viernes, julio 31, 2009

De Entrar Por Los Ojos

Estas últimas semanas, en la novela que vengo siguiendo, se han estado presentando unas pequeñas dosis publicitarias de una afamada cola negra, normal pensarán ustedes, sucede en todas las novelas y se hace descaradamente desde mediados de los 50's, si no me falla la memoria, cuando en una película de Marilyn Monroe revelaron una marca de cigarrillos, éste sería el inicio de la publicidad en las producciones de cine y televisión; ojo, no me crean de todo el dato porque me acuerdo de haberlo leído en alguna parte pero podría estar equivocándome.

La cuestión es que al principio fueron unos detalles sutiles, apariciones de la bebida en la cafetería, carteles en las paredes y cosas así que pueden parecer parte de la utilería, pero ya luego el tono fue subiendo, los personajes tenían en los diálogos referencias directas a una promoción con las chapas de las botellas, se redujo la ingesta de mate y café para pasar a muchas invitaciones de la cola en todas sus presentaciones hasta que ésta semana le pusieron la tapa...

Iban a escuchar un jingle grabado por una de las protagonistas y la encargada del quiosco afanaba la reproducción del mismo porque en 10 minutos llegaría el proveedor de la bebida, así de simple: "Escuchémoslo ya porque está por llegar el proveedor de ..." No es nada pensarán ustedes pero para mi fue una afrenta directa, fue la gota que rebosó el vaso, fue la cumbre que faltaba por escalar para meternos la publicidad de la gaseosa por los ojos, fue la prueba fehaciente de la que puede hacer el dinero.

Es obvio que por la plata baila el perro, o el mono, y más cuando una multinacional se fija en un show buscándole llegar al público joven; porque si algo tienen las multinacionales, al igual que las religiones evangélicas, es que no dejan a nadie por fuera, su público objetivo es todo el mundo, pero con un producto acondicionado para cada sector.

Entonces la unión de las dos cosas es lógica, fortalece ambas marcas pero algo como de lo que les hablo ya raya en lo absurdo, atropella al televidente, le dice que si sigue el comportamiento de lo que ve en la pantalla va a ser más chick o va a estar más en onda... Perdón, se me olvidaba que así se comporta el público en general, somos corderos que seguimos lo que hacen los demás sin pensar por nosotros mismos, hacemos parte de una religión llamada consumismo, global o regional, pero consumismo al fin, entonces, no voy a culpar a los productores de la telenovela, voy a culparnos a nosotros mismos por dejar que nos hagan estas cosas.

1 comentario:

Nightwriter dijo...

Dime tú ¿a cuántos de nosotros no nos molesta de sobremanera estar viendo X o Y programa y que se congele la imágen para que salga un tonto diciendo que el dolor de Cabeza se pasa con Dolex?

Si, reconozco que la culpa está entre nosotros por estar alienados con el maldito consumismo y habernos dejado llevar, pero eso no justifica que ahora en cada una de las cosas que hagamos nos metan de manera indirecta cuñas publicitarias. ¡Que fastidio!

Me uno a tí, sugiero armemos una protesta en los canales, no veamos sus novelas y abramos grupo en Facebook para que den al menos un programa sin comerciales.

En fin...

Paso ahora, por fin, de visitante fantasma a visitante de teclado y hueso en este blog. :)

Saludos!