Estas vacaciones forzadas fueron de muchas, muchas, muuuuuchaaaaasss películas; buenas, malas, no tan malas, comedias, de acción, documentales, de cartelera, podría hacer un post por cada buena cinta que me vi, que fueron muchas, pero hoy hablo de la última de mi temporada, una que encontré por casualidad haciendo zapping y me llamó la atención.
Se llama Code 46, protagonizada por Tim Robbins, el mismo de Mystic River, y por Samantha Morton que es la misma que hace del precog en Minority Report. En fin, eso por si se la encuentran algún día tengan una referencia y se detengan y aprecien el film que realmente vale la pena.
La cinta es algo futurista, pero un futuro no tan espacial, mezclan palabras en varios idiomas, fecundaciones in vitro, una sociedad dentro la ley y otra completamente por fuera de una frontera física, borran recuerdos y están sometidos a la estricta vigilancia del gobierno o algo parecido, si se está dentro de la frontera no existe una manera de evadir el ojo de dios.
Lo curioso es que el personaje principal no es más que un tipo que utiliza su intuición para trabajar, es como una especie de psíquico que puede leer la mente de los demás y pues se esperaría que con tanta tecnología no fuera necesario recurrir a estas cosas pero su trabajo es atrapar ciertos criminales, me pareció extraño.
La cuestión es que motiva a una persona en su posición a proteger a una bandida, a violar toda la ley sabiendo que no puede lograrlo, a vivir intensamente así sea solo por un segundo, tal vez eso, el vivir intensamente por un instante, el salir de ese caparazón que nos retiene y simplemente ser lo que queremos ser, no sé.
Interesante el concepto de unos virus para modificar el comportamiento, el virus de la empatía que nos permitiría ser agradables con las personas, o el virus para evitar infringir la ley y aún así si logramos hacerlo inculparnos y esperar para ser aprendidos. Algunas veces las entidades tienen motivos para hacer ciertas cosas, pero sería mejor si nos enteráramos de esos motivos, eso nos abstendría de actuar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario