miércoles, abril 25, 2007

De la Feria Internacional del Libro de Bogotá

El pasado 23 de Abril, Día del Idioma, tuve la oportunidad de visitar la Vigésima Feria Internacional del Libro de Bogotá, que se celebra anualmente en Corferias y en ésta edición tiene a Chile como país invitado.

Pasó bastante tiempo antes de volver a uno de éstos eventos, no recuerdo la última vez que estuve en la Feria del Libro, y la última vez que estuve en Corferias fue para el Festival de Teatro del 2.004. Como pasa el tiempo.

En esta ocasión me encontraba bastante animado, era para mi el reencontrarme con la ciudad, con la cultura, con un evento de renombre internacional en Bogotá, capital mundial del libro en 2.007; además porque en la última ciudad que viví no existía la más mínima posibilidad para un evento similar, lo lamento mucho por los afectados con esta afirmación pero así es.

En general me considero un buen lector y encontrarse en medio de como seis pabellones llenos de libros pues es como visitar una dulcería, también, mi hermana había estado el año anterior y me animó con sus relatos y las compras que realizó que aunque no fueron de libros si fueron de unas bonitas fotografías, algo es algo. Estaba completamente decidido a comprar mi libro preferido, así sólo estuviera disponible en un stand, y eso que tampoco es una obra ni un autor desconocidos, pero así es la vida.

Visitamos el pabellón de Gabo, estaban en la lectura de Cien años de Soledad, para aquel que no leyó los periódicos en las fechas cercanas al cumpleaños del nobel es un buen pabellón porque está toda la información relacionada con él y comprimida; el pabellón de diseño me dejó aburrido porque habían pocos stands y muy parecidos, esperaba más de Chile como país invitado y en general más de la feria como evento internacional.

Más bien no sé que esperaba, la feria reúne una buena cantidad de expositores con muchísimo buenos libros, eso sí, los precios no son los más recomendados para desempleados, y lo que conseguí fue antojarme de muchos títulos y salir con las manos vacías, los libros de Isabel Allende y Paulo Coelho estaban entre $20.000 y $30.000 más o menos que es a lo que uno los consigue en una librería normal y la edición ni siquiera era de pasta dura, mi libro preferido estaba en esa clasificación y me desanimó de su compra por completo.

Mi opinión es que si usted se considera lector no deje de ir a la feria, pero con plata, mucha plata, dinero, porque querrá llevarse muchas cosas; si no lo es, no gaste la platica de la entrada porque no le encuentra gracia, es cierto que lo promocionan como un evento irrepetible pero dejarse llevar por la corriente no siempre es lo mejor, con ese dinero se compra un librito que lo inicie en este fabuloso vicio.

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