lunes, diciembre 17, 2007

De la Renuncia

Hace exactamente un año estaba abandonando mi puesto en Venezuela, ya había renunciado desde semanas atrás y la fecha límite para irme había llegado, como pasa el tiempo de rápido, ya pasaron 365 días y mi vida tomó otro rumbo, no fue elegido por mí sino todo lo contrario, el destino lo hizo por mi.

Es una de las decisiones más grandes que he tomado en mi vida, lo digo por el estigma social que cargan las personas que renuncian a sus puestos, siempre le aconsejan a uno que debe esperar hasta tener otro nuevo puesto, que no se puede abandonar algo porque sí, que es mejor siempre tener algo seguro así no sea bueno, que cualquier cosa es cariño, en general, que debemos resignarnos a lo que sea en lugar de perseguir nuestros sueños.

Yo ya no me sentía cómodo en la empresa, había dado todo lo que había prometido y no recibía lo que esperaba a cambio, ya no iba a avanzar más y las personas que estaban arriba no merecían para nada estar ahí, bueno tal vez su persistencia y aguante eran valederas pero su conocimiento opacaba todo el tiempo al lado del jefe, también su actitud altanera apagaban todo intento de mejora que se podría proponer. Bien lo decía mi profesor de proyectos, lo primero que se debe hacer con una persona que genera mal ambiente es echarla.

Ya ha pasado un año de todo eso y hoy por hoy no me arrepiento, era la decisión a tomar en lo profesional, en lo personal crecí mucho, tanto que no me reconozco, dejé unas grandes amistades que extraño mucho, los buenos ratos y las conversaciones de muchos consejos, ojalá ellos me recuerden con el mismo cariño y aprecio que yo les profeso.

Quien sabe dónde estaré dentro de un año, tal vez ya no escribiendo desde el mismo lugar, todo depende de como se desenvuelva este noviazgo con mi trabajo, a veces, como en todo, me aburro y quiero largarme, a veces me divierto y recuerdo que éste es el mejor lugar donde podría estar, lo que importa realmente es como siento y lo que hago respecto a ello.

* Hago este paréntesis para celebrar las 10.000 visitas, bonito número conseguido en no sé cuántos meses, también hay que considerar que a veces el servidor del contador se cae y no registra las visitas pero no importa, gracias a los que vienen frecuentemente, a Goyo, a Iriana, a Pata y a los muchachos, gracias a los que dejan un mensajito que siempre alienta a seguir escribiendo, gracias a los que vienen aunque sea una vez y se quedan y también a los que no vuelven, gracias a todos.

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