jueves, diciembre 13, 2007

Del Abuso del Poder

Anoche cuando me subí al transporte había una señorita junto a la registradora la cual obstruía el paso, no me fijé mucho en ella y caminé hacia el fondo del bus porque se llena mucho y yo no me bajo tan lejos, todo estaba normal hasta que la vi caminar hacia mi inundada en lágrimas, a decir verdad no caminaba hacia mi sino hacia un tipo vestido de sastre que estaba esperándola en una silla.

Me pareció una pelea de novios normal, de esas en la que la mujer entra en llanto y le da un arranque de incontinencia lacrimal que lo hace sentir a uno como un estúpido, en fin, no reparé más en ello y unas cuadras más adelante conseguí una silla en la última banca donde me distraje en mi pensamientos acerca de lo que me había pasado y lo que sería el día de hoy.

Luego, las sillas de junto quedaron vacías y los dos se sentaron junto a mi, ella al otro extremo y el tipo a mi lado, ahí fue que en medio de llanto y sollozos escuché la historia que me hace escribir este post.

Ella hablaba de la universidad y de una materia que había perdido, que tenía todos los trabajos y las notas en orden pero que aún así el maestro hacía un cuadre todo raro para hacer que perdiera; ahí pensé en que era una niña consentida que perdía una asignatura y no sabía como contárselo a sus padre, pero la vaina no pararía ahí.

Ella le insistía al "maestro" que le colocara las notas como eran y todo arreglado, que había más gente en la planilla con peores notas que las de ella y que estaban pasando la materia con una nota muy alta, casi perfecta, él decía que no podía meterle más notas a ella porque no existía la manera de justificarlas, entonces ella le decía que no le pusiera nada adicional sino que organizara todo de acuerdo a los comprobantes de trabajos y parciales y listo el problema.

Luego la vaina se subió de tono y el profesor le preguntó hasta dónde llegaría porque le pasara la materia, ella le respondió que lo que fuera necesario, entonces él le dijo que le hiciera una propuesta bien loca y así podrían arreglar todo, hay que ser demasiado estúpido para no entender lo que le estaba pidiendo, pero aún así ella se hacía la loca y le decía que no se le ocurría nada.

Ella le dijo que lo invitaba a tomar un café o a comer algo y él le dijo que no, que pensara en algo realmente loco, de todas maneras la invitó a la cafetería para que tomaran algo mientras se le ocurría lo que él estaba pensando; ya en el sitio de nuevo que las notas, qué cómo hacemos, que me voy a echar la materia, que no sea así, que por favor, y siempre la misma respuesta: Proponme algo bien loco y listo.

¿Tu fumas? Si. Toma un cigarrillo y piensa bien lo que te digo, algo bien loco, en la conversación con su amigo repitió lo de bien loco como diez mil veces, ya allí ella había sacado el celular y había empezado a grabar todo hasta que el celular empezó a vibrar por una llamada, ahí el tipo se dio cuenta y le preguntó por el teléfono, que por qué suena, que qué está pasando, que déjamelo ver, ella sorteó la situación diciendo que era una llamada normal y que no pasaba nada a lo cual el hombre se calmó.

El tipo ve que la situación no va para donde el quiere y amenaza con irse, que tiene una cita y pues que ya es tarde, ella que no, que espere, que cuadren algo de sus notas, que él la puede ayudar, entonces responde que es ella quien no se quiere ayudar, que lo único que tiene que hacer es proponerle algo bien loco y listo, todo arreglado. Ella de nuevo enciende el celular y le dice que está nublada, que le diga él que es lo que quiere y se entienden, entonces dice que no, que ella debe proponérselo, que él le quiere ayudar pero es ella quien no se lo permite, que mejor dejen así.

El se acerca y la acaricia, que se deje ayudar, que le haga la propuesta loca, ella dice no saber, no entender, entonces listo, me fui, pero profe ¿Cómo hacemos? A decir verdad ya nunca he hecho esto, pero es que tu me gustas mucho, déjate ayudar, es solo un ratico y ya, yo te dejo todo cuadrado, vamos ahora y listo, ahí se acerca y le da besos en el cuello, pero profe yo ahora no puedo, ¿Por qué no? Porque en mi casa saben que yo salgo a las 7:30 y ya son las 9:30 y no he llegado, por qué no hacemos esto, usted me cuadra la nota y yo me vengo a matricular mañana a las siete de la mañana, si yo vengo y todo está listo, pues lo llamo, deme su número celular y cuando ya todo esté bien pues listo.

Nop, tiene que ser ahora, no puedo, ya le expliqué por qué, y que tal que yo cuadre todo y tu no me llames, seguro yo lo llamo, no se preocupe, pero si algo ha de pasar tiene que ser así, bueno pues en eso quedamos; ya medio se había calmado y de nuevo entró en llanto sin saber que hacer

Ahí llegué a mi destino y creo que terminaba la historia, no tuve la oportunidad ni el coraje de decirle que no se dejara joder, literalmente, que si le pasaba a ella tal vez le hubiera pasado a muchas otras y le pasaría a más, que entre más nos agachamos más se nos ve, que ella podría evitar las lágrimas de otras compañeras si actuaba de otra manera, pero igual, tal vez existían otros atenuantes que la llevaron a seguirle la corriente a ese hijo de su madre, si el poder a ésta pequeña escala saca lo peor de la gente no me imagino cómo será el verdadero poder.

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