siempre he creído que es fundamental saber cuando retirarse, no importa si aún se está siendo aplaudido o en su defecto se van perdiendo hasta los calzones, lo importante es retirarse con honor y sobre todo con algo de fuerzas para reagruparse y combatir de nuevo. Lo aplico en el juego y también en el amor, porque lo dice un refrán popular: De malas en el juego, de malas en el amor.

Generalmente los grandes descalabros suceden cuando las cosas se salen de control y el capitán no lo nota o hace caso omiso de las condiciones del momento, y en lugar de la retirada ordena un ataque suicida que solo genera más pérdidas, de vidas humanas, de dinero y de corazones rotos.

Lo que pasa es que es complicado aprender a retirarse, es todo un arte y solo se aprende a punta de equivocaciones, la prudencia en estos casos es un cualidad pero la mayoría somos imprudentes por naturaleza. También es fácil en caer en la tentación cuando ya todo está perdido, qué más da, es lo mismo quedar desnudo que empeloto así que cualquier acción suicida no sobra, además, algunas personas ganan pero hay que tener en cuenta que esa no es la regla, es la excepción.

Y entonces ¿Qué hacer? Pues eso es tan variable y subjetivo, lo cierto es que a nadie le quitan lo bailado, algunas veces la recompensa es tan buena que vale la pena perder... pero solo algunas veces.

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