La razón principal por la cual prefiero a las mujeres mujeres sobre las más "sardinas" es el hecho que ellas saben lo que quieren, saben cuando lo quieren y saben como lo quieren. Con las mujeres de verdad no existen los rodeos ni las indirectas, existen las cosas de frente y llamadas por su nombre; esa es una cosa que las menos maduran solo aprenderán cuando alcancen cierta edad, y por ende más experiencia.
Pero lo cierto es que a pesar de la madurez y la experiencia, no dejan de ser mujeres y a veces prevalece su condición genética por sobre todas las cosas, es más, se escudan en su género para cometer ciertas atrocidades inesperadas, golpes bajos antes los cuales no existe lógica.
Pero a pesar de todo la palabra correcta ante una mujer puede poner la situación de nuestro lado, sin tanta rogadera ni quejadera, una actitud aparentemente igual de madura la hace reconsiderar la situación y no medir las consecuencias; es mucho más abierta a todas las posibilidades y su actitud de "estoy segura de mis límites" permite llevar las cosas hasta el límite sin tanto aspaviento.
Las mujeres mujeres llevan una ventaja mental y de actitud considerable respecto a las más jóvenes, pero a pesar de ésto las preferimos con la fogosidad de las adolescentes, con sus curvas, sus atuendos ceñidos y su facilidad de asombro ante unos hombres como nosotros.
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