sábado, noviembre 20, 2010

De New York (Día 2)

Me levanto un poco más tarde de lo esperado, salgo a la calle y el sol está radiante, no calienta nada pero por lo menos no cae la lluvia mamona del día anterior. Mientras camino bajo el sol veo que frente a mi viene una madre con sus dos hijos, un niño de unos 8 y la niña de 6. La señora viene jugando con el chico a empujarse mientras caminan, pero en un descuido de ella cruza su pierna por delante de la de él, lo pisa y además lo empuja haciendo que se caiga; el niño cae sobre su brazo y por un instante solo hay silencio, luego empieza a llorar pero no por su golpe al ego sino por físico dolor, se nota en su cara. Sigo caminando mientras aguanta la risa y pienso que hay cosas que pasan en cualquier lugar del mundo.

Rockefeller Center el primero destino del día. Desde el mirador la ciudad de ve majestuosa, tomo muchas fotografías mientras aprecio el Central Park y el río Hudson, me imagino que la vista habría sido mejor desde el Empire State pero no importa, estoy aquí apreciando la gran manzana y eso no tiene precio.

Salgo con el tiempo preciso para llegar al puerto y tomar el barco que recorrerá el cono sur de la isla, tenía la opción de tomar otro tour diferente que me llevaría a tocar tierra en Ellis Island y la Estatua de la Libertad pero preferí tomar éste y así ver, aunque sea de lejos, el sector de la isla que no voy a recorrer.

Soy de los últimos en embarcar así que empezamos el recorrido, estoy en la primera planta del barco que tiene calefacción, compro algo de café y lo disfruto con calma mientras salimos del puerto y llegamos a los edificios interesantes. A medida que vamos avanzando el guía va narrando todo con lujo de detalles, el barco se mueve rápido y es difícil mantener el pulso firme para tomar las fotografías.

Cuando llegamos a la Estatua de la Libertad desaceleran y tomamos muchas fotos, es algo complicado porque todo el mundo se agolpa para tomar fotos y además hay que tratar de no estorbar en las tomas de los demás. Continuamos el recorrido por el lado este de la isla apreciando Brooklyn y demás. El barco gira para regresar al puerto y me parece que ha sido otra excelente elección, muy recomendable.

Camino hacia el Central Park y almuerzo un hot dog de carrito como en las películas, he llegado al Museo de Arte Moderno donde hay mucha gente, tal vez por la hora, ingreso un poco perdido y me topo con el arte sumerio, los griegos, arte medieval, los óleos son tantos y hay tan poco tiempo, muchos artistas famosos y obras representativas, hay una exposición especial de Miró pero no se pueden tomar fotos, me siento agotado pero quiero ascender a otras salas y no encuentro la manera, no me he perdido en la ciudad pero sí dentro del museo, vaya ironía, cuando me voy a dar por vencido me doy cuenta que he estado sentado muy cerca al elevador, sigamos con la ruta.

Recorro el museo al derecho y al revés, ojalá tuviera más tiempo para volver a verlo, duraría días enteros tratando de apreciar todo el arte con detenimiento pero no se puede, cuando salgo ya ha oscurecido y si pudiera atravesar el Central Park estaría en cinco minutos en el hotel pero leí que no era lo más recomendable del mundo aunque voy pendiente de alguna calle iluminada para tratar de cruzar.

Hay gente trotando, mañana es la maratón, sigo sus pasos pero a mi ritmo y cuando me doy cuenta me encuentro en lo que será la línea de meta de la carrera. Malditos los aficionados que corrieron la carrera: Uno porque corren, dos porque tienen el dinero para ir hasta allá simplemente a correr. Cuando estoy en el lado oeste del parque me doy cuenta que sigo bastante al sur, como si lo hubiera rodeado en lugar de atravesarlo, camino hacia el hotel y me digo que definitivamente no habrá salida nocturna en New York, tal vez si estuviera acompañado...

1 comentario:

Anónimo dijo...

En todo Colombia se esta disfrutando con una Sprite y celebramos que apoyen el arte urbano http://bit.ly/SGraffitiCalimod